miércoles, 27 de octubre de 2010

Mi Jefe

Secretaria SexyHola a todos, soy Alejandra, aca les traigo un relato nuevo, yo era muy joven y apenas comenzaba a trabajar de camarera en un camping.
Espero que les guste, comenten y escriban cosas lindas.


Durante un tiempo trabajé como camarera en un camping donde se hacían eventos grandes durante todo el fin de semana. Se hacían fiestas de casamientos, eventos políticos, de deportes, etc. Una tenía que ir bien temprano el sábado, preparar el desayuno, después limpiar, preparar el almuerzo, limpiar, preparar una merienda, o ir a atender en la pileta del lugar, después la cena, y finalmente la fiesta hasta el domingo a la madrugada. Eran muchas horas, demasiadas. Pero pagaban muy bien, y la propina era mucho mejor. Hacer eso 3 veces por mes no significaba ningún sacrificio.
Diego era el encargado del lugar. Tendría unos 32 años. Yo lo conocí por su mujer, Laura, porque íbamos juntas al mismo gimnasio, y conseguí el trabajo gracias a ella.
Diego era de aparecer poco durante la jornada laboral. Estaba en el lugar, pero casi que no nos prestaba atención a las camareras. Si podía pagarnos antes era mejor, de esa forma se evitaba tener que vernos luego. Además siempre iba con su esposa a una cabaña del camping a descansar.
Una tarde un alto dirigente político me habló que se sentía muy conforme con el servicio, y que quería felicitar en persona al encargado del lugar, por lo tanto tuve que salir a buscarlo por todas las inmediaciones del camping.
Busqué en la pileta, en los kioscos, en el salón, en la parrilla. Finalmente lo encontré, estaba en la cabaña con su esposa. Vi su silueta por la ventana, estaba de pie, de espaldas. Yo tuve que dar la vuelta, la puerta estaba del otro lado, y encima estaba casi abierta de par en par, por lo tanto no tuve la delicadeza de golpear antes de entrar.
Abrí lo que quedaba de la puerta e ingresé. El levantó su vista y antes de que yo pronunciara palabra alguna quedé muda y roja de vergüenza y muy incómoda. Laura, que por suerte no me escuchó entrar, estaba de rodillas frente a él, vestida, Diego estaba con sus jeans por las rodillas. Su mujer le estaba practicando sexo oral, y yo estaba a unos pocos metros de la situación. Yo podía oír el chasquido de la saliva de Laura cada vez que su boca chupaba el pene de su marido, acompañado por pequeños y eróticos gemidos. Diego sujetaba con ambas manos la nuca de su mujer, y me miraba con ojos de pervertido, mientras su boca hacía muecas de placer. El pelo de Laura era largo, de un rubio oscuro, y ondulado. Su cabeza se movía hacia atrás y adelante. Yo permanecí de pie, anonadada, sin saber qué hacer, ya era tarde para salir corriendo y fingir no haber visto nada. Luego de un par de minutos de ver aquella escena, me alejé caminando hacia atrás tratando de no hacer ruido, y me quedé en la puerta.
Luego de un ratito los dos salieron caminando de la cabaña. Diego me saludó como si no hubiese pasado nada, fingiendo muy bien. Yo estaba muy nerviosa. Le dije que el político lo estaba buscando y se fue, dejándome a solas con su mujer. Laura me saludó alegremente con un beso en la mejilla, pude sentir que de su boca salía un aroma a semen muy fuerte, y una parte de su mejilla estaba craquelada debido a que el semen se había derramado allí y ya estaba seco. Ella se excusó diciendo que iría al baño. Era lo más lógico, pensé, tenía que ir a lavarse.

Durante la semana, en las clases del gimnasio, cada vez que veía a Laura con sus calzas ajustadas, mi excitación se incrementaba notablemente. Le miraba con atención sus labios, su boca, donde había estado el pene de Diego. Me volvía loca el hecho que ella me hablara como si yo no supiera nada, y lo había visto todo, la había escuchado gemir de rodillas, y eso me incitaba demasiado.
Al siguiente fin de semana se hizo la reunión previa a cada evento, donde Diego nos indica que hacer a cada una, y cual será nuestra tarea. Como lo sospeché, me dejó para lo último. Quedé sola en su oficina.
- ¿Te gustó lo que viste el otro día? – me consultó.
- Ay, Diego, por favor…
- ¿Te gustó o no?
- Fue un momento incómodo.
- ¿Te gustó?
- Si.
Me indicó cual sería mi labor. Solo tenía que estar detrás de la barra para preparar los tragos de la tarde y de la noche. El resto del día solo debía hacer acto de presencia y atender a quien lo necesite, no debería armar las mesas ni lavar las vajillas. Además me puso a cargo del resto de las camareras, cosa que molestó bastante el resto de las chicas.
- Te estás cogiendo al jefe trola…- me decían, mitad en broma, mitad en serio.
Esa tarde Diego me pidió que le llevara un trago a su cabaña. Cuando entré volvió a preguntarme.
- ¿Qué tanto te gustó lo que viste el otro día?
- Diego, basta, por favor…
- ¿Cuánto?
- Diego…
- ¿¿??
- Un poco – dije mirando hacia abajo y corriéndome el flequillo.
- ¿Pensaste en eso en la semana?
- Si.
- ¿Te excitó?
- Si.
Diego se puso de pie.
- Vení – me dijo – Arrodillate.
Yo sabía lo que me pediría. Traté de poner la excusa que su mujer era mi compañera, y que me llevaba bien con ella, pero él no comprendió, volvió a exigirme que me arrodillara frente a él. Una vez que lo hice, Diego sacó su miembro, que ya estaba erecto, y lo introdujo en el vaso trago largo, mojándolo con el trago de frutilla que me había pedido.
- Chupá puta, chupá…
Yo se la chupé. Un poco porque estaba excitada por recordar lo que había visto y porque la charla previa que había mantenido con él me mojó, y otro poco porque Diego estaba muy bueno, y su pene era estéticamente hermoso. Gordo, largo, una cabeza linda, prolijamente depilado, con una vena que sobresalía en uno de sus costados.

Cuando la introduje en mi boca el sabor a frutilla me excitó más. Yo succionaba su miembro con mis labios, lo metía y lo sacaba, todavía no era el momento de jugar con mi lengua ni de masturbarlo con mis manos, una buena mamadora mama usando solo sus labios. Luego movía mi cabeza en círculos, raspando con mis labios y la parte interna de mis mejillas todo el tronco de su pene. Llegó el momento de jugar con mi lengua, con mi mano, apenas con la punta de los dedos, sujeté el pene para que quede quieto, mientras con la carne de mi lengua lamía desde la base hasta la puntita, donde me quedaba jugando en el ojito, robándole el primer gemido y su primer temblor de piernas, hice ese movimiento varias veces, cada vez comenzaba la lamida desde más abajo, desde sus testículos, desde la parte trasera de sus testículos, hasta que llegué a su ano, que por suerte estaba depilado, y permanecí allí, chupando su culo un rato largo, mientras con mi mano pajeaba su pija, y con la otra acariciaba sus huevos. Volví a lamer su tronco, me detuve con mis labios en su punta y la raspé con toda mi lengua, toda la carne tibia y húmeda de mi lengua apoyada sobre la cabeza de su pene. Él lanzó un gemido enorme y por un segundo creí que iba a eyacularme en la boca. Me alejó y comenzó a desvestirme.
Cuando empezó a chuparme las tetas mis pezones ya estaban erectos, duros, apuntando hacia el techo de la cabaña. Él los lamió, jugó con su lengua en la puntita más sensible de mis pezones, yo me estremecí, comencé a jadear, mi piel se erizó y mi vagina chorreó un pequeño hilo de flujo que recorría mis muslos. A medida que chupaba mis tetas mi jadeos se convirtieron en gemidos, él metió su mano en mi vagina, primero la estimuló con un dedo, hasta que se abrió un poquito y pudo meterme dos, los metía y los sacaba, los metía y una vez en mi interior los doblaba de tal forma que quedaban como un gancho, y al sacarlos rozaba mi clítoris, haciéndome gemir con fuerza y pasión. Me vi rápidamente moviendo mi cadera sobre su mano, masturbándome, haciéndole el amor a su mano. Finalmente acabé, lancé un gemido largo a la vez que mis piernas temblaron y de mi vagina salió un tibio y pegajoso flujo que bañó su mano.

Llegó el momento del cunnilingus. Me recostó en el sillón, yo aun tenía mis piernas y mi vagina dormidas por el orgasmo reciente. Sentí la humedad de su lengua deslizarse por mis labios vaginales, me perdí en el placer, sujeté su nuca con ambas manos y comencé a gemir a los gritos y mover mi pelvis al compás de sus lamidas, ahora le estaba cogiendo la cara, y me gustaba, era una putita entregándose a su jefe, y eso me excitó mucho. Mi clítoris estaba sensible, y no tardé en volver a llegar al orgasmo, esta vez fue su cara la que se vio bañada de mi flujo.
Conmigo aun tirada en el sillón al borde del desmayo por el placer, Diego se reposó sobre mí y comenzó a penetrarme. Su pene ingresó sin inconvenientes en mi vagina, todo estaba muy bien lubricado. Yo agarré sus glúteos con fuerza y el comenzó a jadearme en el oído, yo gritaba…
- Ahh, ahh, así, así, me gusta, ahh, así…
Sus muslos goleaban la parte interna de mis piernas, me estaba dando con bastante fuerza, eran penetraciones lentas, no rápidas, pero profundas y fuertes, él quería que yo sintiera toda su pija en mi interior. Se movía en círculos, de frente, lamía mi cuello y mis orejas y me decía al oído que era una puta…
- Que puta que sos pendeja, como te gusta…
- Sí, me encanta, no parés, así, así…
Cambiamos de pose. Me tocó a mí ir arriba suyo. Llegó mi hora de demostrar mis cualidades como amante, de mostrarle que no era una pendeja, que era una mujer que sabía cabalgar a un hombre, tenía que demostrarle que sabía coger.
Sujeté su tronco por la base y me lo froté en la entrada de mi orificio vaginal, los flujos que salían de mi cuerpo hacían ruidito. Introduje solo su puntita, la parte más sensible, él jadeó y me agarró del culo con fuerza, como tratando de mermar el placer que le estaba generando. Luego metí su pija hasta la mitad y bailé en círculos sobre ella, me meneaba, siempre sujetándolo desde la base del tronco. La saqué y volví a meterla hasta la mitad, me fascinaba ver su expresión, sus ojos se cerraban con fuerza, fruncía su frente y abría la boca, yo me encontré inconscientemente imitando esa mueca de extremo placer.
Finalmente metí su pija en su totalidad, gemí, a pesar que mi vagina ya estaba abierta y lubricada, sentí un pequeño ardor que me hizo gemir. Comencé la montada de la mejor forma que pude. Coloqué mis manos en mi propia nuca, me senté en su pija con la espalda bien derecha, como una señorita inglesa que se sienta bien en una silla, tiré el culito para atrás, y desde allí me movía hacia arriba y hacia abajo, meneándome también a la vez para adelante y para atrás, un movimiento muy desgastante desde lo físico, ya que al no apoyarme con mis brazos toda la fuerza la estaban haciendo mis muslo y mis glúteos. Eso me gustaba. Yo gemía, gritaba de placer, me mordía mis labios y entrecerraba los ojos, estaba gozando mucho. Él cada tanto me daba una nalgada y yo lanzaba al aire un grito y alguna que otra obsenidad.
- Sí, pegame papito, pegame…

Comencé a transpirar y mis piernas temblaban, mitad placer mitad por el cansancio, estaba llegando al límite, debía apoyar mis manos en su pecho o en el sillón para ayudarme, pero mi orgullo femenino me lo impidió, mis movimientos ya no eran tan sexys, sino más bien bruscos producto del cansancio. Cuando mi cuerpo ya no pudo más caí desplomada sobre su pecho, y continué haciendo pequeños movimientos desde allí, hasta que mi fatiga y mi falta de aire fue tal que permanecí quietita sobre él, aproveché para besarlo, sus labios y su lengua, su cuello.
Diego se incorporó y se paró detrás de mí, hizo que apoyara una de las rodillas en el sillón, mientras que la otra pierna estaba apoyada en el suelo, mis manos se sostenían del respaldo del sillón, quebró mi cintura haciendo que mi culito quedara bien parado. Jugó con su pija en la entrada de mi anillo anal, generándome mucho placer, jugó allí un rato, como esperando mi aprobación.
- Sí papito, damela, dame ahí…
Fue todo un caballero. Rompió mi culo con mucho cuidado. Primero me lo chupo hasta que sus glándulas salivales se secaron, luego introdujo un dedo, luego dos y los movió un círculos, haciendo una especie de cono para ir abriéndolo, luego comenzó a pujar con su pene, sentí su cabecita dentro de mí, la sacó, presionó un poco más, hasta que ese CRACK que indica que la pija ya está adentro se hizo presente. Aun así, volvió a sacarla y meterla hasta la mitad, hizo eso varias veces, hasta que mi ano ya estuvo bien abierto. Finalmente la metió toda. Yo grité, sentí un dolor inmenso, pero el placer que me genero fue terrible, sentía un palo raspándome la parte interna de mi estómago, su pija me estaba cogiendo por el culo y eso me volvió loca. Empezó a bombearme cada vez con más fuerza, con sus manos separaba mis glúteos, me sentí muy puta, muy sucia, mi jefe me estaba abriendo el culo, me estaba dejando humillar, estaba indefensa, sometida a su sano antojo, mi culo estaba cada vez más abierto, por lo tanto la penetración era cada vez más profunda, y sus nalgadas cada vez más fuertes. Mis nalgas ardían, y me las imaginé rojas debido a los golpes.
Él me habló entre chirlo y chirlo.
- Tomá puta, como te gusta la puta madre, aaarrggg……
Mi desesperación producto de la calentura fue única. Hacía rato que había dejado de gemir eróticamente y sexy para estar gritando como una perra cogida por un caballo, parecía (y me sentía) una actriz porno fingiendo. Se me cruzó por la cabeza que mis gritos seguramente se escucharían en los alrededores inmediatos de la cabaña, y eso en lugar de intimarme, me calentó aun más, y me estimuló a gritara más fuerte.
Finalmente sus movimientos se fueron desvaneciendo a la vez que sus jadeos eran más fuertes, yo estaba esperando su leche en mi espalda, pero no, prefirió acabarme adentro del culo, me di cuenta cuando por mis muslos comenzó a caer como una babosa los restos de su semen mezclado con mis flujos. Él metió y sacó su pija de mi culo un par de veces más, como para saborearme por última vez, y quedamos los dos recostados en el sillón unos momentos.
Me besó, me indicó que me vistiera y que vaya a trabajar.
Desde esa vez, durante muchos meses, cada fin de semana que yo debía trabajar de camarera, terminaba cogiendo con mi jefe, hasta que nos descubrió la esposa, pero eso es parte de otra historia.


