La conocí hace poco menos de un mes, trabaja en un minisuper en la esquina próxima a mi depto, un día como cualquier otro, fui a comprar algunas cosas, me atendió como de costumbre pero la note diferente, me miraba como con ansias, como cuando una loba mira una presa, me hizo una guiñada y le respondí con una leve sonrisa, a veces la tonta timidez caballeresca me gana. Me pregunto si vivía aquí cerca, a lo cual asentí, se acerco por sobre la caja registradora, sus senos se apoyaron sobre ella casi reventando la blusa y me dijo:
-Salgo en unos minutos, me gustaría conocerte.
-Si quieres, sera un placer.- Conteste.
Volví como luz a mi depto, entre emoción y esperanza organice algunas cosas (pocas, siempre soy ordenado), me mantuve entretenido en el chat, dejando pasar los minutos, de tanto en tanto miraba por la ventana hacia la calle, sabia que apenas la viera salir, bajaría a recibirla. Paso una hora y otra mas, y comencé a perder algunas esperanzas, se hicieron las 4 de la mañana y seguía en la compu tratando de matar el tiempo ya con la idea de que no vendría.
En un momento mire por la ventana y veo que el minisuper había cerrado, ¿Se habría ido? ¿O estaría camino hacia aquí?, la duda me embargo, de pronto la veo pasar bajo los arboles en dirección hacia aquí, mi corazón se acelero. Me despedí de los contactos del chat y apague la PC.
Aguarde y el timbre sonó, baje como rayo (maldito ascensor que nunca funciona), y la vi tras la puerta, abrí con calma y serenidad, me saludo con cariño y subimos.
Finalmente solos en mi depto, le ofrecí algo fresco que acepto con animo, fuimos al sillón y nos relajamos, conversamos un poco, en realidad bastante, sus ocurrencias me hacían reír mucho, y mi tonta ironía la sonrojaba, hubo un breve silencio, algo incomodo, me miro a los ojos y me dijo que sabia lo de mi ex (5 años de relación y me abandono, luego 2 años de soledad), pero dijo que no importaba, que me quería sin importar nada en mi pasado, entonces acaricie su rostro, se acerco mas y me tomó de la nuca, jugo con mi cabello un poco y vi mi reflejo en sus ojos, me beso con fuerza y pasión, borrando el triste ayer, la abrace y poco a poco trepo sobre mi, me rodeo con sus piernas mientras me acomodaba en el sillón, acaricio mi pecho y yo sus senos por encima de la blusa, pase mi mano por debajo y sentí su espalda, con suma eficacia me quito la camisa, desprendí su sostén aun con su blusa puesta, se apoyo en mi pecho y giro su cabeza, su cabello resplandeció, se apretó contra mi, le saque el sostén y sus pezones se traslucieron y los acaricie, estaban duros pero suaves, avance por su cuello besándolo con delicadeza, estaba entretenida acariciando mi espalda, desabotone la blusa con los dientes (no sabia que podía hacerlo), la deje caer y me detuve a mirar sus voluptuosidades, era algo de infarto, empecé a darles suaves mordiscos y a pasarles la lengüita.
El sillón se volvía poco practico para el momento, me levante junto con ella abrazada a mi, por inercia fuimos hacia una pared, ahí me beso como poseída, por instinto y costumbre fui hacia mi habitación, casi con los ojos cerrados, la recosté suavemente sobre la cama, tome un breve segundo para mirarla, me parecía increíble que una chica TAN hermosa me deseara de esa forma tan sublime, se irguió y sujeto mi cintura, acaricio mi pene por sobre el pantalón, lo masajeo con entusiasmo, cuando mas y mas duro se me ponía, mas deseosa se volvía, comenzó a quitármelo con suavidad, buscando el objeto deseado, yo no sabia que hacer con mis manos, acaricie su cabeza y me miro con ojos de niña buena, al final quede desnudo frente a ella, empezó dándome pequeños toqueteos con su lengua, luego la giraba haciendo círculos en mi glande, el placer me avasallaba, acariciaba sus hombros, deseaba con fervor saborearla a ella, lo noto y lentamente me hizo recostar en la cama.
