lunes, 26 de octubre de 2009

Estrené a compañerita de trabajo

Hace un año quede a cargo del área en la empresa en la que trabajo. Como se fue mi jefe y otro compañero se generaron dos vacantes a cubrir. La empresa no quería tomar a nadie, así que me ofrecieron empleados de otros sectores. Vino. Nacho, un amigo que estaba en ventas y quería pasar a marketing, y Cinthia, una piba que era secretaria y estudiaba comunicación.

A ella yo la tenía por ser medio mojigata y seriecita, y que estaba de novia con el mismo pibe desde la adolescencia, pero me había perdido un par de capítulos. Con ese pibe se había peleado hacía un año y pico. Y después las amigas se habían encargado de soltarla un poco. Al final resultó mucho más copada y jodona de lo que pensaba.

Igual ahora estaba otra vez de novia, con otro pibe que también parecía medio bobo. En una charla saltó que Pablo, otro de los pibes del sector, había trabajado en la empresa del viejo de Tomy (el novio de Cinthia), y que era un ortiva. Como Tomy era jefecito en la empresa del viejo, cada vez que Cinthia hablaba con él por teléfono, Pablo, Nacho y Juan la gastaban.


Para colmo se instaló el mito (o no) de que el pibe tenía un chizito. Todo salió porque a Cinthia tuvieron que sacarle las muelas de juicio, y como a la semana, todavía le dolía y se quejaba de que no podía abrir mucho la boca.

Pablo saltó a decir “pobre Tomy, una semana sin pete”. “Vos qué sabes”, retrucó Cinthia. Y Pablo la desarmó diciéndole que si le entraba sin poder abrir mucho la boca era porque el pibe tenía un pitito. Al toque saltaron los otros dos a apoyarlo y Cinthia se comió el gaste.

Que el pibe era medio dormido se corroboró al mes cuando las minas (Marce, la otra chica que trabaja con nosotros, y Cintia) vinieron a contar un lunes lo que había sido de la despedida de Sol, una de otro sector que se casaba.  Como Sol no quería que la llevaran al Golden (lugar de strippers), lo habían hecho en la casa de Marcela, y habían contratado a la hermana de la Kuliok (una sexóloga televisiva) para que hiciera un tupper sex.

La charla después había variado, según contó Cinthia misma, hacia cómo hacer un buen pete y cómo tener sexo anal sin dolor. Ahí nos enteramos por boca de la misma Cinthia que era virgen del orto.

Paola, la sexóloga (una genia), les había hecho la cabeza con frases como “el culo te pide”, “una pija grande y dura duele menos que una que entre blandita”, y “no hay mejor manera de eliminar tensiones que con una buena culiadita”. Como Cinthia tenía sus dudas la mina le insistió con que se animara a probar y le regaló un lubricante anal.

Para redondear quería contarles que cuando Cinthia entró en la empresa hace tres años era un palito. Flaquita, sin tetas ni culo. Pero en ese tiempo había sumado unos kilos y se le habían ido todos al orto. Acomplejada como toda mujer (en realidad esos kilos le venían bien), se puso a ir al gimnasio. El resultado: un culo redondo y paradito.

Y el cambio físico vino acompañado de un cambio de actitud. Se vestía más provocativa y se mostraba suelta. Yo nunca había reparado mucho en ella antes (se tapaba bastante) pero de golpe apareció con unos jeans ajustados y una remerita escotada y fue imposible no notarla.

Yo le empecé a regalar elogios sobre el look y lo linda que estaba, hasta llegar a cosa más zarpadas como “mirá el toto que tiraste”. Ella se ponía colorada, pero no se enojaba. Pero si alguno de los pibes la seguía, ella los cortaba con un “no se zarpen”.

Según Nacho, la piba tenía algo conmigo. Para tantear yo también histeriquié un poco. Y la cosa se puso medio juguetona y cada vez que yo la llamaba ella contestaba “ya voy jefecito”, o “vos me querés de secretaria no?”.

Como ya la hice muy larga vayamos al punto. Llevábamos seis meses trabajando y se vino el cumple de Nacho que quería armarse terrible fiesta. Lean, otro amigo, nos consiguió un casa convertida en bar que la cerraban para nosotros. Sólo hubo que elegir el viernes para hacerlo.