Besitos!!!!!!!!!!!

lunes, 18 de octubre de 2010

Mi Prima Mellissa


Nunca crei q mi primera vez seria con mi prima
Espero que les guste mi relato ya que es totalmente veridico.

Bueno esto me paso cuando tenia 17 años, yo nunca me he llevado bien con mi prima pero esto cambiaria y cambiaria nuestra relacion, mi prima melissa una chica de 24 años, de muy buena figura, un buen culo , unas buenas tetas, de estatura normal y blanquita.

Mi PrimaEsto paso en este verano, ya que hacia mucho calor mi familia y la familia de mi prima quedamos en ir a la playa para el dia siguiente, yo como tenia que ayudar a mi tia en su casa un ratito me fui a su casa de mi tia a ayudarla, termine de ayudarla a las 8pm mas o menos y al terminar me fui directo a su baño, entonces toco la puerta y me responde mi prima melissa que me dice que esperara un poco porque necesitaba terminar de ducharse, cuando salido de la ducha estaba envuelta con una toalla, cuando la vi se me pusieron los pelos de punta al ver el rico cuerpo que tenia mi prima.

Tenia un cuerpesito bien rico con una colita levantadita y bien durita, ella salio y se fue a su cuarto entonces entre yo a limpiarme y vi que habia dejado su hilo dental, al verlo no aguante las ganas y me lo puse a oler, tenia un olor bien rico lo que hizo que se me ponga bien dura, termine de limpiarme y me fui a mi casa, esa noche no podia dormir por lo caliente que me puso mi prima, esa noche me masturve dos veces con el recuerdo de mi prima y su lindo cuerpo.

A la mañana todos nos alistamos y nos preparamos para ir a la playa, yo fui a la casa de mi prima y todos hay se estaban alistando, pase por el cuarto de mi prima y vi que ella estaba elijiendo unas tanguitas y me vino a la mente la imagen de ella con esas prendas, no aguantaba las ganas de llegar a la playa, ya cuando todos terminamos de alistarnos nos fuimos a la playa, cuando llegamos yo me cambie y me fui directo al mar a nadar, cuando regrese a donde estaban todos ya habian armado la carpa y todos ya estaban con sus trajes, mi prima estaba con su bikini tan chiquito que hacia resaltar sus buenas piernas que ella tiene y sus lindos senos, ella se puso a tomar el sol y le pregunte que porque no iva a nadar y me dijo que no savia, yo le dije que le enseñaba a lo que ella apsedio, fuimos al agua y la agarre de la cintura y la fui llevando las dentro del agua, mientras mi miembro erecto chocaba con sus nalgas, ella se dio cuenta de eso y me dijo:

- Alexis mira tu eres mi primo y lo que estas ahiendo esta mal, ademas de que eres menor que yo y esto que haces es algo que va contra mis principios y se fue con la familia, yo no dejaba de pensar en lo que me dijo y me arrepentia de tratar de tener ago con mi prima.

Ya a las 5pm nos pusimos a tomar unas cervesas , como mi prima melissa no es de tomar estaba un poco mareadita.

A las 6pm mi prima dijo que tenia que ir al baño de alguna tienda pero como sus padres no querian qui ella fuera sola yo la acompañe, fuimos a una tienda y ella entro al baño, cuando salio nos fuimos, en el camino estabamos conversando , antes de llegar a donde estaba la familia habia una montaña de piedras con escaleras para llegar al ultimo piso del monte en donde se podia ver todo, subimos los dos arriba y nos pusimos a ver el paisaje, yo me disculpe por lo que habia pasado y ella me dijo que esta bien mientras no vuelva a ocurrir, estuvimos hay hasta que se hizo de noche y en eso le dije que ella me gustaba muxo y que aunque sea me permitiera besarla solo por una vez, ella dudo un momento y luego acepto, nos acercamos y nos besamos, estuvimos asi un buen rato, yo entonces comense a acariciarla mientras la besaba y note que ella se exitaba, yo estaba con mi short y ella estaba con su traje de baño pero con una de esas faldas para tapar su calsonsito.

Yo comense a frotar su seno un rato pero ella se me alejo y me dijo que no hiciera eso o se lo diria a mis papas, yo entonces la bese a la fuersa y comense a frotar su vagina y me lleve con una gran impresion al notar que estaba bien mojadita, ella se me alejo y me tiro una cachetada, me dijo que nunca hiciera eso nunca mas , entonces le dije a ella:

-porque estas mojada entonces porque no aceptas que te exito
-no hables tonterias alexis
-es la verdad acabo de tocarte y lo note
-alexis somos primos
-tu me gustas muxo y lo que pase ahora no se los voy a contar a nadie
-alexis pero....
-esta tal ves sera la unica noche q estemos solos asi que xq no la aprovechamos.

Ella se me alejo y se volteo, yo entonces me di cuenta de que no queria hacer nada entonces me puse a ver el paisaje nomas y en eso ella me volteo y me beso en un beso bien apasionado, entonces nos hechamos en el suelo y comensamos a acarisiarnos y besarnos, le quite la parte superior de su bikini y comense a chupar sus senos que estaba bien erectos, ella comenso a gemir, me dijo -alexis esto no se lo cuentes a nadie
- no te preocupes nunca lo dire.

Comenze entonces a quitarle la faldita y su calsonsito desgadito, y asi vi su linda vagina que estaba sin ningun pelito, le pregunte que porque se habia rasurado y me dijo que asi era mas facil masturbarse con sus deditos, comense a lamer su conchita humeda mientras ella gemia como una loca, comense a lamer su clitoris y acariciando sus muslos entonces ella se paro y me quito el short, entonces comenso a lamer la cabesa de mi verga , lo sentia bien rico, ella comenso a lamer y luego se lo metio todo en la boca como una experta, comenso a chupar y yo gemia de placer, la agarre de la cabesa para que no la sacara de su boca, ella lo chupaba bien rico y el placer que me daba era inmenso ademasdel morbo que me daba de follarme a mi prima de 24 años.

Melissa comensaba a chupar mas salvajemente mienrtas me masturbaba, luego ella me tumbo en el piso y me dijo si era virgen y yo le dije que si, entonces ella me dijo que ella me desvirgaria, entonces asi como estaba hechado en el piso ella se sento ensima mio y comensamos a hacer el amor, no podia creerlo, la agarre de los muslos y ella comenso a moverse, tenia unos lindos muslos y la imagen de sus senos moverse a la altura de mi cara me calentaba mas, yo los chupaba sus senos y ella gemia y gemia, me decia que mas mas mas mas y que estaba a puntode llegar, comesamos a gemir y a movernos cada ves mas rapido nos dos, entonces ella arquea su espalda y da un gemido como un ultimo aliento y siento que ella tiene una eyaculacion femenina porque salio con fuersa como en las pelis xxx lo cual yo creia q era imposible, al senti ese chorro y ver su cuerpo y su cara llena de placer yo tambien me corri dentro suyo, me corri como nunca me he corrido con otra chica

Los dos quedamos asi un buen rato hasta q recobramos las energias y saqe mi verga de su vagina yella prosiguio a limpiarla por completos con su boquita, nos cambiamos y nos regresamos con la familia, en el camino ella me pidio un favor, me pidio que esta no fuera la ultima vez, que lo volvamos a hacer de nuevo ya que ella habia estado con muchos chicos pero yo fui el primero con el que ha llegado al orgazmo hasta la eyaculacion, yo la bese y le dije q cuando regresaramos a nuestras casas volveriamos a hacerlo.

Cuando llegamos con la familia ya se estaban preparando para dormir asi que nos fuimos a dormir, y le dije "porque no nos dormimos juntos mi primita" ella acsedio gustosa y nos metimos a mi carpa, pero esa ya es otra historia

Espero que les haya gustado mi experiensia que paso en febrero y con mi primita, es una historia completamente real,  espero sus comentarios.

Simplemente Laura

Chica Sexy
Desde pequeñitos Laura y yo hemos estados muy unidos. Nacimos el mismo día, cosa que hizo que nuestras madres se hicieran amigas con el correr del tiempo, ya que compartieron la misma habitación del sanatorio. Como este es un pueblo que recién esta creciendo, por aquella época no era difícil volver a encontrarse, y eso ayudo también. La considero casi una hermana..., y es así, porque lo hemos vivido casi todo juntos, crecimos juntos, fuimos juntos a la misma escuela, vivimos la adolescencia juntos, cuando cumplimos 18 años pude ver como Laura pasaba de ser una niña a una atractiva chica, y luego llegar a ser una bella mamá y esposa como es ahora. La verdad es que el cambio ha sido maravilloso.

Pero volviendo en esa época, (los 18), a pesar que todavía no estaba totalmente desarrollada, mi hermana "elegida" era una mujer deliciosamente formada. Se podría decir, que para estas épocas, seria la típica lolita o pendeja que se exhibe en Internet. Era y es alta, mide 1.78, delgada (no flaca esmirriada), y con un cuerpo muy bien definido. Si, ya se que los hombres sólo nos fijamos en las tetas y el culo, pero ella tenia mucho más aparte de eso (aunque las todavía tiene bien grandes y en su lugar). El culo era firme, compacto, apetecible hasta el hartazgo..., de esos bien redonditos que dan ganas de estrujarlo, manotearlo, aunque menos sea, mirarlo..., las piernas largas y perfectas, una melena casi rubia (un castaño muy claro), ojos color miel, donde podes perderte eternamente..., una verdadera musa calienta hombres. Ella era consciente de ello aunque no se vistiese de forma provocativa, sabia que tenia a varios pibes a sus pies, rogando por un instante de su atención (cosa que nos provocaba mucha gracia). Y sobre novios de juventud, se que tuvo solamente tres, que duraron poco, las causas del rompimiento eran siempre las mismas..., celos enfermizos hacia cuanto hombre la mirara. Por suerte nunca estuve involucrado en dichas peleas.

Nuestra relación siempre fue excelente, obvio, con discusiones como todos, pero terminaban casi al instante. Fui su paño de lágrimas cuando se peleo con sus novios..., si... las tres veces estuve ahí.
Ya me imagino lo que están pensando..., "este hijo de puta aprovecho ese lado flaco para entrarle... hincarle el diente".
Pero no..., nada mas alejado a eso...; nunca había sentido una atracción física hacia ella, aunque en los típicos años de la adolescencia en los que te matas a pajas no había dudado en mirarle las tetas, el culo y demás, incluso, en varias oportunidades, ella se había paseado flojita de ropa (bahhh... casi en bolas), delante mío, pero no le había dado mayor importancia, como si fuera algo natural entre nosotros. Por mi parte, se podría decir que he tenido bastantes novias, tranzas, aprietes y amigovias, aunque no se porque Laura nunca las aceptó, de hecho cuando se las presentaba me solía decir que era muy hábil en rodearme de las chicas más estúpidas y boludas del pueblo. Nunca comprendí esa reacción, ni tampoco quiero hacerme la cabeza a esta altura.

Esta historia tuvo lugar hace muchos años atrás. Era viernes, estaba en la casa de Laura, como era habitual (era mí otra casa). Mí "casi" hermana se disponía a salir con sus amigas, yo en cambio no salía y debía quedarme en mi casa, amargado, porque estaba sin un puto mango y mi vieja no me había habilitado un mísero billete.
Mientras volvía de la cocina, gaseosa en mano, por el pasillo observé la puerta del baño entreabierta y ví a Lau maquillándose y dispuesta para salir. La verdad es que estaba preciosa.
-No traigas a ningún machito a casa eh… - le dije sonriendo
-Que boludo sos..., ¿que? ¿Te molestaría encontrarme acostada con un chico? - contesto, haciéndose la seria
-No para nada..., pero si es un pibe, lo cago a piñas... y si es una piba me prendo yo también...- conteste largando una carcajada que fue correspondida de la misma manera.
La verdad es que este tipo de conversaciones con Laura eran muy frecuentes, siempre nos estábamos jodiendo sobre temas referidos al sexo.