Estábamos en una espectacular postura del 69 que no desaproveche, inmediatamente le despoje de su falda y calzón y comencé a jugar con su conchita, la olía, la saboreaba, la chupe con pasión, la hacía sentir en el cielo... y por su puesto, mientras se metía toda mi cabecita en la boca, de pronto empezó a comérmela como un chupetín, era una delicia...
Estuvimos así no se por cuanto, sentía como gemía con cada lamida que le daba, gemía con su boca llena, y yo igual, sentí sus contracciones y ella mis espasmos, me sentía explotar, apretó suavemente mi pene son su lengua al mismo tiempo que metía mi lengua en su vagina y acabamos al unísono entre gemidos y temblores.
me miro casi de forma desafiante, ambos sabíamos que eso no era el final, sino un breve calentamiento, casi podría decir que se lanzo sobre mi, gire y la deje boca abajo, bese su espalda, la recorrí de palmo a palmo, acaricie su cola y lentamente note como su anillo se dilataba en clara señal de deseo, me apoye con cautela, mis jugos la mojaron y ella se estremeció, doblo sus rodilla y dejo su colita expuesta, tome su cintura y empuje con lentitud, un MMMMMMMMMMMM escapo de sus labios, mi pene la penetro con total libertad, empuje hasta el fondo mientras sentía como vibraba todo su ser, se hizo hacia atrás y comencé a cogerla, mande mi mano derecha a su conchita, atrape su clítoris en mis dedos y jugué con él, puse mi otra mano en su hombro por sobre el cual me miro mientras entreabría su boca, mordió con suavidad mi pulgar, se mordía el labio inferior de su boca, se aferro a las sabanas, la sentía exhausta, la rodee con mis brazos y la erguí, quedamos sentados en la cama y en un ultimo movimiento le arranque un orgasmo.
Se desprendió de mi y me miro, estaba agitada y asombrada, lo mismo sentía yo, nuestra respiración se unía con ritmo, se aferro a mi pecho y me beso aun mas, acaricie sus senos con ganas, los masajee mientras su pelvis ondulaba deseosa, me moví despacio hasta quedar apoyado en las almohadas, doble mis rodillas un poco y ella se recostó gustosa.
Observe su florecita, delicada, pequeña, rosada, mojada como un océano, lista para recibir al invitado, le hice unos cariñitos primero, besó mi cuello, hasta mi pecho, acaricie mas su espalda, se hizo hacia adelante un poquito, mi pene quedo apoyado en la entradita, rodeo una de mir rodillas con su brazo mientras con la otra mano me sujetaba de la nuca, empezó a empujar con lentitud, se comenzó a retorcer y a gemir, su vientre se aplano mas, de pronto ya lo tenía adentro y empezó a moverse suavecito sintiendo mucho placer.
Ondulaba, subía y bajaba, yo empujaba hacia arriba, la elevaba por sobre mi, gemíamos y nos alentábamos, su clítoris me rozaba con rapidez, bese y masajee sus senos, saltaban y se movían como poseídos, me volvía loco toda esa sensación, es indescriptible (aún ahora que lo recordamos, nos excitamos), luego empezó a moverse un poco más rápido, la sentí temblar sobre mí y la abracé, la abracé tan fuerte que quería volverme uno solo con ella..., me dolía el pene de tanta excitación, pero no me importaba, el goce era mayor que cualquier otra cosa, lo sentía mas y mas duro, estaba súper lubricada, estábamos mojados, sus contracciones me mataban, ver su rostro de placer me excitaba en demasía, apertaba con fuerza aun así sus labios se abrían de par en par, nos miramos a los ojos, nuestra imagen se reflejo en los ojos del otro, se arqueo hacia atrás, sus senos apuntaron hacia el techo, yo me encogí un segundo, y acabamos unidos en un orgasmo bestial en el que se nos fue el alma, mi semen la inundo completamente mientras exhalaba un gran gemido, era increíble sentir cómo su vagina ardía y me quemaba.
Se recostó en mi, exhausta, la abrace mientras recuperábamos el aliento, nuestros corazones galopaban con frenesí, nos besamos con suavidad.... eso era estar en el paraíso...
