Juliana y yo, nos conocíamos desde chiquitas, fuimos juntas al jardín y empezamos el secundario. Siempre unidas, tanto que todos pensaban que éramos hermanas, ya que las dos somos petizas de ojos verdes y degadas con poquita teta y culito chiquito.
Siempre tuvimos mucho levante y nos comportábamos muy putas con los chicos, incluso los sábados cuando salíamos a bailar hacíamos dedo esperando a que algún muchachito nos recoja para llevarnos de fiesta. Miles de veces haciendo dedo conocimos vagos que a cambio de llevarnos nos pedían petes o una cogidita, a la que accedíamos sin dudar.
Una noche, sentadas en una plaza muy famosa de Paraná llamada “La plaza de los bomberos”. Conocimos a un tipo que nos invito a fumar porro, nunca lo habíamos hecho y como a las dos nos encantaban las experiencias nuevas dijimos sin dudar: _ ¡si!
Después de fumar unos cuantos porritos nos dispusimos a salir a bailar a Cream,(un boliche)
Nos gustaba ir a Cream porque allí los tipos eran muy zarpados y casi siempre nos metían la manos asta adentro, jaja,
Después de bailar, salimos y tomamos un remis que nos trajo a mi casa,
Como tenia una sola cama le dije que durmiera conmigo o sino una debía dormir en el piso, y ella dijo: _naaa no te preocupes duermo con vos.
Estábamos acostadas recordando viejos conocidos cuando ella me contó que nunca había besado a una mujer, me pregunto si alguna vez lo hice, y yo le dije que no, que no soy lesbiana.
Juliana me respondió que para besar a una mujer no hace falta ser lesbiana, y que en verdad estaría bueno intentarlo.
Recuerdo que le dije: _ vos me estas sugiriendo que transemos?.
Sin mediar mas palabras se acerco a mi boca abriéndola suavemente como para dar el primer paso, entonces saco su lengua la metió en mi boca,
Ya sabes, empezamos a besarnos, me di cuenta de que era muy distinto a besar a un hombre, ya que Juli era mas suave y tierna para hacerlo.
Estábamos muy borrachas y no éramos muy concientes de lo que hacíamos, pero después empecé a rescatarme, la vi. Muy linda, me gustaba mi amiga.
Le saque la remera y acariciaba sus pechitos chiquitos, le chupaba con movimientos circulares el pezón, este si era grande y rosa, me excitaba.
Ella, al mismo tiempo me metió la mano por la tanga y tocaba mi conchita,
Le dije: _ sácate el calzón vamos a probar una cosa.
Ella accedió, y juntas nos tocábamos la conchita, ella a mi y yo a ella,
Gemíamos muy despacito, no queríamos que nadie se de cuenta de lo que pasaba en mi cuarto.
La di vuelta y le metí dos dedito en el culo, ella pedía que no se lo haga tan fuerte porque era virgen de ahí, entonces moje mis dedos y se los introducía mas suavecito...Le gustaba a la putita.
Estábamos locas y necesitábamos una verga urgente que nos penetre a las dos,
Como no podíamos sacarnos el afrecho con la lengua y los dedos, busque mi anti-transpirante Dove, lo envolví en un preservativo y se lo metí, al mismo tiempo ella tomo un cepillo de dientes y me lo introdujo a mi,
Nos acariciábamos la concha y nos pellizcábamos los pezones,
De a momentos parábamos para chuparnos la concha, haciendo algo así como el 69,
Lo que pensamos que iba a ser un juego de besos se convirtió en el inicio de mi bisexualidad, ya que luego de esa noche, seguimos conchiandonos mucho tiempo más.
Siempre tuvimos mucho levante y nos comportábamos muy putas con los chicos, incluso los sábados cuando salíamos a bailar hacíamos dedo esperando a que algún muchachito nos recoja para llevarnos de fiesta. Miles de veces haciendo dedo conocimos vagos que a cambio de llevarnos nos pedían petes o una cogidita, a la que accedíamos sin dudar.
Una noche, sentadas en una plaza muy famosa de Paraná llamada “La plaza de los bomberos”. Conocimos a un tipo que nos invito a fumar porro, nunca lo habíamos hecho y como a las dos nos encantaban las experiencias nuevas dijimos sin dudar: _ ¡si!
Después de fumar unos cuantos porritos nos dispusimos a salir a bailar a Cream,(un boliche)
Nos gustaba ir a Cream porque allí los tipos eran muy zarpados y casi siempre nos metían la manos asta adentro, jaja,
Después de bailar, salimos y tomamos un remis que nos trajo a mi casa,
Como tenia una sola cama le dije que durmiera conmigo o sino una debía dormir en el piso, y ella dijo: _naaa no te preocupes duermo con vos.
Estábamos acostadas recordando viejos conocidos cuando ella me contó que nunca había besado a una mujer, me pregunto si alguna vez lo hice, y yo le dije que no, que no soy lesbiana.
Juliana me respondió que para besar a una mujer no hace falta ser lesbiana, y que en verdad estaría bueno intentarlo.
Recuerdo que le dije: _ vos me estas sugiriendo que transemos?.
Sin mediar mas palabras se acerco a mi boca abriéndola suavemente como para dar el primer paso, entonces saco su lengua la metió en mi boca,
Ya sabes, empezamos a besarnos, me di cuenta de que era muy distinto a besar a un hombre, ya que Juli era mas suave y tierna para hacerlo.
Estábamos muy borrachas y no éramos muy concientes de lo que hacíamos, pero después empecé a rescatarme, la vi. Muy linda, me gustaba mi amiga.
Le saque la remera y acariciaba sus pechitos chiquitos, le chupaba con movimientos circulares el pezón, este si era grande y rosa, me excitaba.
Ella, al mismo tiempo me metió la mano por la tanga y tocaba mi conchita,
Le dije: _ sácate el calzón vamos a probar una cosa.
Ella accedió, y juntas nos tocábamos la conchita, ella a mi y yo a ella,
Gemíamos muy despacito, no queríamos que nadie se de cuenta de lo que pasaba en mi cuarto.
La di vuelta y le metí dos dedito en el culo, ella pedía que no se lo haga tan fuerte porque era virgen de ahí, entonces moje mis dedos y se los introducía mas suavecito...Le gustaba a la putita.
Estábamos locas y necesitábamos una verga urgente que nos penetre a las dos,
Como no podíamos sacarnos el afrecho con la lengua y los dedos, busque mi anti-transpirante Dove, lo envolví en un preservativo y se lo metí, al mismo tiempo ella tomo un cepillo de dientes y me lo introdujo a mi,
Nos acariciábamos la concha y nos pellizcábamos los pezones,
De a momentos parábamos para chuparnos la concha, haciendo algo así como el 69,
Lo que pensamos que iba a ser un juego de besos se convirtió en el inicio de mi bisexualidad, ya que luego de esa noche, seguimos conchiandonos mucho tiempo más.