10 minutos mas tarde, entró al comedor donde estaba con Hilda y Juan, sus padres, para despedirse y se fue sonriendo y mirándome. Creo yo, que era por lo que habíamos charlado un rato antes.
La siguiente hora me la pasé lidiando con el T.E.G., que jugábamos, tratando de zafar y evitar lavar los platos de la cena que habían quedado como castigo para el que perdiera. Obvio que no lo logre y tuve que ponerme a limpiar toda la cocina, pero con la ayuda de Juan que también había perdido.

-che... si no salís, porque no te quedas acá a dormir y mañana temprano nos hacemos un asadito - me dijo Juan.
- dale... - respondí.

Tampoco era la primera vez que me quedaba a dormir en la casa. Era como un hijo más, así que era como mi casa también.
Después de terminar, y hacer café, nos pusimos a mirar una peli y luego nos fuimos a dormir. Tire un colchón en la pieza de Lau y me prendí un pucho a la luz del velador.
Un pensamiento se instaló en mi cabeza, ¿algo interesante debería tener Laura en su habitación? Así que, con el mayor cuidado empecé a rastrear por la habitación. "algo tiene que haber"- me decía. Por más que busqué no logré encontrar nada. Ya estaba por resignarme, cuando, debajo del colchón de su cama, ví un cuaderno, del tipo agenda personal y un video cassette (de los de filmadora). Deje de lado el cuaderno y me dedique al cassette, quería a toda costa saber que era lo que allí se había grabado. Seguro que seria algo muy íntimo, por como había sido escondido.
Gracias a dios, por la tarde habíamos estado pelotudiando con la filmadora y había quedado en el living.
Salí de la pieza, como quien va al baño... un silencio profundo reinaba en la casa, ya Hilda y Juan dormían.
Recogí la cámara y me fui rápidamente al cuarto. Realmente me moría por ver que carajo había en ese video.
Ya con todo listo, lo primero que ví fue una grabación de Lau, común y corriente que duro apenas un minuto, dónde se apreciaba que estaba en un "asalto" con sus amigas, luego como si fuera un corte de la transmisión, apareció en los primeros segundos sólo la imagen de su cama, pero después vino la verdadera fiesta: Laurita aparecía completamente desnuda, sólo llevaba puesto un antifaz, tratando de ocultar su identidad. Mi corazón se aceleró cuando ví que al subirse a la cama, llevaba en su mano un pepino (si... UN PEPINO), de respetables proporciones. Prendió el grabador y empezó a sonar música y mi "casi" hermana se introdujo sin ningún tipo de preludio, ese armatoste en su vagina.
Siento el deber describir como era la escena, no solo para que ustedes se hagan una imagen casi vivida de la situación, sino para que yo también vuelva a disfrutar de ese excelso recuerdo, mientras escribo, como lo hice aquella noche:
"lo primero que me sorprendió fue ver que Lau se había depilado con forma de corazón su vello púbico, no tenia en mente haberla visto totalmente desnuda desde que éramos muy pequeños, y la verdad, reconocí en ese momento, que su cuerpo se había desarrollado mas de lo que podía notarse: sus pechos eran sencillamente espectaculares, grandes pero sin llegar a gigantes, perfectamente redondos y firmes. Su cuerpo delgado estaba tenuemente bronceado, delatado por las marcas de su traje de baño; y su cola aparentaba estar dura como una piedra. Pude ver su manchita de nacimiento, con forma de almendra, en la nalga derecha (me contó que la tenia, pero nunca me había dejado verla).
A todo esto, ella continuaba con su masturbación frente a la cámara, y a juzgar por su cara, a pesar del antifaz, lo estaba pasando francamente muy bien.
Es mas que obvio, decir, que mi pene pugnaba por salir de mi calzón, Que lo parió…! me había excitado con mi “casi” hermana!
Quiero aclarar, que por aquellos tiempos, este tipo de vínculos, aun sin haber lazos sanguíneos, se respetaban a rajatabla, como si realmente existieran. De más esta decir entonces, que pensar en esta situación, se consideraba prohibitiva, rayando casi el “incesto”.
El video duraba solamente tres minutos, pero lo tenía que volver a ver. Rápidamente rebobine y me dispuse a verlo de nuevo. Me prometí mil veces que no me masturbaría pero no lo cumplí, fue mas fuerte mi calentura. Saqué la pija del calzoncillo y comencé a pajearme mientras veía a Laurita meterse ese enorme falo vegetal. No tardé ni un minuto en acabar; como nunca, echando chorros de semen por todos lados.
Me sentí muy culpable por haberme pajeado con Laura, pero quien podía resistirse ante tal infernal pendeja.
Esa noche no pude dormir, le daba vueltas y vueltas al dichoso video, de hecho, de madrugada, encendí la filmadora de nuevo y volví a masturbarme, de lo caliente que estaba.
La verdad es que ese video era, para ese tiempo y particularmente para mi, pura dinamita. A las 6 de la mañana, escuche como Laura llegaba a la casa, pegué la cabeza en la almohada, haciéndome el dormido, sin desestimar el mínimo ruido que se originaba, para no perder detalle alguno. Entro en la habitación, y me imagino, que al verme acostado, saco su pijama y fue a cambiarse al baño.
La sola idea que Lau estuviera a metros mío, sacándose la ropa para acostarse, provoco una erección en mí ya, manoseado pene. Volvió y con sumo cuidado, sin hacer ruido, se metió en la cama.
No había caso, no me podía quitar de la cabeza la imagen de ella desnuda, masturbándose, gozando irreverente frente a la cámara. Asumí, en forma concreta, que Lau, definitivamente me gustaba, me excitaba..., y además, tenia algo que me daba una posición de ventaja sobre ella, había visto su video, sabia su secreto. Era mi deber sacarle partido.
Pasé el resto del fin de semana escudriñando lo que podía hacer, como haría para tenerla a mis pies. Mi plan era más que claro: acostarme con Laura.
No solo se trataba de tener sexo, de coger..., descubrí que sentía algo más por ella, que hasta ahora había permanecido oculto muy dentro de mí ser.
Empecé a ponerme celoso con solo pensar que ella se desnudaba ante otros hombres, podía (o mejor dicho, puede, aun hoy) sonar muy machista esta actitud, pero así era.
Tenia que lograr que Laura, de alguna manera, cayera en mi trampa, así que opté por chantajearla, para lograr mi objetivo.
Esperé hasta el miércoles por la noche, cuando pasé por su casa para dar una vuelta en coche. Pergeñe mil y una de posibilidades, pero elegí ir de frente y deseché lo del chantaje, no me dejaba satisfecho esa postura ni ella se lo merecía.

- Lau, la otra noche cuando saliste y me quede a dormir, encontré algo que no tenia que haber visto. Ya sabés a lo que me refiero.
- aja… y? – preguntó con total tranquilidad y desinhibición.
- bueno…, ehhh, quiero decirte que me gustó mucho lo que ví, nunca te imagine así, y que me calentaste tanto que me hice varias pajas en tu honor – continué, con un dejo de vergüenza, por como me estaba exponiendo ante ella, no solamente en mi rostro sino en mi voz entrecortada.
- no era la idea original de ese video que vos lo vieras… es mío y solo mío… , no se que carajo tenés que andar revisando mis cosas, pero como ya lo viste, no hay nada mas que hacer… solo te pido que no cuentes nada… - termino bajando el tono de enojo con el que había comenzado.
- no Lau, mi boca esta cerrada…- le contesté.

Nos quedamos en silencio por un buen rato, casi sin mirarnos...
Repentinamente, Lau se abalanzó sobre mí, abrazándome y dándome un tierno y húmedo beso en la mejilla.

- no te pongas así, no estoy enojada... tonto!!! -dijo y agrego - solo que no quería que nadie lo viera...- para culminar con - estuviste revisando todo, porque?

Ahí fue que a duras penas le comente lo que me estaba pasando antes y después de ver el video. Nada de lo que le dije le llamo la atención. Si tuvo especial reparo en mis sesiones masturbatorias.

- así que te pajeaste muchas veces? - pregunto
- si... tres veces esa noche antes que llegaras y después un par de veces mas...
- y como fueron???..., porque?..., como lo hiciste? - acoto insistentemente.

Le conté con lujos y detalles. Pude ver en sus ojos cierto brillo de orgullo y fascinación por sentirse sexualmente irresistible.

- hagamos un trato - me dijo.
- yo también quiero verte, pero no hoy ni ahora... - culmino
- cuando entonces? - pregunte, tragando saliva e intentando no demostrar mi asombro.
- yo te aviso.

Paso la semana sin dar indicios de nada, y por consiguiente yo daba por finiquitado el tema. Seguí yendo a la casa y viéndola como lo hacia siempre, y cuando teníamos la oportunidad de estar a solas, tanto ella como yo, obviábamos tocar ese punto.
Era un miércoles por la tarde, estaba en mi casa solo, había vuelto del laburo y me preparaba para darme un baño cuando llegó Laura.
No la esperaba ni tampoco habíamos arreglado algo, solo llegó como lo hacia habitualmente. Le grité, ya desde la ducha, que me esperara que ya salía.
Estaba secándome cuando Lau entró al baño.
Iba envuelta en una toalla blanca que apenas le cubría el cuerpo, me sorprendió de sobremanera, ella no parecía nerviosa. En silencio quedé mirándola.

-Perdóname, pero cortaron el agua en casa y no pude ducharme

Hubo varios segundos de silencio y de miradas entre nosotros.
Ante tal situación, Laura se encaminó hacia la ducha, dejo caer la toalla, mostrando la totalidad de su hermoso cuerpo desnudo, y se metió en la bañera. No podía reaccionar, estaba como congelado, y encima, el único que si había dado señales de vida era mi pene que ya estaba en plenitud ante ese espectáculo que disfrutaban mis ojos.
Ella viéndome así, se sonrió, me miró y dijo…

- que parada la tenes…!!! Quiero verte como te pajeas…

Comenzó a tocarse el cuerpo bajo la lluvia, estrujaba sus pechos y apretaba sus pezones, con dulzura…Dos de sus dedos empezaban a rozar su vulva que continuaba depilada con forma de corazón, mordiendo su labio inferior, sin dejar de mirarme.
Para ese momento yo, había comenzado a acometer contra mi pene con movimientos bruscos. Con un vaivén bien marcado le mostraba la totalidad de mi glande, que estaba casi morado. Gotas de fluido seminal se escapan y humedecían toda la cabeza.
Ya sentía que estaba por acabar, y ella también lo percibió y empezó a meterse sus dedos más profundamente y con mayor intensidad. Un chorro de espeso elixir masculino salio disparado en su dirección, y un ahogado gemido exhalaron sus labios. Habíamos llegado juntos al clímax.
Me tendió su mano para que volviera a entrar a la ducha.
Abrazados bajo el agua, nos quedamos en silencio, sintiendo cada uno de los espasmos que recorrían nuestros cuerpos, deseosos el uno del otro.
Cruzamos nuestras miradas y nos besamos apasionadamente, con mucha dulzura, mas como una demostración de entrañable afecto que por excitación.
En silencio, salí de la bañera, con el sentimiento de haber hecho algo que deseaba, pero que podría causar muchos problemas posteriores si alguien se enteraba.
Terminó de ducharse; mientras me secaba y me giré para no verla desnuda. Oí como se enrollaba en la toalla, pasó a mi lado, una nueva erección me abordaba y cuando ví su cuerpo mojado apenas cubierto por la toalla, con el rabillo del ojo, estuve a punto de explotar.
Durante el resto del día no cruzamos palabra aunque a veces nos mirábamos divertidos y expectantes por como seguiría la cosa de ahí en mas. Yo a pesar de mi sentimiento de culpa, intuía que tarde o temprano tendríamos un encuentro sexual y ella seguro que pensaba lo mismo.
Fui al gimnasio y volví a casa a las 21 horas y ella todavía estaba, charlando con mi vieja y ayudando en la cena.
Después de comer, mi madre, se fue a su cuarto a descansar y volvimos a quedamos solos Laura y yo. Estaba un poco arrepentido y culposo por haber propiciado lo del baño. Así que decidí llevarla a su casa.
En el camino no nos dirigimos la palabra ni cruzamos miradas.
Al llegar a su casa, baje a saludar a Hilda y Juan, pero ya estaban acostados.

- hacete un cafecito, que voy al baño, Lau...-le dije, dejándola en la cocina.
Cuando salí, no la encontré. Fui hasta su habitación...
- Permisoooo...
-Pasa - me dijo

Abrí la puerta y la ví tumbada en la cama mirando tele, ya se había cambiado, estaba vestida con una larga camiseta, y nada más.

-Vengo a pedirte perdón por lo de hoy a la tarde. Y por lo del video... no tendría que haberlo visto...- dije, dando media vuelta para retirarme.
-Espera, quiero volverlo a ver, que no me acuerdo de cuando lo hice... - me contesto.

Ante mi sorpresa, ya tenia la cámara lista, para ver juntos el video que tantas pajas y excitación me había provocado.
La situación era de lo más excitante, los dos juntos viendo las imágenes de como se metía ese pepino en su hermosa y rosada vulva. Estaba tan caliente que a pesar de todos mis esfuerzos la erección fue inevitable. Para colmo, como llevaba puesto joggings no había manera de ocultarla.

- ehhh…!!!!, ya la tenés dura…??? - y sin mediar otra palabra, estrujó mi pene en sus manos. Parecía alucinada como si no hubiera visto una verga antes.

