miércoles, 28 de abril de 2010

Mi cuñadita 3

Mi Cuñadita¡No me había percatado de lo bueno que estaba Helen! En realidad nunca la mire con otros ojos, viéndola en ropa interior despertaba deseos oscuros dentro de mí, cuando vi su pelo rubios, esa hermosa cabellera que bañaba su espalda desnuda mientras se sacaba su pantalón, me hizo repensar las cosas, mientras la charla fluía con temas relacionados al sexo me dieron unas ganas tremendas de cogérmela, hacia mucho que había estado con otra mujer ¡desde que me puse de novio! más de un año hacia.

Le dije que me había gustado verla de espalda que tenía un culo hermoso, que me recordaba a alguien, se rio y me pego con el codo.
-¡Al pelotudo de mi novio también le encantaba mi cola!, ¡para poder acabar siempre me hacia poner de espalda recostada sobre una almohada sacando cola!- comento
-¡No me quiero imaginar la escena! Le dije esperando su respuesta obvia para rematar.
-¿Por? Contesto ella
-¡Porque me excitaría mucho verte así! remate
Un silencio incomodo interrumpió la conversación, prendió un cigarrillo y me paso una pitada, acepte en silencio, ella no decía nada ¡la puta madre la hice enojar! Pensé medio preocupado, termino su cigarrillo y me dijo:
-¡¿Sabes?! Pensándolo bien, me gusto que te excite esa escena -dijo y giro al instante, puso un almohada debajo de su cintura y lentamente bajo las sabanas descubriendo su hermosa cola, su piel blanca pálida contrastaban con mis sabanas negras era extremadamente excitante esa escena

-¿Te excito? - Pregunto con su cola bien parada y su pelo rubio desparramado por las sabanas, sus brazos estaban verticalmente alineados hacia arriba.

La misma electricidad que sentí al ver a Belén de espalda y en bombacha me inundo el cuerpo, una extraña sensación me invadía un deseo animal se apoderaba de mi cuerpo el deseo de carne era embriagador, hundí mi cabeza entre sus nalgas y pude sentir su olor a hembra, era una fragancia excitante, su piel suave, sus gemidos, ese pelo rubio, su espalda que parecía finamente tallada en mármol por algún gran artista de la antigüedad se arqueaba insistentemente , atine a sacarle la bombacha de espaldas y hundí mi lengua sobre sus labios vaginales, recorrí con mi lengua toda la zona hasta la entrada de su culito, esa conchita sabia tan bien, su sabor era extraordinario, quería quedarme desgastando su sabor todo el tiempo, sus gemidos aumentaban mientras mi lengua golpeaba la puerta de su culo como queriéndose abrir paso entre esas nalgas carnosas, mis dedos se introdujeron en su vagina, estaba toda mojada era increíble lo caliente que estaba, seguí un rato largo chupándole el culo metiéndole mis dedos, luego la di vuela su piel estaba caliente sus cachetes mas colorados que de costumbre y en su rostro una mueca entre risa y placer, sus pechos redondos aun no habían sido liberados de la presión de su corpiño, se veían irresistibles con una torpeza propia del instinto salvaje que me invadía se los arranque como pude y comencé a chupárselos sus manos fueron a parar en mi nunca clavándome las uñas y tirando mi pelo como enloquecida, de un tirón violento la volví a su posición de espalda, tome los cachetes de su cola y los abrí lo que más pude, sentí que se contraían un poco, como queriendo desprenderse de la presión que mis manos ejercían, su cabeza giro mirándome, como implorando que la penetre, su mejilla izquierda brillaba con un resplandor de fuego. Sus labios más rojos que de costumbre soltaron unas palabras.

-¡Métemela por favor! Dijo con tono de suplica, sus cachetes seguían abiertos, nuevamente hundí mi cabeza entre ellos y mi lengua se poso en su culo de nuevo, su cuerpo se retorcía de placer, levante mi cabeza y como si fuera una gran estrella porno escupí abundante saliva en su culito, se giro con una mueca de preocupación como advirtiendo lo que iba a hacer, pero fue tarde porque la cabeza de mi pene estaba intentando ingresar a la fuerza dentro de ese culito, soltó varios gritos de dolor y algunos que otros insultos pero seguía quieta como dispuesta a seguir, su culito poco a poco dejaba ingresar mi pija podía sentir como iba cediendo, estaba realmente estrecho, su gestos de dolor me excitaban tremendamente, la forma en la que cerraba sus ojitos y sus labios que exhalaba aire constantemente como soplando.

