jueves, 8 de abril de 2010

Reconciliacion

Habíamos peleado, mi chica termino la discusión con un portazo dejando mi depto, así pasaron unos días, sin llamadas, sin vernos, pero extrañándonos muchísimo.

Paso como una semana, me tome un día libre, sin llamadas, sin compu, sin estar en mi depto, me fui al parque a vagabundear con algo de comida en la mochila, se hicieron como las 4 de la tarde, me subí a un viejo olmo en el que solía jugar con unos amigos cuando era mas chico, tiene una rama enorme en la que uno puede sentarse, recostarse en el tronco y descansar.

Me quede ahí un rato, mirando la lejanía de la ciudad, en un momento escuche un ringtong, era el del celular de mi novia, mire en todas direcciones hasta que la vi, estaba a unos metros, recostada en el césped escuchando música en su Ipod, no dije nada, solo me limite a observarla, en un momento volteo y me vio, la salude tontamente con al mano pero no respondió.
Pasaron varios minutos, luego se levanto y vino hacia le árbol, traía un pantalón deportivo ajustado, y una blusa algo suelta, estando mas cerca me saludo con un "hola" bastante frio.

-Hola- Respondí con una sonrisa.
-¿Me andas siguiendo?
-No, solo salí a andar un poco ¿Y vos?
-También.
-Subí, hay lugar para dos.

Intento subir pero su habilidad para trepar arboles deja mucho que desear, así que la ayude, se sentó frente a mi, le convide uno de los sándwich que traía, no hablamos, solo nos miramos y comimos, le ofrecí un poco de agua, pero no quiso. Terminamos, arregle la mochila y nos quedamos allí.

-Te extraño- Le dije tocando un mechón de su pelo.
-Yo también.
-¿Entonces?
-Nada.
-¿Nada?
-Esta bien, te extraño y me heces falta y tenes razón, soy yo la que nunca tiene tiempo para los dos.

Cierto, así arranco la discusión, ella me planteo el hecho de que nos veíamos poco, y le hice entender que es ella quien estaba siempre con un pretexto, o las amigas o los padres, o algo mas.

-Lo se, y también me haces falta.
-Te quiero.
-Te amo.

Se acerco para besarme, pero retrocedí un poco hasta recostarme en el tronco, se lo mucho que le gusta tenerme arrinconado.
Puso sus piernas sobre las mías mientras acariciaba mi cabello, la bese con suavidad, sus senos se apretaron contra mi pecho, acaricie su cabello y su espalda, podía sentir sus ansias, esa semana de separación había calado hondo en los dos, comprendí lo mucho que necesitaba sentir su calidez.
No me contuve, acaricie sus senos, metí mi mano en sus pantalones, no me importaba si alguien nos veía, la deseaba, la necesitaba.

Baje por su cuello hasta donde pude, desprendió mi pantalón mientras me mordía los labios, tomo mi miembro y lo apretó haciendo que se endureciera, tome su pantalón y sujetándola se lo baje tanto como pude, sujete sus nalgas y la subí sobre mi, la penetre mientras escapaba de sus labio un gemido.
Comenzó a cabalgarme sin dejar de besarme, sentía su interior tan suave y cálido, estábamos mojados, estallo en un orgasmo mas rápido que nunca, estaba muy agitada, eleve un poco mi cadera hasta llegar a su limite, abrió su boca conteniendo un gemido ahogado, acabe despacio y sin ninguna prisa, me miro muy sonrojada, nos quedamos ahí sin movernos.
La noche cayo, y volvimos a casa, lo hicimos un par de veces mas, le prometí que no nos separaríamos, sin importar lo que sucediera.