Yo intenté zafarme, más por reacción que por ganas, pero ella agarraba mi miembro con más fuerza, mi calzón estaba a punto de reventar.

-¿Todo esto es por mi?, ¿tanto te excito? – me pregunto

Yo ya no podía más y se lo acabé confesando.

- Si!!, es por vos…, desde que te vi en ese video no paso un día sin imaginarte y pajearme, estabas muy puta…!!!
-¿muy puta? Ahora vas ver. – dijo parándose…

Abrió el armario y ante mi sorpresa sacó el antifaz que usaba en el video, y luego buscó en una caja de zapatos y extrajo una enorme “garompa” de goma. Se desnudó completamente dejando ver su precioso cuerpo y se puso en la cama en cuatro patas.
Sin decir una palabra se empezó a meter el “vergon” en su rosada vulva, que empezó inmediatamente a drenar flujos a un ritmo acelerado.
Me miraba con una cara de atorranta indescriptible y se metía el dedo en la boca.
La situación estaba al rojo vivo y no dudé en sacar la pija del pantalón y empezar a pajearme nuevamente con esa escena.
Mi pene endureció como una roca… Nos masturbamos frenéticamente, mirándonos pero sin tocarnos… No tardamos mucho en acabar; primero fue Laura la que tuvo un orgasmo delicioso, empapando la colcha de su cama; luego yo… lanzando chorros de semen que me empaparon las manos, las rodillas y cayeron hasta al suelo.
Respiramos agotados por el esfuerzo que habíamos hecho, pero al mismo tiempo sabíamos que aquello no iba a culminar así.
Mi verga no perdió su plenitud eréctil y estuvo en posición de combate a los pocos segundos. Me desnudé y me acerqué a la cama, donde Lau me esperaba abierta de piernas.

-No sabes las ganas que tenia de cojerte - dije.
-Cállate y métemela ya, quiero que me llenés con tu pija – respondió, casi en forma imperativa.

Sumergí mi boca, en su empapada y ardiente vulva, jugueteando con mi lengua sobre su duro clítoris y labios…, provocando, que se arqueara y retorciera de puro placer y acabara llenándome la cara con sus flujos.
Loco de éxtasis, besé todo su cuerpo, su vientre, sus preciosas tetas y sus pezones que apuntaban al techo hasta que nos fundimos en un beso maravilloso.
El “Bombón” no perdió el tiempo y se puso a chuparme la pija frenéticamente, estábamos los dos enajenados, a pesar de nuestra edad se veía que Laurita tenia experiencia en el tema porque me hizo una mamada perfecta, se metió toda mi verga de una vez y me acarició los testículos suavemente. A veces lo sacaba y chupaba solo el glande mirándome con cara de puta. Estuve a punto de eyacular, pero la hice parar porque quedaba lo mejor.

-Quiero que cojerte, quiero metértela hasta fondo… toda… - le dije – llenarte la concha de leche…

Se la metí de un solo envión, entró a la perfección pues estaba muy lubricada. Empezamos a cojer a un ritmo acelerado, muy común para esa edad…
Yo estaba encima y ella me agarró el culo para que se la metiera hasta el fondo e intentaba aprisionar mi pene con las paredes de húmeda vagina.
A los pocos segundos se ruborizó y dio un largo suspiro, acababa de tener otro orgasmo…
Yo seguía penetrándola con dureza, aprovechaba para mordisquear sus pezones, pechos, orejas…y ella me atenazaba con sus piernas y tironeaba de mis cabellos, pidiendo más…
Cambiamos de postura, ella se puso en cuatro patas ofreciéndome una privilegiada vista de su empapada concha. La agarré de las caderas y la penetre de golpe, mientras sentía como mis huevos chocaban contra la entrada de su cueva.
Laurita inició un movimiento circular con su culo que me hizo estar al borde de la eyaculación muchas veces.
Nos entregamos a un polvo de escandaloso, evitando gritar y gemir de placer par no despertar a sus padres.

-Métemela más fuerte, mas…!!! – suplicaba con la vos entrecortada
-si… Lau…., si…. te voy a llenar de leche.

Poco tiempo mas estuve bombeando, estaba al borde del paroxismo…, en una embestida final, clavé mi pene en lo más profundo de su vagina y acabe como nunca, llenando su hermosa cavidad con mi semen que termino saliendo de su vulva y manchando todas las sábanas.
Nos besamos y nos acariciamos durante mucho tiempo después, desnudos, sudorosos, exhalando placer y lujuria en cada roce de nuestros labios y manos…, disfrutando del maravilloso “pseudo incesto” que acabábamos de cometer. Sabíamos plenamente que volveríamos tener sexo cuando lo quisiéramos, así que no hicimos la falsa promesa de dejar y terminar todo allí.
Y obviamente que eso ocurrió, pero mucho tiempo después… historia que relatare próximamente…

miércoles, 29 de septiembre de 2010

nunca pense que podia ser tan puta

Hola, mi nombre es Maria, me dicen Mery, soy de BS. AS. ,
Argentina, tengo 25 años, y quiero compartir con ustedes mi historia, ya que no lo puedo compartir con ninguna de mis amigas porque me considerarían una puta (en realidad lo soy jeje. En realidad con la única persona que lo puedo compartir es con Patricia de España, que la conocí por intermedio de los contactos, y que ella me incentivó publicarlo.

Antes que nada quiero decirles que soy alta, y bastante normal, nada del otro mundo, pero soy muy sexy, y cuando quiero tengo esa pinta de tragapijas que a todos los hombres le gusta. Debuté a los 16 años, con mi novio de ese momento, la pasé muy bien, y desde ahí empecé a tener sexo con frecuencia, pero siempre en forma convencional y con mis novios del momento. El primer cambio lo tuve cuando hace 2 años me puse de novia con Leo. El mi hizo conocer el sexo de verdad, a él fue al primer hombre que le chupé la pija, a lo que hoy soy adicta, el primer hombre que me hizo tener varios orgasmos seguidos, el primer hombre que me hizo el culo, y el primer hombre por el que de sólo pensar en su pija me hace mojar.

Como verán, no había motivo alguno para ser infiel, ni para dejar de ser la puta de mi novio para pasar a ser la puta del que se me cruzara. Todo empezó en Enero, nos fuimos de vacaciones con Leo y Coty y Rodrigo, una pareja amiga. La última noche Leo y Rodrigo empezaron a hinchar con ir al casino, cosa que ni yo ni Coty queríamos. La cuestión que discutimos con Leo y le dije que yo quería ir a tomar algo o bailar pero que al casino no iba. En síntesis se terminaron yendo al casino, y quedamos en que nos pasaban a buscar a las 5:00 por un bar céntrico. No sé si por bronca o qué, me empecé a cambiar y elegí la ropa mas provocativa que tenía, y partimos con Coty a un bar a tomar algo. Copa va copa viene nos pusimos bastante alegres, y entre risotadas, nos fuimos a una Disco.

Ahí la cosa no cambió mucho, ya estábamos bastante alegres, salvo que nos encontramos con 3 amigas de Coty. A la media hora estaba que me meaba de todo lo que había tomado. Le digo a Coty que iba al baño, si quería acompañarme. Al final se quedó bailando con las chicas y me fui sola. Llegando a la puerta del baño me encara un flaco, que ni lo vi, me dice 2 palabras, y de una me come la boca. Fue el mejor beso que me dieron en mi vida, pero como pensé que correspondía de una novia, lo empujé y me metí al baño.
No se por que, pero cuando salí del baño lo vi de nuevo frente al baño. Era grandote, no era carilindo tenía una pinta de macho bárbara. Entre esto y el recuerdo del beso que me había dado antes me mojé en un segundo.

No les miento, todo esto fue en un segundo!!!. Tuve un impulso, una reacción hasta ese momento incomprensible, y me le tire encima. Estuvimos franeleando alocadamente no mas de 5 minutos, cuando me tomo de la mano y me dijo que lo acompañe. Caminamos 10 metros y llegamos a un arco. Entramos y eran los reservados, que era como un trencito con asientos para dos personas y todo oscuro, no se veía nada. Nos sentamos en uno de los pocos asientos que estaban desocupados, yo ya estaba descontrolada, ni bien nos sentamos le abrí la bragueta y le saqué la pija y lo empecé a pajear y a chapársela. El no entendía nada, en un momento me pidió que parara, que me quería coger, pero no le hice caso, seguí mamandosela hasta que me llenó la boca de leche. Fue impresionante la cantidad de leche que tenía este hombre.

La cuestión que de la calentura que teníamos le seguí chupando la pija hasta que se endureció otra vez, me di vuelta y le dije ¿me querías garchar? , Acto seguido me levanté un poco la mini, me corrí la tanga, y me senté sobre esa pija que quemaba. En no mas de 10 minutos exploté en un orgasmo increíble, al momento que él me llenaba la concha de leche. Me desplomé sobre mi macho que también estaba exhausto, y ahí me acordé que Coty me estaba esperando, de que en un rato tenía que encontrarme con Leo y que tenía clavada
la pija de un autentico desconocido. Le dije que me tenía que encontrar con mi novio, que me iba.
El flaco, que nunca supe como se llamaba, estaba como loco, me dijo que era la puta que mas lo había hecho gozar, que me quede, pero me acomodé la tanga y me fui directamente a buscar a Coty, que seguía bailando con las amigas. Por suerte del pedo que tenía ni se dio cuenta de que hacía mas de media hora que me había ido. Cerca de las 5:00 nos fuimos al bar a encontrarnos con nuestros novios.

Cuando llegaron estaban también medio tomados, igualmente la mas borracha era Coty. Estaba tan bien que me olvidé de la discusión con Leo, y estábamos ya los dos como tortolitos. Yo seguía con una calentura bárbara, y el parece que también, empezó a susurrarme al oído que parecía una puta (lo cual era cierto), que si no nos íbamos me cogía ahí mismo, y demás cosas.
Nos fuimos al dpto, ni bien llegamos me arrodillé y le agarré la pija, y ya descontrolada empecé a provocarlo: -querés que tu puta te chupe la pija, así que me ibas a violar en el bar?. Le lengüeteaba la pija y seguía: -te gusta como te chupa la pija tu putita, te moris por cogerme,no? Leo que estaba tan descontrolado como yo me decía: -si!!, te voy a coger como una puta!! vas a ver!! , y me dio vuelta, me levantó las piernas, me corrió la tanga, y me empezó a chupar la concha como un poseído (ahí reaccioné que tenía la concha enlechada por el del boliche, pero no podía hacer nada, sólo esperar que no se de cuenta), diciéndome: que puta que sos!! que conchuda, que mojada que estás!!!.

Entre la experta lengua de Leo, las cosas que me decía y la morbosidad de pensar que estaba comiéndose la leche del flaco del boliche, en un par de minutos exploté en uno orgasmos mas intensos de mi vida, esto enloqueció a Leo que me cogió durante mas de una hora de todas las formas que se puedan imaginar, llenándome la concha de mas leche. Así rendidos, nos dormimos placenteramente.

Al otro día regresamos los cuatro a BS AS, y seguimos "normalmente" de novios, pero algo en mí ya había cambiado, esto fue sólo el principio.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Un nuevo plan de incesto: Todo listo para hacerme mujer

EL SUEÑO SE HACE REALIDAD

Plan de Incesto
Los días siguientes Zuzuki se había portado de maravilla conmigo, la relación se había tornado mas romántica, con mas detalles, mas atento, sonreía mas conmigo, me sentí incapaz en insinuarle algo esos días, no quería estropear esos bonitos momentos, me sentía feliz con el nuevo comportamiento de mi hermano. Me invitaba a salir a comer helados, me tomaba de la mano mientras caminábamos por los centros comerciales, a veces lo abrazaba con un cariño inmenso y él respondía a mis abrazos… Estaba como viviendo un sueño, en cada momento yo estaba emocionada, sentía una confianza inmensa en sus abrazos, sentía que nada malo podría pasarme, me sentía segura y él con sus acciones, con su ternura aumentaba en mi ese sentir, esa seguridad.
Por momentos creí que él también tenia esos sentimientos especiales que yo tenía por él, creía que algo muy lindo podría pasar.

EL PRINCIPE AZUL ENAMORANDO A SU PRINCESA ♥ ♥ ♥

Recuerdo que la tarde del día 22 de Diciembre, estamos solo en nuestra casa, ese día era Domingo y era el último día de trabajo de nuestros padres. Yo encerrada en mi cuarto con el aire acondicionado encendido frente al PC, en mi msn noté que Zuzuki se había conectado…
Él empezó a hablarme y el trato era de “cariño”, “Mi amor”, “mi princesa”, era un trato muy lindo, muy especial, me mandaba besos, corazones, flores, me preguntaba si estaba bien, me estaba tratando como a una amiga, yo le seguí el juego… También lo trataba de “lindo”, “Mi príncipe”, “Mi corazón”, por momentos me creí esas palabras… Sabía que Zuzuki estaba encerrado en su cuarto, hablando desde su Laptop…
Me preguntó – Princesa, tienes cam? – Él sabia perfectamente que yo tengo cam, pero lo dijo para tratarme como alguien que no es mi hermano, yo le seguí el juego y le conteste con algo de risa –Mi hermano se molesta si la coloco – Él me responde – Te aseguro que si la colocas conmigo, él no se molesta - , Sonreí por un momento, le dije – Colócala tu primero –
Cuando mi hermano Zuzuki coloca su cam, él no me muestra la cara, solo me mostraba sus brazos, yo le puse mi cam y le mostré desde mi cuello hasta mi abdomen, yo tenia una blusa bien delgada, me permitía mostrar el brasiere a través de la delgada tela y se me lograba dibujar la puntica del pezón…
-Princesita, estas hermosa, muy linda-
Al leer estas palabras, me emocioné mas, me coloque nerviosa y en mis escritos del msn parece que él lo notó… noté que él había dejado de escribir, de repente, tock tock, tocan la puerta…
Abro y veo a mi hermano de espaldas, al darse vuelta, veo que él tenia una hermosa rosa, su olor, su fragancia era muy deliciosa… le sonreí y le dije – Ayyy príncipe, que lindo detalle !!- ël deja escapar una linda sonrisa y me contesta – Espero que te haya gustado la forma que te traté en el msn –
Le sonreí – Claro que si, mi príncipe –
Zuzuki me había tratado muy lindo por el msn, su trato era muy encantador, me sentí fuertemente atraída por él, mas de lo que pude imaginar, por poco le ruego que me diera un beso, pero me contuve.