El día en cuestión coincidía con el cumple de mi vieja, así que llegué medio tarde, tipo 2am, y para entonces ya estaban todos medio encurdelados (había cerveza y tragos libres, y estaban todos ahí desde las 11).

Nacho estaba sentado con el Colo, Gaby, y otros amigos en la barra, casi a la entrada, haciendo de anfitrión. Así que me recibió él a los abrazos (fue el primer indicio de lo borrachos que estaban). Me quedé un rato con ellos. Después pregunté por los chicos del laburo.

“Arriba, en uno de lo livings”, me dijo. Subí la escalera de madera y los busqué. Los encontré en una habitación que tenía una mesa ratona y almohadones alrededor. Estaban todos: Pablo, Juan, Seba (el cadete), Marcela y Cinthia. Seba (un fumón de aquellos), había traído porros y en eso estaban los cinco.

“Llegó el jefe”, dijo Pablo. “Uyy, el lunes rinoscopías para todos”, tiró Seba. Y todos se cagaron de la risa. Para no quedar como un cortado me senté y fumé con ellos. La charla siguió como venía antes de que yo llegara: películas.

Marcela y Cinthia no estaba demasiado enganchadas. Yo me senté al lado de Cin. Estaba divina. Tenía un jean, botas negras, una remerita escotada y una camisa de manga corta negra arriba. Nos pusimos a charlar y me di cuenta que estaba muy en pedo-drogada.

Al rato me pidió que la dejara salir para ir al baño. Yo aproveché para pararme e ir con otros los pibes abajo. Pero como había cola en el baño de mujeres me quedé haciéndole el aguante a Cintia en el pasillo.

“Venís de una cita que llegaste tarde?”, me preguntó. “No, era el cumple de mi vieja”. “Ayy, yo pensé que venías de pasarla bien”. “Vengo de pasarla bien, yo soy un tipo muy familiero”, le contesté. “Yo escuché otra cosa”, retrucó. “Qué cosa?”, le dije.

“Lo dicen todas las chicas de la empresa”, retrucó. “Así? Y qué más dicen?”, le pregunté. Se puso colorada y se quedó muda. “Eh? Qué dicen?”, insistí. “Nada, boludeces”. “Dale contáme”, le dije divertido (me gustaba más cuando se ponía colorada y le salía la cosa ingenua). “Que tenés muchas minas, y que sos bueno en la cama, eso”, largó y se puso fucsia. “Todo bien, es verdad”, dije. “Andá agrandado”, me contestó.

Estaba reborracha y tenía la lengua más suelta que de costumbre. Se lo dije y lo negó. “Avisáme después cuando quieras ir para tu casa”, le dije, “Yo te llevo” (vivía cerca de casa, en Nuñez). “Quien diría, en el fondo sos un caballero”, me contestó. “No te creas, por ahí nada más quiero demostrarte que las chicas del laburo no mienten”.

“Portate bien que sos mi jefe”, me dijo. La miré a los ojos para ver si venía en serio y se le dibujó una sonrisa. Entonces me le acerqué a la oreja y le dije: “pero ahora no estamos en el laburo y vos culoncita me parece que querés guerra”. Y le metí un besito en cuello.

Después bajé la escalera y fue con los flacos. Estaba recaliente pero apenas escuché la charla futbolística se me bajó. El único que se dio cuenta fue Nacho. “Cinthia hoy está para partirla”, le dije.

Como a la hora volví a subir para ver en qué andaban lo otros y me encontré con que Pablo y Marce no estaban más. Seba seguía de gran charla fumona con Juan y Cinthia se había quedado dormida sobre los almohadones.

Los saludé y les dije que me iba. “Aprovechá y llevátela a Cin que está destruída”, me dijo Seba. Era justo lo que pensaba hacer, pero para caretearla le dije “se tendrían que hacer cargo ustedes que son los dealers”. Se cagaron de la risa. La desperté a Cinthia que apenas reaccionaba y me la llevé despacito para abajo.

Nacho me ayudó y me acompañó hasta el auto. “La tenés como querés”, me dijo. Ella estaba ya adentro del auto y no escuchó. Apenas arranqué le bajé un poco el vidrio para que se despabilara. Al rato se quejó del aire frío y medio se despertó. Pero seguía atontada.

