Eran las vacaciones perfectas. Toda la familia se había citado en la isla de Margarita para pasar una semana santa sin igual. Yo estaba muy emocionado. Conmigo venían mis padres, hermanos y además iban mis tías (hermanas de papa), tíos y primos.
Se alquiló un chalet para la ocasión, vista al mar olor a playa. Para aquel entonces yo contaba con 16 años. Era virgen pero si me había masturbado con revistas porno y con las pocas emociones que me transmitía mi recatada novia. Por fin llegaron mis tíos y con ellos mis dos primos y mi prima Melissa. Una linda niña con una piel de alabastro, cabello ondulado, castaño, su fisonomía recordaba a la de una guitarra, sus pies parecían de mármol y ni siquiera michelangelo bonarotti hubiese tallado unos tan perfectos, sus ojos almendrados con una mirada triste que transmiten ternura, sus pechos del tamaño de dos mangos, apenas hubiesen cabido en una mano pero siempre me llamo la atención como se remarcaban a través del bañador.
Al verla llegar mi corazón latió con fuerza ella siempre me había gustado y creo que yo un poquito también, pues nos tratábamos con mucho cariño- y corrí a saludarla, la apreté con fuerza sentí el frío de su piel por la excesiva exposición al aire acondicionado del auto- y me sorprendió al decirme:
-Qué miras?
-Nada meli, nada, jeje..
Me había descubierto observando sus pezones que remarcaban su blusa, el frío los tenía endemoniadamente erectos.
La ayudé a cargar su maleta, se instalaron todos y comenzamos en la noche a tocar discos y a bailar y bailar. Estábamos jadeantes de tanto bailar música de ese pop de los ochenta (Modern Talking) y mi primo colocó Bachata de Jun Luis Guerra; saque a bailar a Melissa y ella accedió.
La abrace y ella a mi, nos unimos y comenzamos a dejarnos llevar por la música. Sentí su calor como oleadas invadir mi cuerpo, ella tomaba mi cuello con fuerza como aferrandose a mi para no caer de cansancio, nos miramos frente a frente y nuestros ojos brillaron por unos instantes como sonriéndonos y se evadieron en un arrebato de timidez mutuo, ambas narices buscaron los cuellos y yo resoplaba mi aliento sobre el de meli ella contoneaba sus caderas pegadas a mi cuerpo al son de la música, el sudor resbalaba por los cuerpos empapando la blusa de ella y mi franelilla. Pasó lo inevitable, mi pene comenzó a levantarse inexorablemente, me moría de la pena pero mas pudo mi placer que el pudor de saber que meli se diese cuenta de ello, como en efecto sucedió, pues meli me susurro al oído.
-Manuel que haces?
-Mely no soy yo
-Como que no, tienes eso parado (estaba rojísima)
-Fuiste tu meli, me encantas perdón
Un perdón no bastó, meli dejó de bailar.
Fue afuera, a la terraza y yo me fui detrás de ella, caminó hacia el corredor que da detrás del chalet y yo la seguí, ella no se dio cuenta
Al fin paró y yo la toque levemente por un hombro
-Diooooooooos, que haces aquí casi me matas de un susto
-Perdón mely es que me muero de la pena
-Calla Manuel como tienes la desfachatez de decirme que la culpa es mía no ves que..
-Ya va mely no me entendiste, es tuya porque siempre, siempre me has gustado mely.
Al decir ello la tome por la cintura con dulce fuerza y la miré fijamente a los ojos, ella esta ruborizada y se le salieron dos lágrimas y me dijo:
-Manuel por dios mi lindo suéltame me asustas, estoy asustada
-Porque?
-Porque, sabes primo tu siempre me has gustado eres mi primo preferido, eres muy lindo y siempre te he querido en silencio, estas lagrimas son de rabia de saber que eres mi dulce imposible
Jamás, jamás en mi vida esperaba yo esta respuesta. Y menos con esa mirada tierna (de esa que antes les hablé) triste, la cual buscaba respuestas a algo que no las tenía. La abracé con fuerza y ella me dijo:
-Manu, tengo frío, aquí afuera hace mucha brisa, ¿porqué mejor no entramos a bailar?
Pasó la noche. Al día siguiente apenas mely me saludo y yo a ella, esta fresco el recuerdo de antenoche. Ya sabíamos lo que sentíamos el uno por el otro. Fuimos al parque acuático. Con la diversión todo se olvidó y fuimos a los toboganes de agua los hidrotubos-, le dije a mely:
-¿Nos lanzamos mely?
-Claro primo
Ya dentro de los tubos nos lanzamos en tren uno detrás de otro- comenzábamos a retozar al son de la velocidad y sin poder evitarlo apreté uno de sus senos, ella tomó mi mano más no la retiró. Casi llegando al final, deslicé mis dedos por el bañador y acaricié sus pezones, estaban más grandes que nunca comencé a dar vueltas con mi dedo alrededor de él pero llegamos al final y el estrellón fue de película.