JUGANDO CON MI PRINCIPE EN LA CAMA DEL AMOR

Luego fui hasta su cuarto, y nos pusimos a jugar en la cama golpeándonos con las almohadas, algunas veces, riéndome, caía sobre él, lo abrazaba, otras veces él caía sobre mi, era como un juego erótico, hubo una ocasión que yo caí sobre él y pude sentir su miembro, eso me excitó y me sonrojé… Él lo notó y ví como él también se sonrojo, por un momento nos quedamos en silencio, el uno sobre el otro, yo estaba encima de él… lo miré a los ojos, me pareció mas lindo de lo que normalmente lo había visto, percibí claramente el aroma de sus labios… Mis ojos, recorrieron sus mejillas, su boca, sus ojos, él no me decía nada y ese silencio parecía excitarme cada vez mas; Sentía que él me estaba permitiendo deleitarme en él, por fin mis fantasías, esas tardes lujuriosas que había tenido con él, se estaban haciendo realidad, un fuerte calor me envolvía…

Ví como su garganta tragaba en seco, lo sentí súper nervioso, aunque yo creo que yo estaba mas nerviosa que él, no lo podía creer !!, estábamos en el cuarto, solos, en la cama, el uno sobre el otro, que delicioso !!... acerqué mis labios hacia los de él, de repente, tocan la puerta de la calle… era Lauren, de inmediato nos pusimos de pie y ví en el rostro de Zuzuki, cierta vergüenza, antes de salir del cuarto para ir a atender a su novia me dice con cierto aire de culpa –Hermanita, me sentí un poco extraño en ese último abrazo - Al salir él del cuarto, yo me quedé en su cama acostada pensando en lo que habría pasado si Lauren no hubiese llegado !!... Corrientes invadía mi cuerpo, de arriba abajo, me retorcí sola en su cama, abrazaba fuerte la almohada… Ufff que calor tenia dentro de mí…
Allí en su cama, dentro de mi pasaban muchas ideas “Será esto una prueba de lo que Zuzuki siente por mi?, sentirá lo que yo siento?, él no me tocó, no me dijo nada, solo se quedó en silencio ante mi mirada… No hubo beso, no hubo nada”
Pensando y pensando, vi claramente que Zuzuki era el príncipe azul que debía poseerme, decidí a estar con él, decidí entregármele si veía la oportunidad.

Ese día Lauren nos acompañó durante toda la tarde, Zuzuki y yo no volvimos a tocar el tema durante muchos días.
Todo transcurrió normal, 24 y 31 de Diciembre la pasamos en Familia, Lauren y Zuzuki salía a menudo, mis amigas me visitaban y así terminó el año 2009.

Fue en el año 2010 que Zuzuki por fin decidió en hacerme mujer, eso se los estaré contando en otra ocasión.
Espero que me sigan leyendo

Un nuevo plan de incesto: La curiosidad despierta

MUY LLENA DE PASION POR ZUZUKI

Plan de IncestoEl día en que Zuzuki me había visto, al llegar la madrugada, sola acostada sobre mi cama. No podía dejar de pensar en lo que había pasado en la tarde, recordé como se me había caido la toalla delante de Zuzuki, como mis pechos había quedado expuestos ante él, la aceleración de mi corazón, la emoción generada en ese momento, pensaba que de alguna forma Zuzuki debía estar pensando lo mismo "Ahora mismo él debe estar pensando lo mismo que yo, alli en su cuarto", esos eran mis pensamientos... Sentí unos deseos enormes por entrar en su cuarto, al fin y al cabo yo tenía la llave de su cuarto que logré tomar del llavero de mamá, hacian días atrás.. Por mi mente pasaron muchas ides, tomar lla llave y abrir la puerta del cuarto de Zuzuki... Tocarlo y decirle "Zuzuki, aqui estoy yo, mirame, soy toda una mujer y deseo que me tomes" me reía sola en mi cama por pensar esas locuras.

MIS FANTASIAS PARECEN CONVERTIRSE EN REALIDAD
(El ambiente erótico en todo su esplendor)

Durantes los siguientes 5 días, no paso gran cosa, habían miradas algo extrañas, no eran miradas de morbo sino mas bien miradas de sorpresa, miradas nuevas que no puedo describir con facilidad pero definitivamente algo nuevo estaba pasando por la cabeza de Zuzuki...
Algunas veces notaba que me miraba las piernas muy disimuladamnete, pensaba dentro de mi "sera posible que he logrado llamar la atención de mi hermanito?" , en otras ocasiones cuando él se descuidaba, yo lo miraba, aveces él lo notaba y yo le quitaba la mirada... pero no se atrevía a decirme nada, tal vez por respeto o porque no había nada claro, había un ambiente algo erótico, noté claramente que Zuzuki esquivaba quedar solo conmigo, salía en las tardes, me dejaba sola... algo raro estaba pasando en él, debe tener una nube de confusiones en su cabeza y eso me excitaba XDDDD, estaba logrando mi sueño

Mamá y papá llegaban tarde a la casa, sabía que ellos no trabajarian desde el 23 de Diciembre hasta el nuevo año... Así que pensaba que faltaban pocos días para que ese anhelado "accidente erotico" sucediera entre mi hermano y yo.

EL EROTISMO SE INTENSIFICA

Al día siguiente, 18 de Diciembre, Zuzuki se había quedado en casa esa tarde, estaba en el comedor de la sala estudiando, leyendo libros mientras yo en el baño (bañandome) pensando "Como hare para que Zuzuki se fije en mi como mujer?, no seré acaso lo suficientemente bonita para él ?, o tal vez ya lo habré logrado?". En ese instante se me ocurre la gran idea de depilarme, y pense en prestarle una afeitadora a mi hermano jejeje
Sali del baño en toalla, vi a Zuzuki concentrado en sus libros, lo interrumpí - Zuzuki, tienes alguna afetitadora sin usar que me regales? - Él me miró muy seriamente - Gina, primero te vistes y luego me hablas !! -, noté en él cierto aire de nerviosismo, le contesté - Es que me quiero depilar las piernas antes de vestirme, ademas, solo estas tu aqui, no hay de que temer - Se paró de su silla, camino hasta su cuarto en el segundo piso, yo iba tras él, entró a su cuarto yo le seguí, me senté en el borde de su cama mientras él busco la afeitadora entre su armario...

Al darme él la afeitadora, me paré y apoyé mi pierna derecha en el borde de la cama, me subí la toalla... Confieso que me sentí muy nerviosa, él me dijjo -Que haces?- Yo le contesté de inmediato - Viendo si esta afeitadora no maltrata mi piel -, traté de deslizar la afeitaroa suavemente sobre mi pierna derecha a la vista de Zuzuki... Yo sabía perfectamente que eso lo estaba provocando y esa era precisamente la intención... Como me gustó que Zuzuki me viera de esa manera !!!.

Yo realmente estaba hermosa, mi pierna estaba muy provocativa, mi cuerpo era mucho mejor que el de Lauren, mis piernas claras y mis pies rosados eran muy lindos, era imposible que él no lo notara !!!...
Le dije - Esta afeitadora me maltrata - Lo cual era mentira jejeje
- Gina, esa afeitadora si te sirve, solo te untas crema y luego te afeitas, usa cualquier crema de las que tengas - Noté en sus palabras algo diferente, era como un nerviosismo muy extraño.. el continuó diciendome - Haz eso en tu cuarto o en el baño, pero no en mi cuarto, sal rapido !!-
Lo miré, y con mucha amabilidad caminé para salír del cuarto mientras le dije al pasar por su lado - Gracias por la afeitadora y no olvides que soy tu hermanita - Le sonreí al decirle esto... Él se quedó en silencio, como si hubiese quedado en Shock, luego reaccionó da la vuelta y me dice (Yo estaba en la puerta de su cuarto) - Como que no olvide que eres mi hermana?, que me quieres decir con eso? - estaba algo molesto... Yo lo mire con ternura y le dije - Solo quiero que sepas que confio en ti - Luego corrí hasta mi cuarto para no darle oportunidad de que me conteste XDDD

ZUZUKI SE CONVIERTE EN EL SOÑADO PRINCIPE AZUL ♥ ♥ ♥

Había un ambiente erótico en mi casa, era muy evidente, ese ambiente solo se notaba cuando Zuzuki estaba solo conmigo.

Ese día en la noche llegaron mi padres y todo volvió a hacer normal, durante la madrugada me levanté para ir al baño, al pasar por la puerta del cuato de Zuzuki ví que estaba abierta, era como la vez que estaba mi prima Daneleska, era como en esa ocasión cuando él dejó la puerta abierta pero en esta ocasión Daneleska no estaba... Sentí unas emociones fuertes recorrer mi cuerpo, de inmediato me excite y sentí unas ganas enormes de entrar a ese cuarto.... cuando desperté, habia una rosa con una carta sobre mi mesa de noche, en la carta decía "Para la hermana mas linda, con mucho amor y cariño. Atte: Zuzuki", cuando leí esas palabras me sentí derretirme aun mas por él... ufff
Finalmente entendí que había logrado despertar en él la curiosidad !!!

Luego les cuento lo que pasó a continuación, espero que me sigan leyendo...

Un nuevo plan de Incesto: Atrapando a mi hermano

EL AMBIENTE EN DICIEMBRE EN CASA DE GINA

Hacían ya varios días que mi prima Daneleska se había ido a los Estados Unidos junto con su mamá (mi tía); Regrese al cole después de las vacaciones del mes de Noviembre a terminar mi año escolar, realicé los examenes finales y finalmente terminé ese año con mucho éxito. Llegó Diciembre, mi hermano Zuzuki había terminado su semestre con excelencia, estaba por terminar su carrera.

Plan de IncestoPara el mes de Diciembre, mi hermano y yo teniamos mucho tiempo libre, estabamos de vacaciones y como era lógico, la pasabamos mas tiempo juntos... La idea que había tenido con mi hermano, esa idea caliente y que en cierta ocasión me excitó estaba depertando en mi de nuevo, recordé con claridad las fantasías que tuve con él la vez que me masturbé
Para ese entonces, mis padres tenian mas carga de trabajo, ya que ellos tienen altos cargos en la empresa donde trabajan y como era de costumbre, todos los Diciembres llegaban mas tarde (mis padres trabajan juntos en la misma empresa, tiene que ver con el turismo en mi ciudad. Espero no estar diciendo mucho XDDD).

FANTASIAS CON EL HOMBRE IDEAL

Normalmente en las tardes, yo me la pasaba sola en mi casa, muchas veces mis amigas me visitaban mientras que mi hermano Zuzuki se la pasaba en la calle, para ese entonoces él estaba arreglando las cosas con Lauren... Pero una tarde qiue habiamos quedado solos...
Yo estaba sola en mi cuarto, en el segundo piso de mi casa mientras que Zuzuki estaba abajo en el primer piso, en la sala viendo televisión, eran como las 4 de la tarde.
En mi cuarto, sola con la puerta cerrada, con el aire encendido (como de costumbre), y recien bañada... aun tenia la toalla alrededor de mi, estaba acostada sobre la cama boca arriba, viendo el techo con la mirada fija pensando "Que delicioso seria probar un beso de Zuzuki", pensaba en sus labios, eran rosados, húmedos, unos dientes muy bien cuidados que parecian perlas... Su lengua, ese aroma que siempre tiene en su boca, su voz, cada vez que habla parece ipnoptizar a quien le escucha... sus mejillas , son tan lindas, blancas, que cuando una chica se le acerca se sonroja... Guauu, Zuzuki es muy lindo. No conocía hombre tan limpio como él, muy aseado, muy ordenado, brillante en sus estudios, admirado por muchos... Sus valores, su modo de pensar, esa maravillosa personalidad lo convertian rapidamente en mi sueño de hombre, en ese principe azul que toda mujer sueña, me entristecía pensar que él era mi hermano y me dolía que nunca me viera con otros ojos... Esa mirada tan profunda, esas cejas tan pronunciadas, me volvía loca, una piel muy cuidada, un rostro encantador comparable a la de cualquier modelo de revista, siempre que pensaba en el hombre ideal, a mi mente llegaba él.

UNA MIRADA A LOS CAMPOS VIRGINALES: Mira a otro lado !!!