La llevé hasta su depto. Le pregunté el piso y le pedí que me diera las llaves. “No hace falta Max”, me dijo. “Si te caes y te pasa algo me voy a quedar con la culpa”, le dije. “Gracias, sos divino”, contestó.

Abrí la puerta y fuimos hasta el ascensor. Y de ahí al depto de ella. Me abrazaba para caminar pero apoyaba bien las piernas. Para ver si era chichoneo o borrachera tiré : “dale que te llevo hasta la cama”.

La cargué como recién casados, crucé el livingcito hasta el cuarto y le deposité en la cama. Ella no me soltaba las manos de atrás de la nuca. Entonces le estampé un beso. Y así nomás empezamos a transar.

Me encantó que abrió la boquita y entramos a comernos a lo loco. Yo manotié ese culo divino y se lo apreté un rato, Después hice lo mismo con las tetitas. Después bajé hasta la pancita y desde ahí me le colé en el jean soltándole el botón y bajándole el cierre. Empecé a hacerle una pajita.

Estábamos en violenta transa cuando ella se soltó, y se paró al costado de la cama. Pensé que me iba a pedir que me fuera pero en vez de eso se bajó el jean. Flashié cuando vi su tanguita rosa, y más cuando se dio vuelta para tirar el jean en una silla, y pude ver que la parte de atrás era un hilito que se perdía entre sus cachetes. Tenía un culo impresionante.

“Qué calienta pijas que sos!! Mira la tanguita que usas!!”, le dije. Ella se sacó la camisa, pero se dejó la musculosa y se vino a la cama conmigo. Me sacó la camisa blanca y después me dijo “acostate”, y me arrancó los jeans. Me quedé con el boxer blanco tipo calcita que reventaba de lo hinchada que tenía la verga. Me acarició el paquete extasiada.

-Tenían razón las chicas!!!, dijo y se rió.

Entendí que habían hablado de mi tamaño.

-Qué linda pija que tenés Max!!!, me dijo sacándola de abajo del boxer y mirándola de cerca.

-Se necesita una pija así para poder atender bien a las putitas como vos!!,- le contesté

Ella agarró con su manito mi pedazo.

-Es enorme!!,- dijo embelesada.

-No querías pija? Ahora la tenes toda para vos! Dale, putita, chupála!!

Abriendo bien grande la boca se comió la cabecita.

-Abrí bien la boquita! Chupala bien puta!!

-Mmmmmm, slurp mmmmm…,- era todo el sonido que salía de su boquita húmeda.

-Cómo te gusta la pija!

-Mhmmmm!

Te gusta comerte una pija grande?!

-Si me encantaaah!,- dijo y se la volvió a comer.

-Eso putita, cometela toda haaa siii asii, asiii!!

-Mmmmmhhh! Mmmhhhh!

-Siii chupa putita, chupáme bien la pija!!!

Cuando no pude más me levanté, la acosté a ella en la cama, y corriéndole la tanga, bajé hasta su conchita depilada. No se imaginan como estaba de húmeda. Le pasé el dedo para ver cómo estaba de mojada, y la trola soltó un gemido. Eso me pudo, y me largué a chuparle esa argollita hermosa.

Cuando llevaba un rato de lengua, entre gemidos me dijo “chúpamela toda”. Le saqué la tanga para trabajar más cómodo, y le hundí la lengua en la conchita. Tenía un sabor y un olor espectacular. “Aseee, Max qué lindo”, dijo otra vez Cin, que volaba de calentura. Sus manos agarraban las sábanas, y tenía la cabeza de costado y los ojos cerrados.

-Así Max, chúpame bien, asíii

-Qué rica conchita que tenes!!,- le dije mientras le acariciaba la rajita con el dedo.

-Me dejas meterte los deditos?,- le pregunté.

-Siii, metéme lo que quieras!!!

“Así te gusta?”, le preguntaba mientras metía y sacaba dos dedos de su concha. “¿Esto es lo que querés?”. “Hummm, si, si, si, siiiiiiiiii, más, más, másssssssss”, contestaba la muy puta.


Mientras le chupaba otra vez la concha, le fui metiendo un dedo en el orto. Ella largo un gemidito de placer mientras mi dedo del medio se iba introduciendo más y más en ese culito caliente.

-Es cierto que tu novio todavía no te come este culazo!?

