martes, 24 de noviembre de 2009

Con mi secretaria un viernes por la noche

El relato empiesa un dia viernes a eso de las y nos tuvimos que quedar con mi secretaria después de hora ya que surgió una tarea de ultimo momento que no podía ser dejada de lado. Le pedí amablemente a ella quedarse después de hora, los dos solos; a lo que no se negó.
Eran como las 22 hs y nosotros seguíamos en la oficina. Ella iba y venia con su escultural cuerpo y su minifalda que apenas le tapaba la cola.
Era como si ella me llamara a tomarla entre mis manos y hacerla mia.

Yo solo la observaba, con una mirada penetrante y veía que mi secretaria lo disfrutaba.
En un momento, me acerque a ella, solo a unos centímetros. Ella estaba dada vuelta, dándome la espalda. Creo que ella sintió mi respiración en su nuca, pero no dijo nada.
Comencé a oler su rico perfume que me excitaba muchísimo. Se dio vuelta sorprendida y solo atino a sonreír, como consintiendo la situación.
Me acerque mas a ella y comencé a besarla, primero los labios, el cuello, mientras tomaba sus caderas entre mis manos y la traía mas hacia mi.

Seguí desabrochando los botones de su camisa para poder besar su hombro, sus costillas, su ombligo; besaba cada centímetro de su cuerpo que iba desnudando.
Llego a su minifalda y comienzo a desabrocharla con los dientes mientras empezaba a escuchar los primeros jadeos de parte de ella. Mientras iba bajándole la minifalda, besaba su muslo mientras que con la mano acariciaba el otro hasta dejar solo en ropa interior y poder ver su hermoso conjuntito de lencería negro que traía puesto.
La doy vuelta para poder ver su MONUMENTAL cola, con esa tanguita diminuta que me volvía loco. La apoyo, la traigo hacia mí y me refregaba su cola contra mi miembro. Ella se movía más y más al ver que mi pene se ponía más y más erecto.

Le desbrocho su corpiño y besaba sus pechos sin tocar sus pezones para que ella lo desee cada vez más y mas mientras subía con mi mano por su entrepierna.
Bajo con mi boca por sus costillas, por su ombligo, hasta llegar a sacarle la tanguita nuevamente con la boca. Cuando vuelvo a subir, subo con mi boca por la parte interna de sus muslos, hasta llegara bordear su conchita, toda depiladita y perfumadita. Nuevamente solo atiene a bordearla, para hacerla desear.
Ella gemía y gemía de placer y me pedía por favor que la tocara ahí, en su parte mas intima.

Vuelvo a subir y esta vez me devoro sus pezones como si fuera un recién nacido que quería alimentarse, lo que hizo que ella se retorciera de placer. Mientras le succionaba los pezones, baje con mi mano y al tocar su vagina, note que la misma estaba empapada y muy muy caliente, por lo que decidí bajar esta vez con mi boca para comérsela toda.
Primero su labio izquierdo vaginal, luego su labio derecho para quedarme un largo en su clítoris. Luego metí primero un dedo mientras seguía masajeando su vagina, luego dos, luego tres!!. Ella se retorcía cada vez más y más y me pedía que la penetrara ya, a lo que no pude negarme.
La tire sobre la mesa, boca arriba y yo parado delante de ella. Comencé a penetrarla lentamente para poder sentir todo ese flujo vaginal sobre mi miembro.

Luego de unos segundos, acelero el ritmo y sentía que sus paredes vaginales se cerraban cada vez más y más aprisionando mi pija dentro de su concha. Mi ritmo comenzaba a acelerarse mas y mas para acabar a lo que ella, al darse cuenta me pidió que no lo hiciera porque quería que la penetrase por la cola!!.
La pongo de pie, de espaldas a mí, con sus manos sobre al mesa. La agarro firmemente de las caderas y la pentero fuertemente a lo que ella respondió con un gran gemido!!!! Que casi me hace acabar.!!
Estábamos como locos! La agarraba de las caderas, de los pelos, de lo hombros!! Le decía barbaridades a lo que ella respondía aun con más y más!
Mis testículos chocaban contra su cola y eso me excitaba aun más al igual que ella.
Después de varios minutos, no aguante mas y acabe enormemente dentro de su cola y no quedamos tirados en el sillón, los dos exhaustos de placer.
Y después..El segundo polvo fue mucho mejor?pero el relato, lo dejaremos para otra ocasión.