Alli acostada en mi cama, envuelta en toalla y mirando fijamente el techo, pensando una y otra vez en Zuzuki, pensando en propiciar un encuentro erotico, provocarlo de alguna manera, pero no sabia como... de repente... escuché claramente que la regadera del baño estaba abierta, pense de inmediato que zuzuki debia estar bañandose, abrí la puerta de mi cuarto y miré que la puerta de mi casa estaba cerrada, dije dentro de mi "Zuzuki dejó de ver televisión y ahora se estaba bañando" mi corazón se aceleró y la calentura invadió mi cuerpo, creí estar en celo como cuando una yegua desea a su caballo, corrientes atravezaron mi cuerpo, mi respiración se empezó a agitar...

Yo aun estaba envuelta en toalla, cubierta desde mis pechos hasta abajo, me quedé inmovil pensando, parada en la puerta de mi cuarto escuchando el sonar del baño donde se encontraba Zuzuki. Por el sonido de la regadera del baño me di cuenta que Zuzuki estaba terminando de bañarse, entonces volví a entrar a mi cuarto y cerré la puerta tras de mí, me quedé recostada sobre la puerta de mi cuarto y pensé "Estas emociones me van a volver loca", estaba temblando por las fuertes sensaciones que en ese momento experimentaba mi cuerpo, metí mi mano izquierda por entre la toalla para tocar mi cosita totalmente húmeda, noté como mi clitoris estaba duro y como mi cosita se contraia inevitablemente, la regadera del baño dejó de sonar, sentí un deseo incontrolable de perder la virginidad ese día, me sentí segura de querer hacerlo, sentí que era el momento para dejar de ser niña y convertirme en mujer... de pronto, me llene de valor, abrí la puerta y al salir me encontré de frente con Zuzuki que también estaba en toalla y estaba por entrar a su cuarto... quedé inmovil... Sentí como mis piernas temblaban, que susto tenia yo !!!, depronto BUUUUUUMMMMM mi toalla se desacomodó y se me bajó un poco... mis senos virginales quedaron expuestos frente a mi hermano Zuzuki de inmediato grité "Mira a otro lado !!!", me asusté tanto que por el nerviosismo que tenía no pude acomodarme rapidamente la toalla y en lugar de acomodarmela para taparme completamente, lo que hice fue cometer la torpeza mas grande: dejar caer la toalla que me cubría , en ese instante Zuzuki me miró y de imediato apartó la mirada, me gritó "Ginaa !!", recojí la toalla y mi hermano entro a su cuarto, cerró la puerta muy fuerte...

Yo quedé tan apenada pero tan apenada que no sabía donde meterme !!, entre a mi cuarto, cerré la puerta y pensé en lo que había pasado: MI HERMANO ME HABIA VISTO DESNUDA !!!, todo fue tan rapido que no pude reaccionar, habia quedado en SHOCK...

UN AMBIENTE EROTICO INVADE MI CASA

Me puse un sueter y un short, no queria salir de mi cuarto. Me senté en mi cama con las piernas cruuzadas, vi en mi reloj que estaba en mi mesa de noche que ya eran las 6 de la tarde, pensé que había pasado algo que nunca pensé que pasaría, no planie de ninguna manera que Zuzuki me viera de esa forma, en realidad habia sido un accidente pero en mi interior deseaba que ese accidente sucediera. Luego tocan la puerta, era mi hermano, desde fuera de mi cuarto me grita - Gina, ya puedes bajar, la comida ya esta servida !!! -

Bajé al primer piso, Zuzuki estaba viendo televisión mientras comía, yo me senté en el comedor y comí en silencio... Noté algo que no era normal en esa escena, Zuzuki estaba muy callado y no me miraba, eso me pareció muy extraño... Había como un ambiente extraño, era una mezcla de erotismo y como un deseo por experimentar lo prohibido.

Luego Lauren llegó y se sentó con nosotros a ver televisión, (Zuzuki ya había arreglado las cosas con Lauren y ahora habian vuelto a ser novios), después todo transcurrió normal, Zuzuki no me dijo nada sobre lo sucedido ese día. Pero....

No se pierdan mi siguiente relato, espero que me sigan leyendo
-Como dices Zuzuki?, que tengo un lindo cuerpo?- jijijijiji

domingo, 12 de septiembre de 2010

Mi Profe 2


Hola soy Alejandra.
Aca les traigo lo que sería la segunda parte de mi historia con el profesor X, no puedo decir su nombre porque YO SI TENGO CODIGOS, y es un profesor muy querido y conocido en mi ciudad.
Espero que les guste.
Besitos a todos.

Cuando nos presentaron al nuevo profesor de filosofía sentí que iba a desmayarme. Esto me pasa por andar acostándome con tanta gente. Era obvio que algún día esta iba a ocurrir.
Con X habíamos tenido una linda relación amorosa hacía un par de años. Yo tenía diecinueve añitos, él ya pasaba los treinta. Estuvimos algunos meses, disfrutando de la compañía del otro, del sexo, de la intimidad, hasta que yo fui la encargada de ponerle fin a la relación porque no estaba enamorada, y él pretendía algo más serio.
Él me miró cuando ingresó al aula. Para colmo yo estaba sentada en la primera fila, al lado del escritorio del docente. Tengo esas cosas de alumna traga, además soy corta de vista, por lo tanto mucho más lejos no podía sentarme.
Hizo lo que un profesor de filosofía hace, nos hizo presentar a todos en voz alta, a pesar de que ya nos conocíamos todos. Debíamos decir el nombre, que esperábamos de la vida y un sueño, para romper el hielo y comenzar a filosofar de una. Yo fui la primera.
- Bueno, este…hola… - estaba nerviosa, colorada, y sentí que él lo estaba disfrutando – Soy Alejandra… bueno, espero de la vida…no sé, nada… y mi sueño es… no me sale en este momento…
Mis nervios y mi vergüenza eran terribles. Mi cara estaba bordó.
- Bueno, ser la primera inhibe a cualquiera – me defendió el profesor – Les quiero decir que con Alejandra ya nos conocemos…
Relatos EroticosMi corazón dio un vuelco. Por un instante creí que diría que habíamos sido novios, al fin y al cabo no tiene nada de malo confesar eso, y tampoco estaría faltándole a la verdad, salvo por el detalle que lo nuestro era secreto.
- Tenemos algunos amigos en común, y hemos compartido salidas.
Un poco me calmó. Pero sentí que iba a ser prisionera de sus palabras durante todo el año.
No podía concentrarme. Él hablaba y escribía en el pizarrón. Pero mi mente estaba en otro lado. Cuando una tiene relaciones sexuales con alguien durante un tiempo no hay nada que no conozca. Y cada parte de su cuerpo que yo miraba me recordaba a los momentos de intimidad. Veía sus manos y me imaginaba que esos dedos habían estado dentro de todos mis orificios dándome placer. Cuando nuestras miradas se cruzaban yo recordaba sus ojos entrecerrados por las cosquillas propias del sexo. Sus labios continuaban excitándome, era lo único que le miraba cuando hablaba, esos labios que tanto me habían besado, esa boca y su lengua en mis partes más íntimas, lamiendo cada uno de los rincones más secretos de mi cuerpo, me volvían loca. Observaba su pecho, ese pecho en el que apoyé mi cabeza para dormir tantas veces. Los brazos de los que yo me sujetaba cuando hacíamos el amor. La espalda donde yo clavaba mis uñas. Esos muslos que golpeaban contra mi cola cuando hacíamos el perrito. Esos glúteos que yo tantos chirlos daba.
Demasiada intimidad vivida como para tener una relación común. Una relación profesional. Una relación de Profesor Alumna.
Esa primera clase terminó. Yo no sabía se retirarme rápido o quedarme y saludarlo como una ex sin problemas. Tanto pensé que quedé sola en el aula.
- ¿Vos cómos estás? – me dijo.
- Bien… me siento un poco incómoda.
- Si, es normal, yo cuando vi la lista de alumnos también me sentí raro.

Esa noche me masturbé pensando en él. Rememoraba en mi mente los momentos más excitantes que habíamos tenido. Aquella primera noche en el hotel. Aquella primera mamada. Sus caricias. Todos los recuerdos me excitaban. Y la acabada de esa paja fue dedicaba a él.
La siguiente clase no pude soportar la calentura. No supe en ningún momento de qué estaba hablando. Tuve que cruzas mis piernas porque me estaba mojando, sentía la tela de mi bombacha húmeda raspar la piel de mi entrepierna. Varias veces que encontré mordiendo mis labios inferiores. Mi excitación llegó a tal punto que traté de sentarme lo más al borde de la silla que pude, para que mi vagina hiciera contacto con el borde de esta, y desde allí hice pequeños e imperceptibles movimientos pélvicos que me generaron muchísimo placer. No podía creer ser tan puta y calentona de estar masturbándome en plena clase. Mi mentón tembló de placer, como cuando una está por llorar y se lo aguanta. Estaba teniendo un orgasmo. Junté mis rodillas. Tuve que cerrar los ojos y aguantarme el gemido. Había acabado. No solo mi ropa interior estaba mojada, sino que el flujo había también traspasado la tela del jean azul que llevaba puesto. Parecía que me había hecho pis encima.
Esta vez me quedé sola en el aula a propósito.
- ¿Podés ir a tomar algo? – me preguntó.
- Ahora no porque curso, salgo a las nueve.
- ¿Podés ir a cenar?
- Sí.
Fuimos a un restaurante alejado. No podíamos permitir que nos vieran. Cruzamos el puente y fuimos a comer sushi frente al mar, era un lugar de mucho lujo.
La charla giró en torno a nuestra relación pasada, siempre con aires de humor. Nos reíamos de nosotros mismos.
- Vos eras re calladita.
- Vos eras re lento.
- A vos te gustaba todo.
- Vos no me pedías nada.
Nos reímos durante toda la cena. Yo ya era mucho más madura que cuando había tenido aquella relación con él. Ya no era tan calladita. Y había aprendido demasiado bien como provocar a un hombre sin avergonzarme. Me quieté el calzado de la pierna derecha. Subí la pierna por debajo de la mesa hasta chocar contra la silla donde X estaba sentado. Subí un poco más y acaricié su muslo interno, él que me estaba hablando se detuvo de golpe.
- Viaje a Europa y ento… - me miró.
- ¿Entonces? Seguí contándome – y dirigí mi pie directamente a su miembro. Me encantaba sentir como su pene crecía entre mis dedos. Lo sentía cada vez más duro. Yo ya venía caliente desde la tarde, así que no tarde en volver a mojarme.
Le dije que me gustaría que me llevase al mismo hotel que me había llevado aquella primera vez. Por supuesto que aceptó. Y hacia allí nos dirigimos.
El primer polvo fue sin sacarnos la ropa contra la pared. Sin pete ni nada. Apenas ingresamos en la habitación nos besamos con mucha calentura, yo estaba prendida fuego, no daba más. Ni siquiera lo abracé, llevé mis manos derecho al cinto del pantalón y se los bajé. Él hizo lo mismo conmigo. Yo estaba con la espalda apoyada contra la pared, levanté una pierna y la flexioné, mi otra pierna quedó como apoyo, todavía con el pantalón y la bombacha en mi tobillo. X con sus pantalones y por los tobillos apenas se bajó la parte de adelante del calzoncillo, lo suficiente como para dejar su pene erecto en libertad. Lo introdujo con facilidad porque yo estaba muy mojada.
- Si, cogeme así, así, fuerte… - le dije al oído.

Él bombeó contra mi cuerpo con voracidad. Yo me sujetaba de su cuello con ambos brazos, y apoyé mi mentón sobre su hombro. Tenía los ojos cerrados y solo tuve que limitarme a dejar que me cogiera, me penetraba con tanta fuerza que mi vagina comenzó a arder un poquito, pero mis gemidos taparon ese dolor, hasta que perdí la cabeza y comencé a gritar y a decir obscenidades como nunca había hecho.
Decía cosas sabiendo que iba a arrepentirme de mis propias palabras. Pero mi calentura era inmensa. Use todos y cada uno de los sinónimos de la palabra pene para decirle que me gustaba, utilicé también haceme el amor, métemela, cogeme, follame, dame así, partime, y todo lo que describe una penetración. Grité de placer con todas la vocales, bueno, con la letra I no. Le decía al oído que me gustaba sentirla en mi vagina, en mi concha. Le dije que era una puta, una gatita, que era su esclava, que me hiciera lo que quisiera, que me sometiera. Él se excitaba cada vez más con mis palabras por lo que me penetraba con más fuerzas aun, cosa que me hacía gritar más y me calentaba más y más, por ende continuaba diciendo cada vez más guarangadas, y él más se calentaba y más fuerte me daba, un círculo vicioso.
De todas formas fue un rapidito. Cinco minutos duró el sexo contra la pared. Hasta que él jadeó como un caballo y su semen se chorreó por mis piernas desde mi orifico vaginal mientras yo también alcanzaba el orgasmo y mis flujos se mezclaban con su viscosidad blanca.