-Si,- contestó. Estaba concentrada en acabar, pero estaba claro que se calentaba con mi dedito en la cola.

-Jajajajaa, que pelotudo!! Te esta empezando a gustar no!?

-Si el dedito me gusta!!!

-Preparáte, porque ese culito yo me lo voy a comer todo!! Esta noche te lo voy a reventar a pijazos!! Jajajaja…

-No se!! Vamos a ver si te dejoooo! Jajaja!

-Con lo que te está gustando el dedito yo creo que no hace falta que actues más!

-Nunca se lo di a nadie boludoooo!!!!

-Eso porque tenés un novio que es medio putito y no se da cuenta que a este culito le está haciendo mucha pija!!

En vez de decir “no, mi novio no es puto, no mi culo no quiere pija”, la mina largó:

-Ayy no, no, vos la tenés muy grandeee…

-Grande es mejor, ya te lo dijo la sexóloga….,- le contesté mientras le dedeaba el culo y le chupaba la concha, yendo y viniendo con la lengua.

-Ayy Max, cómo me calentaste, estoy reborracha y reputa…, prometéme que no vas a decir nada de esto en el laburo,- me pidió.

-Sos vos la que no se va a aguantar de contarle a las chicas lo bien que te cogió el jefe!,- le contesté riéndome y entré a comerle otra vez la concha mientras ella gemía.

-Siii, voy a ir todos los días a tu oficina para que me hagas esto. Hace rato que tengo la fantasía de que lo hagámos en tu escritorio, y ahora me voy a dar el gustoooo, aaaahhhh siiiiii! Siiiiii! Qué lindo lo que me hacés!!

Después de unos minutos de tener mi dedo en ese culito precioso lo saqué, y le chupé otro poco ese ojete hermoso. Después seguí metiéndole dos dedos en la concha hasta que le salió literalmente agua de la empanadita.

-Metémela Max…..no doy mas!

-Querés la pija?!

-Sii, la quiero adentro…, quiero tu pija bien adentro….

Manotié mi jean y saqué un forro de la billetera. Me lo puse, me subí arriba de ella, y le metí la pija hasta los huevos en esa concha por demás húmeda, lo que hizo que comenzara a chorrearse mientras le decía: “Dame esa concha putita, dame esa conchita”.

“Así Max, cogéme así. Que buena pija! La tenés regorda!!”, contestaba ella. “Te gusta ésta pija?”, le pregunté. “Siiii hijo de puta, que buena pijaaaa”. “Lo que pasa es que estás acostumbrada al maní de tu novio…”, la bardié. Ella no contestó, sólo gemía.

Yo paré de serrucharle la concha. Y se la saqué hasta dejarle sólo la cabeza de la chota adentro. Ella abrió los ojos. “Qué pasa?”, preguntó. “Quiero saber si tu novio la tiene chiquita?”. “Al lado de la tuya sí”, contestó poniéndose más colorada. Le comí la boca y se la enterré toda. Me dejé caer y le agarré las piernas y el culo dejándole la concha bien para arriba y le entré a dar a lo bestia.

-Siiiiiiiiiii, siiiiiii, ahh, ahhhh, ahhhh, partime la concha, si , me encanta que me la pongas así fuerte…

Yo me concentré en la cojida. Y ella intensificó los “ayyyyy, ay, ay, aaaahhhhhh”, hasta que se vino su orgasmo.

Después la di vuelta, y la puse en cuatro y retomé la cojida. Los juguitos de la concha le habían chorreado hasta el culo y aproveché la humedad para jugarle con el pulgar, haciéndole círculos en todo el ojete que se fue abriendo.

Después me chupé el dedo mayor y se lo mandé despacito por el culo hasta la primer falange.

-Que me hacés Max!?,- me preguntó

-Desde que vi tu culito que quiero metértela putita

-No, sigamos así, esto es lo más…

Yo aproveché que ella estaba disfrutando a full y le fui colando el dedo, y después otro. Ya se sentía más apretado y ella ponía un poquito de cara de dolor, aunque seguía gimiendo fruto de la cogida que le estaba propinando por la argolla.

-En serio sos virgen del culo putita?

-Si soy virgen, pero por favor no, mi cola no!!