Lentamente mi pija entro totalmente, estaba realmente estrecho ese culo me quede quieto hasta que se dilate mas porque me ardía la pija, luego lentamente comencé a moverme, mientras besaba su cuello podía sentir la rigidez de su rostro que aun no se acostumbraba con mi pija en esa colita bella, los minutos pasaban y comencé a moverme más rápido, el sudor me corría por el cuerpo, su piel estaba igualmente sudorosa, su pelo rubio se enredaba en mi boca, recordaba el culo de mi cuñadita y mientras me cogía a Helen, ¡dios que bien se sentía esa sensación! Luego pasaron unos minutos y los chispazos de semen se desparramaban dentro de su cola, quedo exhausta mi pija todavía estaba dentro, sentía como que palpitaba, luego lentamente se la saque desparramando restos de semen por su cola que luego se desparramo hacia abajo, era tan excitante verla de espaldas con la cola llena de mi leche que me volví a excitar, pero ella se levanto con dificultad y fue al baño, me dio gracia al principio pero recordé que era Helen mi mejor amiga y realmente solo lo había disfrutado yo así que me decidí a compensarla.


Regreso a los 10 min. Aproximadamente toda duchada con una toalla alrededor se la notaba un poco tímida como con culpa supuse, me acerque y la abrace y le di unos besos cortitos por toda su cara, ella sonrió tímidamente y me tomo la cara y me beso, todo esto sin decirnos nada, no hablábamos de nada, después de un rato largo rompió el silencio y me dijo
-¡Me duele un montón la cola Boludo! Con gestos de nena caprichosa y haciendo pucherito, con lo cual mi reacción fue de ternura, la abrace y le pedí perdón.

Charlamos un rato nos reíamos hasta que decidí darme una ducha yo, cuando volví estaba dormidita , se había puesto su bombachita y estaba de espalda como sugiriendo que la abrace estilo cucharita, me acerque y la abrace, mi pija estaba dura, la punta de mi pene presionaba sobre su cola, no aguante mas y la puse boca arriba lentamente, para que no se despierte del todo, luego me quede quieto esperando que se duerma profundamente, pasaron unos minutos y ya estaba seguro que estaba dormida, tome las puntas de su bombachita y la deslice hacia abajo tan lentamente que pasaron como 10 minutos hasta que pude sacársela del todo ahí estaba Helen desnuda, de frente, durmiendo no tenía nada de bello vaginal, sus labios vaginales de tono rosado se descubrían antes mis ojos, lentamente separe sus piernas y comencé a besarla por su entrepierna, en realidad a deslizar la punta de mi lengua, bese sus labios vaginales hasta que mi lengua se abrió paso, recorrí su clítoris, note como se mojaba y emitía soniditos raros pero increíblemente no se despertaba, igual yo era muy cauto todo lo que hacía, lo hacía con la máxima delicadeza posible, seguí chupándole la concha como por 10 minutos sabia tan bien, me di cuenta que tenía prácticamente toda la cara mojada ella estaba mojadisima, y se retorcía, por momentos parecía que le daban espasmos de placer, sus piernas la delataban, moje mi dedo índice con sus propios jugos vaginales y se lo introduje pude notar las contracciones de su vagina cuando mi dedo como llamado a alguien tocaba una sustancia rugosa dentro de ella.
En eso sentí sus manos que me tomaban de la cabeza, levante la mirada para mirar que pasaba, y me sorprendí con su rostro, parecía sacada fuera de sí.
-¡Seguí, seguí! ¡Por favor! Dijo con su cara desencajada ardiendo en llamas pude sentir como acababa, sus gritos me lo confirmaban, luego me agarro los pelos con furia llevándome hacia su boca y me ordeno:
-¡ahora cógeme como si fuera un negro camionero! ¡Dale trátame como puta!
Puse una almohada debajo de su cola y sus piernas fueron a parar a mis hombros, la penetre con fuerza, trataba de no calentarme tanto yo, la idea era darle el placer a ella aunque era tarde estaba re caliente iba a ver cuándo podría durar, tome sus pechos con fuerza y los apreté fuerte mientras me la cogía a toda velocidad, sus gritos se escuchaban por toda la casa estoy seguro que todos se enteraron que estaba cogiendo y por como gritaba la mujer era un experto, eso me dio satisfacción, me hace quedar bien pensé riéndome.
Tuvimos una sección de sexo increíble, realmente tuve la sensación que la hice gozar como nadie, quede satisfecho conmigo mismo luego se durmió exhausta se veía hermosa dormida así que la deje durmiendo y me fui a dar otra ducha porque realmente estaba cansado. Luego me acosté a su lado y me dormí.
Soñaba con mi cuñada, que estaba bañándose en la pileta con una biquini pequeña su pelo negro mojado y me miraba sugestivamente y se acercaba gateando yo estaba recostado en una reposera pero no podía moverme, luego ella se acercaba y tomaba mi pija y me la chupaba con dulzura, intentaba posar mi mano sobre su pelo pero no podía moverla sentía que mi pija explotaría, podía presagiar que pronto unos chorros de semen inundaría su garganta, sus labios, abrí los ojos y vi una cabellera rubia que subía y bajaba sobre mi pene, note que Helen me estaba chupando la pija, “devolución de gentileza” pensé maravillado y pude ver sus ojitos miel brillando la luz que se filtraba por la ventana los hacía resaltar de un modo asombroso no aguante mas y los chorros de semen se dispersaron entre su rubia cabellara, sus labios y por toda su cara, cada chorro de semen que salía expulsado iba a parar en alguna parte de lo ya mencionado.

Continuara