Esa noche dormimos abrazados y esa misma noche me dijo que me amaba, desde que nos conocimos hace ya 1 mes, ha renacido mi corazón y mi alma.
Otro día contaré más travesurillas de las que hacemos juntos, si es que ésta ha gustado... déjame tu comentario.
-Salgo en unos minutos, me gustaría conocerte.
-Si quieres, sera un placer.- Conteste.
Volví como luz a mi depto, entre emoción y esperanza organice algunas cosas (pocas, siempre soy ordenado), me mantuve entretenido en el chat, dejando pasar los minutos, de tanto en tanto miraba por la ventana hacia la calle, sabia que apenas la viera salir, bajaría a recibirla. Paso una hora y otra mas, y comencé a perder algunas esperanzas, se hicieron las 4 de la mañana y seguía en la compu tratando de matar el tiempo ya con la idea de que no vendría.
En un momento mire por la ventana y veo que el minisuper había cerrado, ¿Se habría ido? ¿O estaría camino hacia aquí?, la duda me embargo, de pronto la veo pasar bajo los arboles en dirección hacia aquí, mi corazón se acelero. Me despedí de los contactos del chat y apague la PC.
Aguarde y el timbre sonó, baje como rayo (maldito ascensor que nunca funciona), y la vi tras la puerta, abrí con calma y serenidad, me saludo con cariño y subimos.
Finalmente solos en mi depto, le ofrecí algo fresco que acepto con animo, fuimos al sillón y nos relajamos, conversamos un poco, en realidad bastante, sus ocurrencias me hacían reír mucho, y mi tonta ironía la sonrojaba, hubo un breve silencio, algo incomodo, me miro a los ojos y me dijo que sabia lo de mi ex (5 años de relación y me abandono, luego 2 años de soledad), pero dijo que no importaba, que me quería sin importar nada en mi pasado, entonces acaricie su rostro, se acerco mas y me tomó de la nuca, jugo con mi cabello un poco y vi mi reflejo en sus ojos, me beso con fuerza y pasión, borrando el triste ayer, la abrace y poco a poco trepo sobre mi, me rodeo con sus piernas mientras me acomodaba en el sillón, acaricio mi pecho y yo sus senos por encima de la blusa, pase mi mano por debajo y sentí su espalda, con suma eficacia me quito la camisa, desprendí su sostén aun con su blusa puesta, se apoyo en mi pecho y giro su cabeza, su cabello resplandeció, se apretó contra mi, le saque el sostén y sus pezones se traslucieron y los acaricie, estaban duros pero suaves, avance por su cuello besándolo con delicadeza, estaba entretenida acariciando mi espalda, desabotone la blusa con los dientes (no sabia que podía hacerlo), la deje caer y me detuve a mirar sus voluptuosidades, era algo de infarto, empecé a darles suaves mordiscos y a pasarles la lengüita.
El sillón se volvía poco practico para el momento, me levante junto con ella abrazada a mi, por inercia fuimos hacia una pared, ahí me beso como poseída, por instinto y costumbre fui hacia mi habitación, casi con los ojos cerrados, la recosté suavemente sobre la cama, tome un breve segundo para mirarla, me parecía increíble que una chica TAN hermosa me deseara de esa forma tan sublime, se irguió y sujeto mi cintura, acaricio mi pene por sobre el pantalón, lo masajeo con entusiasmo, cuando mas y mas duro se me ponía, mas deseosa se volvía, comenzó a quitármelo con suavidad, buscando el objeto deseado, yo no sabia que hacer con mis manos, acaricie su cabeza y me miro con ojos de niña buena, al final quede desnudo frente a ella, empezó dándome pequeños toqueteos con su lengua, luego la giraba haciendo círculos en mi glande, el placer me avasallaba, acariciaba sus hombros, deseaba con fervor saborearla a ella, lo noto y lentamente me hizo recostar en la cama.
Estábamos en una espectacular postura del 69 que no desaproveche, inmediatamente le despoje de su falda y calzón y comencé a jugar con su conchita, la olía, la saboreaba, la chupe con pasión, la hacía sentir en el cielo... y por su puesto, mientras se metía toda mi cabecita en la boca, de pronto empezó a comérmela como un chupetín, era una delicia...