Como su reclamo no me pareció para nada convincente, y que más bien en todo caso estaba resignada a que le iba a dar pija por el orto, se la saqué de la argolla, se la apoyé contra su ojete y chupándole la oreja le dije: “Te voy a meter la pija hasta los huevos hija de puta, te lo voy a romper todo el culo!!”

Empecé a hacer presión. Ella cerró los ojos mientras sentía cada vez mas presión de la cabeza de mi chota en el orto. Pero ese culito no cedía ante el ancho de mi cabeza. Así que me fui para atrás, me arranqué el forro seco, y me lubriqué la verga con saliva.

La acosté en la cama y otra vez volví al ataque. Esta vez el ojete se le abrió de a poco. Ella apretaba los dientes para no gritar. “Sentís mi pija en la entradita del culito, está durita por vos, sentila bien, es toda tuya bebé”, le dije.

-Nnnnnooooo, para hijo de puta, no entra!!

Instintivamente tiró una mano para atrás para intentar frenarme, pero se la agarré. Y le inmovilicé el brazo. “Nada de manotazos, no te pongas histérica!”. Y empujé mientras le decía “sentila pendeja como te entra en ese culito!!”.

Lo que apretaba ese orto era terrible, las paredes de su ano se resistían a recibirla, aunque a mi poco me importaba y seguía empujando centímetro a centímetro.

-Ahhhgggg!!! Despacio hijo de puta!!

-Respira hondo y aflojá, que si apretás te va a doler mas!!

Cuando llegué a la mitad de la pija miré para abajo y vi mi chota al repalo incrustada en ese anillito que no podía más de lo que se estaba comiendo y me dio un poco de ternura y a la vez un morbo increíble.

-Qué apretadito esta tu culito, la sentís ahí! Voy recién por la mitad.

-La mitad nada más?, preguntó adolorida pero sonó a otra cosa. Yo me hice el que había entendido mal.

-La queres toda?!,

-No ayyyyy, me duelee, me duele mucho, ayyyyyyyggg!!

Si la tenía que sacar antes quería dejársela ir toda por el orto así que empujé haciendo entrar lo que faltaba de una sola vez. Eso la hizo ver las estrellas de dolor y gritó como nunca. Debió escucharse en todo el piso.

-AAAhhgggggggg!!! Sacala!!

-Ssssss, ya está, ya está toda adentro…, respirá y aflojate y vas a ver que el dolor pasa.

-Nooo, me estas matando, ayyyy ayyyyyy ayyyy!!

-Ya está, ya está toda adentro!

-Sacála, no puedo más!!

-Sentí como te la metí toda!!,- le dije sacado. Y le revolví la pija adentro del ojete.

-AAAAyyyyyyyyyyyyyyyy!!

-Eso puta, quiero que te duela el culo una semana!!

-Aaaaaaaahhh!!! AAaaaayyy!!

-Aguantá putita, aguantá!!

-AAAAAhhhgggg!! AAAAAhhhgggg!! AAAAAhhhgggg!!

Le entré a bombear el culo sin sacársela demasiado. Igual estaba buenísimo porque su cuerpo rebotaba contra el colchón y eso hacía que en el retroceso su nalgotas rebotaran contra mi vientre. Me la cogí así cortito mientras ella seguía a los gritos.

Estaba enceguecido con su culo y se lo taladraba. Su cara de dolor era apreciable. Ella gemía y lloraba del dolor. "Agggghhhhhhh. Ahhhhggyyyyyy”, gritaba.


-Te gusta putita... te gusta que te rompan el culo hasta hacerte gritar!?

-AAaaaahh!! AAaaaahh!! AAaaaahh!! AAaaaahh!!

-Grita perra, grita!!

-Ahhhgggg!! Ahhhgggg!! Basta!! Para!! Ahhhgggg!! Ahhhgggg!!

-SSSiiiiiiii!! Putaaa!! Tomá puta, tomá!!

-Sos un hijo de puta!!

-Es tu culpa por tener ese culazo!! Que buen culo tenes Cin!!

Que le dijera eso parece que le gustó, porque se aflojó un cacho, y aunque le seguía doliendo, dejó de apetar el orto y la pija entró más fácil. “Tenés un culo divino…”. “Parámelo más así me lo como todo”, le pedía.