Sin perder tiempo nos desvestimos por completo. Él estaba más musculoso que hacía un par de años. Me dijo que mis pechos estaban más grandes y me sentí bien. Que mi cola era más linda que cuando tenía diecinueve años, que era más redonda y formada, y que estaba más dura y firma. Me retó porque según él estaba muy flaca.
Su miembro estaba perdiendo su dureza y yo no podía permitir eso, una buena puta no deja que el pito se achique. Lo senté en el borde de la cama, dejando sus testículos colgando, yo me arrodillé y empecé mi pete, algo que todos dicen que hago bien. Si en condiciones normales un hombre goza cuando se la chupan, imagínense si se la chupan apenas acabó, su cabeza estaba roja, muy sensible por la eyaculación, y mi lengua allí le generaba un placer insoportable. Gemía y gemía, yo me volvía loca, era tanto lo que estaba haciendo gozar a ese macho que cada tanto me corría la cabeza de un empujón para que dejara de chupársela un instante, me decía que era insoportable la cosquilla que le generaba, y alagó mis condiciones como mamadora.
- Pará, pará que me matás – decía – La chupás re bien pendeja…
Me encanta que me digan eso. Me encanta que me digan piropos de ese tipo. Que digan que la chupo bien, que se cabalgar, que les gustan mis gemidos, todo eso me excita mucho.

Una vez que gracias a mi pete su pene volvió a estar duro como a mí me gusta, llegó su turno de demostrarme sus dotes como chupador. Si su cabeza estaba sensible, mi clítoris era una bomba, si alguien respiraba cerca de él yo gemía y me retorcía de placer. Su lengua suave y húmeda eran caricias de cosquillas para mis labios vaginales, apenas con sus dedos me los separaba para poder saborear mejor mis flujos. Gracias a su chupada de concha tuve dos orgasmos seguidos, que fue más bien uno largo, cuando comencé a gemir y a arquear mi espalda porque estaba acabando pensé que él dejaría de chuparme, pero no, continuó con su lamida, y cuando volví a la posición normal las cosquillas comenzaron a bajar por mi panza otra vez.
X se recostó y puso sus manos en la nuca. Estaba claro que quería una buena cabalgata, y yo iba a dársela como que hay un Dios.
Yo sujeté su tronco por la mitad y me lo apoyé en la entrada de mi vagina. Mis flujos hicieron ruidito al hacer contacto con su punta. Le bailé en círculos un poco y la saqué. La froté sin llegar a meterla observando fijamente las muecas de placer de mi amante. Mi vagina comenzó a babearse y me di cuenta que era el momento indicado para introducir ese cuerpo extraño en mi organismo.
Con la pija dentro de mí empecé mi amplia variedad de movimientos pélvicos. Elegí moverme fuerte hacia arriba y abajo para comenzar, de esta forma mi orificio se acostumbraría al tamaño del miembro, y sería como un molde que encajaría a la perfección. Luego me recosté sobre él apoyando mis senos sobre sus pechos, y moviendo mi culo hacia arriba y abajo continué la cabalgata. Continué sentándome bien derecha y moviéndome para adelante y para atrás, golpeando el costado de sus muslos, como si fuese un caballo que yo estaba domando, y a decir verdad me calentó mucho esa idea, yo cabalgándolo a él.

- Arre caballo – le dije cuando le pegué. Repetí eso varias veces hasta que cambié de movimiento.
Entonces hice lo que más me gusta, cabalgas suave, lento, profundo. Con la pija dentro de mí hasta el fondo y mis manos apoyadas en su pecho levemente inclinada hacia adelante, levante mi culo moviendo solo de la cadera para abajo. Elevé mi pelvis sacando ese miembro de a poco, sintiendo como mis paredes se veían raspadas por su cabeza, lo hice muy suave, para sentirla mejor, y una vez que estuvo casi afuera en su totalidad, dejando solo su puntita apoyada en mi entrada, bajé lento, sintiendo como mis paredes se abrían y le daban paso a su enorme e inflamada cabeza. A mí me bastan solo unos pocos movimientos de ese tipo para acabar. Gemí cuando esto ocurrió y X me dio un par de nalgadas. Yo le dije que me pegara otra vez. Me gusta que me peguen, no solo en la cola, me fascina que me tiren del pelo con mucha fuerza.

Soy algo masoquista. Repetí esos movimientos suaves un rato, si una mina sabe coger no permite que la pija se salga nunca, sabe hasta dónde tiene que elevar su culo y cuando bajar, si el pene se sale es culpa de la mujer que no sabe moverse. Por supuesto que no es mi caso.
Cuando él clavó sus uñas en mis glúteos supe que estaba próximo a acabar, y como una buena amante, mantuve ese ritmo que lo había hecho llegar a esa situación. Jadeó fuerte, largo y tendido. Cerrando sus ojos con fuerza. Apretó con mucha fuerza mi culo, y yo sentí en mis muslos internos la viscosidad tibia de su leche.
Permanecimos recostados. Yo enredaba mis dedos en los pelitos de su pecho.
Volvimos a tener una relación secreta. Solo que esta vez era más grave, él era mi profesor. Cursábamos a las cinco y media de la tarde. Y varias veces pasaba que quince minutos antes estábamos en su auto en las orillas del río, y yo le hacía un pete. Algunas veces no hacía ni tiempo a enjuagarme la boca y debía saludar a mis amigas con aliento a semen, ellas, al ser mujeres se daban cuenta, y me hacían algún chiste al respecto, lo que nunca supieron fue de quien era la leche que había estado en mi boca.
Me ofrecían chicles. Lo peor era cuando alguna gota de su leche salpicaba mi ropa, quedaba blanco y eso si que se daban cuenta todos, por lo que debía ir sin mi remera y desabrigada. Lo peor también fue una vez que todo su chorro de semen fue directo a mi pelo.
- ¿¿¡¡Qué hacés!!?? – le dije, totalmente asqueada.
- Y bueno, sale para donde quiere…
El pelo para una mujer es sagrado. Acabame donde quieras, cualquier lado, pechos, cola, muslos, cara, boca, vagina, panza, espalda, pero no en los pelos. Ese día tuve que faltar a clases, y estuve histérica unos días, durante los cuales no le dirigí la palabra. Hasta que una buena sesión de sexo oral hizo que lo perdonara. Una buena chupada de concha arregla todo.
Cogíamos en todos lados. En su auto, en su casa, en mi casa, en un hotel, en la playa, en un sillón, sobre la mesa, en el suelo, cada vez gozaba más. Me gustaba hacerles caritas desde mi pupitre, nadie podía verme porque me sentaba primera, él por supuesto no podía responder ni hacer gesto alguno. Le hacía pucherito, fingía un orgasmo en silencio, solo con caras, pasaba mi lengua por mis labios, dirigía mi mirada a su pene bien fijo, cosa que él se diera cuenta, y me mordía los labios, le hablaba moviendo los labios bien suaves, sin emitir sonido, para que él pudiera leérmelos.
- Te la chupo toda…
- Estoy mojada…
- Quiero en cuatro patas…
- Dame lechita…
Todas esas cosas le decía. X tartamudeaba a veces, mis comentarios hacían que se perdiera en medio de la clase. Yo reía en voz baja. Él luego se vengaba dándome fuertes nalgadas. Hacía que me acostara sobre sus muslos, como una nenita que se portaba mal, y me golpeaba desde allí, dejando mis glúteos rojos y con mucho ardor.
- No papi, no me pegues, soy una nenita buena… - le decía yo haciendo pucherito y cara de niña.
Me re calentaba hacer el papel de nena.
Llegó la fecha del final del primer cuatrimestre. Mis notas no bajaban de nueve, y una vez más era por lejos el mejor promedio del Instituto, incluyendo todas las carreras y todos los años. El profesor no tuvo mejor idea que ponerme un ocho. La vena del cuello se me inflamó. Le discutí, y me enojé mucho. En la Universidad por más que el profesor sea buena onda, y se preste para los chistes, o sea joven, siempre hay que tratarlo de usted, no se le dice estás loco, se le dice, está loco…
- Disculpe profesor – comencé – Me gustaría saber por qué un ocho…
- Tuviste un pequeño error de concepto en una definición, pero el resto estaba muy bien. Sos la nota más alta del curso.
- No me entiende, no estoy de acuerdo con la nota, sé que es para más mi evaluación…
- La nota no se cambia, señorita.
- ¿Me lo hacés a propósito no?
Eso fue lo último que le dije. Me sacó del curso. Luego fuimos a hablar con el director. Por primera vez en mi vida supe lo que es la dirección de un establecimiento. El rector leyó mi evaluación y dijo que la nota estaba bien y no se cambiaba, además me obligó a pedir disculpas delante del curso al profesor X.
- No me volvés a tocar un pelo, boludo – le dije camino al aula.
- Eso te pasa por no entregar el culo, putita.
- ¿Perdón?
- Adelante por favor – me abrió la puerta como un caballero.
No voy a escribir la humillación que sentí al pedir disculpas frente a todos. Esa tarde fui la primera en salir, ya no me quedé a esperarlo. Por la noche lo llamé para decirle que si iba a arruinarme la carrera le iría mal, después de eso yo sabía que me haría la vida imposible.
- ¿Querés un diez? Entregá el culo – dijo alegremente del otro lado del tubo.
Pensé en denunciarlo. Pero no iba a ser tan maricona. ¿Querés mi culo? Tomá mi culo. Se lo entregué una sola noche, la última que tuvimos sexo. Dejamos de hablarnos, hasta el punto que ni siquiera me llamaba a dar lecciones orales, si había que leer un texto yo nunca era la encargada. Hasta me cambié de lugar y me fui a sentar al fondo.
Era horrible compartir dos horas a la semana con alguien que me había cogido tanto y a su sano antojo, hasta mi pobre culo había sido violado por este macho.
Mi nota final de ese año fue un diez.


COMENTÁ PAPI, ME ENCANTA QUE COMENTÉS, NO PARÉS, SEGUÍ ASI, ASI, COMENTANDO PARA MI!!!

Mi Profe

Hola, soy Alejandra.
Esta es una historia un poco distinta tambien, porque no fue sexo de una sola noche...
Espero que les guste.
Besos.

- ¿Querés ir a cenar con unos amigos?
- Bueno, dale.
Yo apenas tenía diecinueve años. Lorena acababa de cumplir los veintinueve y saldría con algunos amigos y amigas a cenar. Lorena es profesora de inglés, por lo tanto su entorno es ese, el de los profesores.
Me vestí para la ocasión. Me hice un peinado raro, con el flequillo hacia atrás un poco elevado, dos pequeñas trenzas que caían por mi espalda, y el resto del pelo suelo y batido. Maquillé mis ojos lo suficiente como para que se dieran cuenta, pero no tanto para confundirme con una ramera; plateado muy suave en los párpados, finamente delineado con un azul obscuro, mis pestañeas bien negras. La boca estaba de un rosa muy bonito, además me gusta usar brillitos en los labios, por lo que mi boca brillaba. Un poco de rubor en mis mejillas, y brillitos casi imperceptibles en el resto de mi cara.

Relatos EroticosUsé para la ocasión un vestido azul bastante largo por tratarse de mí. Me llegaba casi hasta las rodillas. Su escote era redondo y algo grande, pero la espalda no estaba tan al aire. Como mis brazos estarían desnudos desde los hombros, Lorena tuvo la idea de ponerme guantes blancos hasta los codos, parecía una bandera.
Usé zapatos tacos aguja y altos, creo que eran de doce centímetros. Mis aros eran de oro, y un collar con una cruz finalizaban mi vestuario.
Fuimos a un restaurante muy fino, tanto Lorena como sus amigos están muy cómodos económicamente, y no tienen problemas en derrochar seiscientos pesos por cabeza en tan solo una cena.
La mesa estaba reservada, y como debíamos confirmar la presencia, cada lugar tenía un cartelito con nuestros nombres. Me sentí una estrella, y aunque una parte de mí se la creyó, sabía que no era merecedora de tanto lujo. Lorena tuvo un gesto hermoso, las tarjetas decían nombre y apellido, la mía solo decía Ale… y estaba por supuesto, al lado de la tarjeta de ella.

Fuimos las primeras en llegar junto con otras dos compañeras. El siguiente el llegar fue…bueno, no puedo decir su nombre, así que lo llamaremos X. era un hombre un par de años mayor que Lorena, era lindo de cara, tenía una barba rubia de tres días, pelo corto y desprolijo, pero como las estrellas del cine, esa desprolijidad le sentaba muy bien, estaba vestido acorde a todas nosotras, un saco gris, con corbata, pantalones de vestir, me llamaron la atención dos cosas, una fue que el cuello de su camisa estaba levantado, como un chico malo, la otra es que no llevaba zapatos, sino zapatillas deportivas.
- Ahí viene el profe… - dijeron las demás chicas. X era profesor de filosofía.
Por supuesto que lo primero que hicieron fue cargarlo por el tema de las zapatillas. Él saludó una por una a sus compañeras, a mí me dejó para lo último.
- ¿Y esta belleza? – dijo.
- X, ella es Alejandra, mi amiga – nos presentó Lorena – Alejandra este es X.

Yo me puse de pie para saludarlo con un beso en la mejilla, pero él me hizo un gesto para que me quedara en mi lugar, y me sujetó la mano, la elevó hasta su boca y me la besó, como si fuese una reina. Me ruboricé porque las otras chicas gritaron y aplaudieron el gesto, al fin y al cabo, solo yo recibí ese saludo.
- ¿Qué das? – me preguntó X.
No sabía que responder. No sabía a que se estaba refiriendo. Busqué ironías en mi mente respecto a esa frase, doble sentido, nada. No sabía que decir.
- ¿El qué? – dije encogiendo mis hombros.
- No X – salió en mi defensa Lorena – Ella no es profesora de nada, estudia psicología.
- ¿Perdón? ¿Pero cuántos años tenés?
- Diecinueve…
- Ah, pareces más grande, sos muy bonita, creía que eras profesora de algo.