Estuvimos así no se por cuanto, sentía como gemía con cada lamida que le daba, gemía con su boca llena, y yo igual, sentí sus contracciones y ella mis espasmos, me sentía explotar, apretó suavemente mi pene son su lengua al mismo tiempo que metía mi lengua en su vagina y acabamos al unísono entre gemidos y temblores.
me miro casi de forma desafiante, ambos sabíamos que eso no era el final, sino un breve calentamiento, casi podría decir que se lanzo sobre mi, gire y la deje boca abajo, bese su espalda, la recorrí de palmo a palmo, acaricie su cola y lentamente note como su anillo se dilataba en clara señal de deseo, me apoye con cautela, mis jugos la mojaron y ella se estremeció, doblo sus rodilla y dejo su colita expuesta, tome su cintura y empuje con lentitud, un MMMMMMMMMMMM escapo de sus labios, mi pene la penetro con total libertad, empuje hasta el fondo mientras sentía como vibraba todo su ser, se hizo hacia atrás y comencé a cogerla, mande mi mano derecha a su conchita, atrape su clítoris en mis dedos y jugué con él, puse mi otra mano en su hombro por sobre el cual me miro mientras entreabría su boca, mordió con suavidad mi pulgar, se mordía el labio inferior de su boca, se aferro a las sabanas, la sentía exhausta, la rodee con mis brazos y la erguí, quedamos sentados en la cama y en un ultimo movimiento le arranque un orgasmo.
Se desprendió de mi y me miro, estaba agitada y asombrada, lo mismo sentía yo, nuestra respiración se unía con ritmo, se aferro a mi pecho y me beso aun mas, acaricie sus senos con ganas, los masajee mientras su pelvis ondulaba deseosa, me moví despacio hasta quedar apoyado en las almohadas, doble mis rodillas un poco y ella se recostó gustosa.
Observe su florecita, delicada, pequeña, rosada, mojada como un océano, lista para recibir al invitado, le hice unos cariñitos primero, besó mi cuello, hasta mi pecho, acaricie mas su espalda, se hizo hacia adelante un poquito, mi pene quedo apoyado en la entradita, rodeo una de mir rodillas con su brazo mientras con la otra mano me sujetaba de la nuca, empezó a empujar con lentitud, se comenzó a retorcer y a gemir, su vientre se aplano mas, de pronto ya lo tenía adentro y empezó a moverse suavecito sintiendo mucho placer.
Ondulaba, subía y bajaba, yo empujaba hacia arriba, la elevaba por sobre mi, gemíamos y nos alentábamos, su clítoris me rozaba con rapidez, bese y masajee sus senos, saltaban y se movían como poseídos, me volvía loco toda esa sensación, es indescriptible (aún ahora que lo recordamos, nos excitamos), luego empezó a moverse un poco más rápido, la sentí temblar sobre mí y la abracé, la abracé tan fuerte que quería volverme uno solo con ella..., me dolía el pene de tanta excitación, pero no me importaba, el goce era mayor que cualquier otra cosa, lo sentía mas y mas duro, estaba súper lubricada, estábamos mojados, sus contracciones me mataban, ver su rostro de placer me excitaba en demasía, apertaba con fuerza aun así sus labios se abrían de par en par, nos miramos a los ojos, nuestra imagen se reflejo en los ojos del otro, se arqueo hacia atrás, sus senos apuntaron hacia el techo, yo me encogí un segundo, y acabamos unidos en un orgasmo bestial en el que se nos fue el alma, mi semen la inundo completamente mientras exhalaba un gran gemido, era increíble sentir cómo su vagina ardía y me quemaba.
Se recostó en mi, exhausta, la abrace mientras recuperábamos el aliento, nuestros corazones galopaban con frenesí, nos besamos con suavidad.... eso era estar en el paraíso...
Esa noche dormimos abrazados y esa misma noche me dijo que me amaba, desde que nos conocimos hace ya 1 mes, ha renacido mi corazón y mi alma.
Otro día contaré más travesurillas de las que hacemos juntos, si es que ésta ha gustado... déjame tu comentario.