Ella que estaba más suelta lo paró un cachito. “Así, parame bien el culito!!”, le pedí otra vez. Pero se le complicaba. Así que decidí ponerla otra vez en cuatro. “Vení perrita quiero que te pongas en cuatro patas y pares bien ese culo que tenes!!”. Ella se acomodó al borde de la cama y yo atrás.


-Mirá como te tengo con el culo parado, listo para que te lo rompa!!! No sabes cuanto hace que quiero tenerte así!!

-Ayy no puedo creer que te dejé romperme el otro!

-Todavía no terminé putita! Ahora te lo voy a partir al medio!!,- le dije. Después le abrí el culo y le metí dos escupitajos para lubricárselo.

Despacito se la acomodé y esta vez entró más fácil. Ella chilló pero fue sólo un “ay!”. Y en seguida le entraron cinco centímetros de pija en el culo.

-Te imaginabas con toda mi pija adentro de tu culo!?. Te imaginabas que iba a ser el primero en romperlo y no el pelotudo de tu novio!?

-Sos un hijo de puta!!

-Sí, soy el hijo de puta que te está rompiendo el culo!!

Dicho eso me el afirmé a las caderas, y tirando el torso para atrás y la pelvis para adelante se la dejé ir toda adentro del culo otra vez.

-AAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYY!!, -gritó. La dejé sin aire casi. Y sollozando.

-Te la enterré hasta los huevos putita!!

-Ayyy, aiaiaiai, ayyy aiiiaaa, aaaaa…,- se quejaba bajito

-Te la comiste toda nena!!,- festejé yo.

-Ayy como me dolió.

-Eso no es nada, ahora te voy a bombear el culo hasta sacarte petróleo.

Ella empezó a decir “no, no, noooo”. Pero yo ya había entrado a moverme. La bombeaba despacio pero profundo. La sacaba casi toda y se la volvía a meter de una, haciéndola gritar.

-Sentí puta como te rompo el culo, es impresionante!!

-AAAaaahhhh!! AAAaaahhhh!! AAAaaahhhh!!

La agarré del pelo para atrás y con la otra mano agarrándole el culazo le entré a dar pija un poco más fuerte. Su culo ya se había aflojado y le entraba sin problemas. Es más, adentro se sentía patinoso y húmedo.

Me callé la boca y me dediqué a darle placer acariciándole el culo, y las tetas. La agarré con las dos manos de los hombros y aceleré un poco más. Ya solo se escuchaban sus jadeos y ese ¡plop! ¡plop! ¡plop! por las estocadas salvajes que le daba. Ella arqueaba la espalda y paraba el culo. Empezó a gemir casi descontroladamente, se ve que le había empezado a gustar


-Te empezó a gustar putita?!

-Ahora si, un poquito, pero todavía me duele…

-Querés que te acabe? Querés que te llene el culito de leche?, dije porque sentí ese cosquilleo en los huevos.

-AAhhhhhhhh!!

-Decíme, querés la lechita en el culo

-SSssiiiii!!

-Pedime que te lo rompa!!

-Rómpeme el culo, haceme lo que quieras!!

-Que putita!! Te voy a llenar de leche putaaaahhh!

-Aaaaaayyyyaaa! Aaaaahhhh!


Y entré a acabar a chorros es ese ortito. “Sentí como te lleno toda!!”. Se la metí hasta el fondo y le regué la cola con una cantidad increíble de su leche. Estaba teniendo un orgasmo impresionante. Me quedé temblando de placer afirmado a ese culo que me estrujaba la pija. Cuando la verga empezó a ceder en erección sentí un poco de dolor. Entonces la saqué del culo roto y brotó un río de semen.

La pija salio con un poquito de mierda en la puntita! “Te lo rompí todo!! Jaja”, me reí. Ella dijo “si, me mataste”. “Si, pero te hacía falta una pija como la mía, reconocelo”. “Por adelante la gocé un montón, por eso te dejé que me lo hicieras por atrás”. “Ya la vas a disfrutar por atrás también, quedáte tranquila”, le dije y la llené de besos en agradecimiento. Después ella se fue a sentar en el bidet y yo me metí en la ducha.

Volvimos a la cama y al rato estábamos los dos dormidos. Hacía muchísimo que no me quedaba a dormir en lo de una mina. Pero se ve que me sentí cómodo porque me parecía que la conocía un montón. Y lo que habíamos hecho recién ameritaba.