Mi rubor se tornó rojo cuando el resto de la mesa volvió a aplaudir. A cualquier mujer le molestaría que le den más edad de la que tienen. Pero a una chica de diecinueve años, que alguien de treinta y dos piense que tiene más, la reconforta. No supe si lo decía a propósito por estar consciente de esto último, y lo hacía para seducirme, o realmente aparentaba ser mayor, cosa que me daría más canches de estar con él. Porque desde que besó mi mano la piel se me estremeció, y tuve infinitos deseos de poder acostarme con él. Y yo por paranoica y engreída, comencé a tomar todas y cada una de sus palabras como si estuviese seduciéndome.
- ¿Estás con alguien? – volvió a preguntarme.
Yo hacía dos años que estudiaba psicología. Una cosa es preguntar si tenés novio, y otra si estás con alguien, es una pregunta más persona, el tema del novio se responde con sí o no, la otra necesita más desarrollo.
- No – dije y miré a Lorena, porque yo tenía sexo con ella, pero nadie lo sabía – Bueno, digamos… estoy sin compromisos.
A medida que la charla transcurría X me resultaba más lindo, era simpático, divertido, sexy. Lorena hizo sonar su celular a propósito, fingió que le había llegado un mensaje de texto y comenzó a escribir la respuesta. Me envió un mensaje a mí.
- X está con vos, lo conozco, te está mirando desde hoy, te tiene unas ganas… dale para adelante.
Yo me disculpé con la mesa cuando me llegó el mensaje. A pesar de los nervios tuve la lucidez suficiente para decir que era mi mamá la que me molestaba.
Él se ofreció a llevarme a mi casa. Lorena me dijo que vaya, que ella saldría a dar una vuelta con el resto de los chicos, pero que yo debía volver temprano, aun vivía con mis papás. Cuando estacionó el auto en la entrada de mi casa me sorprendió su franqueza, supuse que sería por su edad, nada de histeria ni de dar muchas vueltas.
- Mirá Ale – dijo – Decime si me equivoco, pero creo que tenemos una conexión, que hay química, ¿vos que decís?
Dale para adelante. Recordé el mensaje de Lorena.
- Sí – dije nerviosa acomodando una de mis trenzas – Sí, a mi me parece lo mismo.
Él no perdió el tiempo, y se acercó a mí lentamente, como en las telenovelas. Al estar cerca de mi cara me corrió el flequillo que la tapaba, mi peinado ya se había desarmado y tapaba mi boca. Cuando mis labios quedaron a su disposición yo los humedecí, haciendo el gesto que una hace cuando se pinta los labios, los introduje dentro de mi boca, solo que esta vez pasé mi lengua por ellos. Fue un movimiento rápido pero eficaz, cuando sus labios chocaron con los míos ya no estaban secos.
Nos besamos durante unos minutos. Solo utilizando nuestros labios. Él no introducía su lengua en mi boca, y yo no quería aparentar ser demasiado rápida como para hacerlo. Nos separamos y me acarició la mejilla. Yo cerré los ojos y volví a mojar mis labios.
Volvimos a besarnos, esta vez él me sujetaba por la cabeza, su mano estaba en mi mejilla. Y junté coraje para introducir tímidamente mi lengua en su boca. Apenas con la punta rocé la suya, que comenzó a despertar muy de a poco, cuando yo creía que comenzaría una transa desaforada, él movió su lengua con suavidad, era rica, tibia, húmeda, la movía bien, acompañando esos movimientos con un leve abrir y cerrar de su boca.
Nos separamos, en realidad yo lo separé de mí.
- Pará, acá no. Me pueden ver mis papás…
- ¿Podemos vernos de nuevo?
- Sí. Pero vamos a otro lado ahora.
El dale para delante de Lorena me seguía rondando la cabeza.
Me propuso ir a un hotel de forma muy cortés y como un caballero. Diciéndome que no estaba obligada a nada, que si quería solo podíamos besarnos, y que sería yo la encargada de manejar la situación. Seguramente creería que era virgen, o que tenía poca experiencia. Le dije que sí, que tenía ganas de ir a un hotel.

Al primero que fuimos no tenía cochera. Debimos bajar y pedir una habitación. Yo estaba sin documentos y no nos dejaron entrar porque pensaron que yo era menor. En el segundo no hubo problemas, pedimos una habitación desde el auto. Un turno de dos horas.
Lo que más me gusta cuando ingreso a una habitación con una pareja es entrar primera, y una vez que se cierra la puerta, es colgarme del cuello de esa persona y besarlo contra la pared. En este caso X era bastante más alto que yo, entonces me colgué rodeando su cintura con mis piernas, y mis brazos del cuello, como si fuese una nena. Nos besamos mucho, de varias formas, él me sujetaba de mis glúteos, por primera vez se atrevió a ponerme una mano encima, tenía manos grandes, por lo que la palma de su mano cubría toda la superficie de mis nalgas.
Su lengua en mi boca era fuego. Cada caricia de su lengua contra la mía era una gota más de flujo que mi vagina generaba. Sus manos presionaban mi cola, la pellizcaban. Yo sos de gemir cuando beso apasionadamente y esa no fue la excepción. La nena tímida que había sido toda la velada estaba mostrando sus garras.
Aun conmigo colgada de su cuerpo caminó hasta la cama y caímos allí. Él quedó sobre mí aplastándome. Yo mordía sus orejas. Él habló.
- ¿Vamos a tener sexo?
- Si.
- Sos muy chiquita.
- Igual quiero, me gustas mucho.
- Bueno, es que quiero que todo sea consentido, que no te veas obligada a nada.
Era muy caballero, y eso me excitaba más. Cualquiera en su situación me hubiese violado en el auto, en cambio él pedía permiso para todo.

Mi vestido estaba a la altura de mi cintura, dejando mis piernas completamente desnudas, enseñando mi bombacha negra con puntillitas. X tomó el vestido de su parte inferior, hizo que me sentara en la cama y me lo quitó como si se tratara de un buzo o una remera. Yo me quité los guantes largos mientras él desvestía su torso.
Volvió a posarse sobre mí. Su pecho, el calor de su cuerpo, contra el mío fue otro golpe para mi calentura, mi cuerpo ardía, necesitaba saciar la sed de sexo. Presioné sus glúteos con fuerza por encima de la tela de su pantalón. Él se incorporó y se los quitó de un solo tirón, también sus calzoncillos se salieron. Tenía a X desnudo frente a mí, lo primero que miré fue su pene. Rodeado de vello, mucho vello, su miembro estaba rodeado de pelos, él estaba arrodillado en la cama, sus testículos colgaban, también peludos y grandes, se los acaricié, pero en ese mismo momento volvió a tirarse sobre mí para besarme.
Su lengua recorría mi cuello. Yo arqueaba mi espalda y gemía. Suspiraba. A pesar de la diferencia de edad yo me sentía una mujer. Él introdujo su cabeza entre mis senos, lamió ese espacio que hay entre pecho y pecho, cosa tremendamente excitante para nosotras. Desde allí subía su lengua hasta la punta de mi mentón, de allí bajaba. Yo jadeaba.
Me desprendió el corpiño dejando mis pechos al aire. Aun no se habían desarrollado por completo, me crecieron hasta los veintiún años. Mis pezones estaban parados, cosa que todavía me avergonzaba, pero a X lo excitó. Me los pellizcaba. Los chupaba. Los succionaba. Yo solo podía disfrutar, entregarme de cuerpo entero a él. Me estuvo chupando las tetas un largo rato, tanto que quedaron rojas y con varios chupones, además de estar súper sensibles.
Volvió a incorporarse. Se colocó el preservativo. ¿Ya? ¿No me va a pedir que se la chupe? ¿Él a mí no me la va a chupar?
Me retiró la bombacha sujetándola por el elástico, separó la tela de la piel, y con las palmas de sus manos la enrolló hasta mis tobillos. Mi vagina estaba muy mojada. Él apoyó la cabeza de su pene en la entrada de mi orificio. Presionó. La metió hasta la mitad, yo traté de mantener la cordura y no producir sonido alguno. La sacó. Volvió a meterla lento, muy suave, hasta el fondo. Sentí como mis paredes vaginales se iban separando. Se me estaba abriendo la concha como una flor en primavera. Esta vez no pude soportar el placer y lancé un grito.
Él se recostó sobre mí. Yo estaba boca arriba con las piernas abierta, las había elevado y flexionado para que la penetración fuese más profunda. Cada bombeo suyo era muy placentero. Yo le gemía al oído y le decía que me gustaba.
- Me gusta mi amor, me gusta…
X continuaba con ese ritmo lento, tan lindo. Yo comencé a mover mi pelvis al compás de sus movimientos. Con mis piernas rodee su cintura, no iba a permitir que se fuera. Quería que estuviese dentro de mí mucho tiempo. Clavé mis uñas en sus hombros y él lanzó un gemido. Me excitó tanto ese sonido cerca de mi cara que sentí que mi vagina rebalsaba de jugos.
Noté que él estaba moviéndose más rápido. Sus jadeos eran cada vez más fuertes. Finalmente colocó su mano en mi nuca, me levantó la cabeza para que lo mirara fijo a sus ojos. Su cara manifestaba una mueca hermosa, sus ojos entrecerrados, la boca abierta, su frente transpirada.
- Oooohhhh, oooohhh….- suspiró. Me calientan mucho los hombres que gimen con la letra O.
X acabó casi a la misma vez que yo. Creo que me adelanté por unos segundos.
Se incorporó y se retiró el preservativo. Lleno de leche. Cuando vi el semen allí me di cuenta que esa había sido la primera vez que un hombre me la había metido sin antes haberla chupado. Todas las pijas que me habían penetrado habían pasado por mi boca. Y también era la primera vez que no me hacían sexo oral, y tampoco me había tocado con sus dedos. El único contacto de mi vagina con el cuerpo de X había sido con su pene.
Permanecimos recostados. En silencio.
- ¿Podemos vernos de nuevo? – me dijo.
- Si.
Luego de esa noche comenzamos una linda relación en secreto. Las sesiones de sexo se fueron intensificando. La segunda vez que lo hicimos la cuestión fue más completa. Él estaba parado, apoyado contra la pared, y yo me arrodillé. Desde allí me introduje ese pene que tantas ganas me daban, nunca un pene había sido tan deseado por mis labios. Fue la pija que más disfruté lamer. Sus pelos se metían en mi boca. Se pegaban en mi paladar. Su cabeza era grande. Le pasé la lengua por su ojito y fue el punto clave para hacerlo acabar. Su leche se desparramó por toda mi cara, su primer chorro golpeó de lleno en mi ojo, el resto se dividió entre mi frente y mi cabello. El ojo estuvo ardiéndome un buen rato.
Después de eso me recosté sobre la cama. Abrí las piernas para que me hiciera sexo oral. Estuvo chupándomela un buen rato, una vez que me hizo acabar yo creí que ya era todo, pero él continuó lamiendo como un perrito fiel.
Hicimos el amor en el suelo del hotel. Esta vez yo fui la encargada de demostrar mis cualidades como amante. Lo monté. Lo cabalgué. Me senté sobre esa pija, esta vez sin forro para que él gozara más. Mis movimientos eran dulces, suaves, quería que su miembro sintiera el contacto con el interior de mi vagina, que su punta tocara y raspara las paredes de mi interior, mis movimientos se basaban en eso. Me encantaba ver su cara de placer. Cuando notó que me estaba cansando tuvo la caballerosidad de sujetarme de la cola para ayudarme a continuar mi cabalgata. Me ayudaba a subir y a bajar, además que también comenzó a mover su pelvis hacia arriba y hacia abajo. Mis muslos estaba cansados, a punto de acalambrarse, sentía fuego, como cuando una sale a correr y sus piernas están muy cansadas, pero una sigue corriendo. X no acababa, y yo quería hacerlo acabar, él me propuso cambiar de posición pero yo me negué. No quería que pensara que era una nenita que no podía hacer acabar a un hombre. Cabalgué tanto que en un momento su pecho y su cara se mojó con gotas de mi sudor. Mi frente transpiraba mucho, al igual que mi espalda, sentía caer las gotas de sudor por la raja de mi cola. Ya no podía respirar, estaba muy agitada, hasta que lo conseguí. El jadeó, me clavó sus manos en el culo y se movió rapidito a hasta que lanzó un fuerte gemido.
Mis rodillas estaban lastimadas por el roce con la alfombra. Me sangraba, además mis movimientos terminaron siendo bruscos. Me ardían mucho.

Estuvimos cogiendo así durante varios meses. Siempre en secreto, solo Lorena estaba al tanto, pero X no lo sabía. Hasta que lo dejé. El sexo era hermoso. Pero no me enamoré. Y cuando él vino a plantearme si podíamos tener algo un poco más serio, me vi obligada a decirle que no. Y nos separamos.
Dejamos de vernos durante dos años. Cuando en la facultad nos presentaron al nuevo profesor de filosofía de mi carrera. Y ahí ingresó él. Cuando lo vi se me nubló la vista, y mi corazón latió a mil. Él en cambio sonrió al verme. Sentí mucha vergüenza, mi profesor iba a ser una persona que me había tenido en cuatro patas, había estado encima de mí, yo lo había cabalgado, se la había chupado, tragado su leche, sabía el sabor de mi concha, me había oído decir cochinadas en la cama, habíamos dormido juntos. Sentí mucha vergüenza.
Pero eso es parte de otra historia.

COMENTEN!!!