Al día siguiente amanecí como siempre, con la verga al palo y ganas de mear. En vez de ir al baño busqué el culito de Cintia y se la apoyé. Después le acaricié despacito las lolas y bajé hasta meterle una mano en la entrepierna.

Ella cuando reaccionó se dio vuelta y me dio un beso al tiempo que me manoteaba la pija dura. Me pajeó despacito mientras nos besábamos y yo me acomodé para quedar boca arriba. Entendió al toque que quería un pete y bajó hasta encontrarse con mi pija.

-Ahhhhh…siiii, dale putita … métete mi pija en la boca,- dije cuando Cintia empezó a comérsela.

-Mmmmmm!,- largaba ella que extendió el rango de acción hasta los huevos.

-Siiiii, chupame las bolas, comete la pija…meteme la lengua por todos lados…,- decía yo loco de calentura.

Después ella agarró la pija y arrodillándose encima, se la acomodó en la concha y entró a cabalgarme sólo la cabeza de la pija. Yo no tenía forro puesto, pero me chupó un huevo. Igual se sentía tan bien que mandé la orden al cerebro de no acabar.

-Uyy hija de puta que bien que me cogés!!!

-Te gusta?

-Si me encanta, a vos te gusta?

-Siii, mucho!!!

-Y eso que ahora se te pasó el pedo!!!

-Mejor, así siento todo!!!

-Por las dudas no te acuerdes de que tenés novio y le estás metiendo los cuernos con tu jefe!!!

-Es por trabajo entonces!,- dijo y se rió.

-Y dicen que no hay que mezclar el placer con los negocios! Jajaja!

-Eso lo dicen porque no les ponen una pija como la tuya enfrente. Jajaja!

-O un culito como este!,- dije agarrándoselo.

Después cogimos re bien. Mi pija no se bajaba más y ella acabó dos veces. Una arriba mío, y cuando se derrumbó después del orgasmo la giré y seguí dándole onda misionero hasta que acabó otra vez.


Después se la saqué y le pedí que me la comiera otra vez para hacerme acabar. “Chupáme bien la verga… pajeame despacito…. escupíme la cabecita…”, le indicaba yo. Mientras le amasaba las tetas con una mano y le acariciaba el pelo con la otra.


Ella estaba recopada con el pete. Se ve que le gustaba petear. “Chupala bien así puedo romperte el culo de nuevo!!”, le dije. Ella ni bola, se la siguió comiendo. Mi pija ya chorreaba de saliva. Me zafé del pete que me encantaba, para hacer algo que me gustaba todavía más.

-Vení arrodíllate y abrí bien la colita!!

Ella se acomodó en cuatro al borde de la cama como la noche anterior.

-Agarrá del cajón de la mesita de luz que tengo el lubricante sin usar…,- dijo.

Abrí el cajón y ahí estaba el Analub que le habían regalado. Todavía tenía el precinto. Lo destapé y me puse un poquito de crema en la yema de los dedos y se la apliqué en el ojete, que seguía colorado todavía de la batalla del día anterior. “Preparate porque te voy a destrozar este culito hermoso de nuevo!!”. Ella no contestó.

“Te quedaste con ganas de más pija por el culo?”, le pregunté al ver que se dejaba. No podía creerlo. “Al final me había entrado a gustar, quiero ver si ésta vez me gusta más…”. “Esperaste mucho para esto y ahora te querés sacar las ganas, no?”. “Si es eso, jajajaja”, se rió ella.

Terminé de trabajarle el culo, y cuando vi que ya le entraba un dedo sin problemas evité poner el segundo para que no se tensara. Directamente me lubriqué bien la japi y se la acomodé en el orto.

-Ahí va!! Te la voy a clavar toda putita!!

-Siiiiiiiii, aaayyyy,- largó ella a la par que le entraba el glande en el ojete.

-Uyy, qué lindo se ve tu culito ensartado!

-Ayy cómo me duele!

-Eso te pasa porque no sabés decir que no! Vista mi pija y te enamoraste puta! Nocierto?

-Es que ténes una pija divina!!

-Y dónde está mi pija ahora? La tenés metida en el culito?

-Sí.

-Sí que?

-Si la tengo metida en el culito.

Le dejé la pija clavada y sin moverme le seguí la charla para aflojarla y distraerla. Mientras le acariciaba el culo, el vientre, las tetas… Al final llegué con una mano a la cajeta y le empecé a frotar muy suavecito el clítoris. De paso aproveché para acercármele y hablarle a la oreja.


-Hace rato tenía ganas de hacerte esto Cin, y ahora mirá como te estoy rompiendo el culo de trolita que tenés!!

-Siiii, me tenes ensartada por el culo hijo de puta!!

-Te gusta putita... te gusta que te rompan el culo?!

-Siiii hijo de puta la siento hasta el fondo!!! Me estas rompiendo el culo!!

-Que culo tenés Cin!! No puedo creer que el pelotudazo de tu novio te perdonó el orto!!! Qué forros que son algunos!!!

-Yo no quería!

-Mentira puta, desde que fuiste a la despedida de soltera que volviste con ganas!

-Pero tenía miedo de que me doliera!

-Nada que ver, la mía te partió al medio anoche y ahora te la estás comiendo de nuevo. Lo que vos querías era un pija que te calentara mal. No putita?

-Si tenés razón,- dijo entregada mientras disfrutaba de mis caricias en la concha y mis besos de lengua en la nuca.

-Y ahora mirá los cuernitos que le pusiste!

-Si pobre!

-Pobre las pelotas! Por lo que se ese boludazo nació para cornudo! Y vos necesitas un buen machito!

Después de eso me la entré a coger despacito mientras intensificaba el trabajo con la mano en su conchita. Con lo lubricado que estaba el culito y la pija entraba sin problemas. El día anterior le había dado sin asco para sacarme la calentura, por eso ahora quería que lo gozara ella también, si era posible.

-Te gusta la pajita que te estoy haciendo?

-Siiiii muchooooo

-Ya veo, me empezaste a mover el culo mientras te toco.

Ella respondió contorneando el culo un poco más.

-Uyyy....move el culo así..., así me gusta!!

Ella revolvió otra vez el ojete y soltó un “ayyyaaaaahhh!”.

-Te duele mucho? Querés que te la saque?!,- dije para hacerme un cacho el humanitario.

-Sii. Me duele… Me duele pero me gusta….Seguí así… ahhhh…

-No te arrepentís de haber probado con una pija grande? Hubiese sido mejor con la verga chiquita de tu novio?

-Noooo, tu verga es mejor que la de mi novio!

-En serio puta?

-Sii, en serio, me encanta tu pija, me llena toda!

-Este ojete es un infierno! No puedo creer que el pelotudazo ese nunca te hizo el culo!

-Noooo, nunca me hizo el culoooo….

-Ahora se lo vas a poder dar sin problemas, te va a quedar el orto bien abierto!!

-Si Max… abrime la colita…sii.ahh.

-Te gusta hija de puta? Te gusta como te estoy rompiendo el orto de puta que tenés?

-Siiiii, mmmmmm, ayyy, que buena pija!

-Mirá trola, te entra toda ya!!

-Sii dámela toda, ayyy como me llena el cuuuloojjj!

-Si puta tomá cométela toda!

-Si dame, dame Max, dame que quiero la leche!


La seguía bombeando sin parar, mientras tirándole del pelo le gritaba: “Que culito apretadito que tenes, te lo voy a llenar de leche!!”

-Siiiii quiero que me llenes el orto de leche

-Falta poco, disfrutá putita, después vas a pedirme que no te la saque!,- dije y la bombié a lo bestia.

-AAAagggyyy!! AAAagggyyy!! AAAagggyyy!!

-Sii nena, ssssiiiiiii, ahí te va la leche!!!!


Yo sentía que me hervían los huevos y volví a explotar con todo como la noche anterior. Fue un orgasmo brutal. Ella no acabó por el culo (algo bastante difícil para la segunda vez que se lo hacía), pero le encantó y a la semana lo volvimos a hacer en mi casa.

Hoy a Cintia me la como una o dos veces por semana. De vez en cuando me hace un pete en la oficina, y un par de veces me la cogí en el escritorio. Una sola de esas veces la doble en el escritorio y le rompí el culito. Se tuvo que morder la mano para no gritar.

Por suerte parece que nadie se dio cuenta de nada. Su novio tampoco. Ella dice que no lo deja porque es muy bueno. Pero para mi que le gusta meterle los cuernos. El culo la puta se lo sigue negando.