Al salir de debajo del agua, ella me miró y sonrió diciéndome: tramposo y se hundió pasó por debajo de mis piernas no sin antes apretar mis huevos con fuerza. Sencillamente impresionado la perseguí y se había metido detrás de una cascadita que hay detrás del snack-bar y al llegar me dijo:
-Manuel, ¿Qué estamos haciendo?
-Lo inevitable
En eso la besé con fuerza, larga y profundamente, ojos cerrados, solo sentíamos el agua rebotando y cayendo en nuestras caras unidas por esa pasión que quien sabe cuanto tiempo llevaba acumulada; cuerpo con cuerpo, exploré cada rincón de su boca con mi inquieta lengua, chupé su lengua como si fuese un helado caliente, estábamos respirando fuerte, jadeábamos y eso que solo era un beso. Ella seguía con los ojos cerrados, empecé a besar y chupar su nuca, el sabor a cloro del agua se mezclaba con el sabor de su piel, ya nisiquiera sentía el agua cuando mely metió su mano dentro de mi bañador y abrió los ojos al ver lo grande que estaba mi pene, erecto asombrada me miró, solo le dije así me pones tu a mí mely, la volví a besar, ella continuaba masajeando mi sexo el cual comenzó a palpitar anunciando un prematuro orgasmo, deje sus labios y destapé un seno e inmediatamente posé mis labios en ellos, los chupé dulcemente, estaba durísimo su pezón y lleno de rosetitas y puntitos, esta hinchada la aureola, mely comenzó a jadear y a contorsionarse, yo tenía mis piernas entrecruzadas con las de ellas. Con mi otra mano busqué su culito, comencé a tocar sus nalgas al momento que volvía a besarla sentía que iba a estallar mi pene, metí mis dedos entre sus dos nalgas y comencé amover circularmente mi dedoíndice en su culito mely comenzó a gemir y decirme:
-para mue para porfa,
-No no, mely me tienes loco..
-No nooo, manu, lindo nos van a ver ahhh, ya ya me siento ah si, Manuel.. noo.. ya.. pa..raaa, sentí sus convulsiones me apretó con fuerza, seguía gimiendo y llorando, su cuerpo temblaba estaba hirviendo yo sentía que me iba a explotar el pene,empezó a moverse solo, a latir, y sentí las oleadas una tras otra
Comenzó a llorar y me dijo:
-manu ¿que hicimos?
Al retirar la mano de mi bañador, la tenía llena de mi semen, me percaté de que también me había venido
Se observó la mano, avergonzada se volteó y sacudió la mano en el agua, difícilmente logro zafarse de el traicionero y pegajoso fluído.
Se levanto, salió de la cascada; la cual había sido testigo mudo de las pasiones juveniles y me dijo:
-Vámonos Manuel, nos deben estar buscando
A lo cual asentí sin chistar.
Nos conseguimos con la familia en el comedor del parque, mi tío extrañado dijo que no nos había visto y nos andaba buscando le dije que nos retrasamos en el acuario, nos sentamos comimos y regresamos al chalet
En la noche, ni siquiera a la hora de la cena nos miramos, nos sentíamos demasiado culpables. Noté que mely estaba extraña, muy distante; no pensé que era por mí, la conocía demasiado desde niños-. Esa noche a las diez teníamos una invitación a una tasca donde se presentaba una banda show de flamenco, yo me disculpé pués mis primos me dijeron para ir a la disco, a la tasca solo irían los mayores
Cuando el hermano de mely (mi primo rigoberto) redijo para irnos todos a la disco, ella se disculpó y le dijo a rigo que se sentía mal con un poco de fiebre Lamenté con todas mis fuerzas el que ella no fuera pero, decir yo también que no a la disco era sospechoso. Le hice saber mi pena, nos despedimos y fuimos a bailaar!!!
La disco tenía un TRANCE de DJ Tiesto (come Loves again), llamaba a bailar, pegados los cuerpos, es una música muy erótica sobraban mujeres niñas lindas y bellas de todas las edades (esa es la realidad Venezuela y pocos hombres) pero.. no sé, no me sentía anímicamente bien. Me bebí par de tragos, rechacé dos lindas nenas para bailar mientras que mis primos y sus amigas se desgañitaban bailando casi hacían el amor en la pista- pues sonaba reggaeton, en lo que ellos se descuidaron,
Simplemente me fui
Pare un taxí, le di la dirección del chalet, el taxi volaba pero no era suficiente, para mi tardó siglos en llegar. Le pague al hombre y al ver el chalet tan solo me pregunté.
-¿estará allí?
-¿Se habrá ido?
Sin más ni más, entré sin ruido. El corazón me latía con fuerza, estaba llegando a su habitación, tuve miedo de abrirla, temor a no encontrarla allí; al abrir la puerta
Ví sus sabanas revueltas su almohada a un lado.. ella no estaba, apreté los dientes con fuerza para no gritar, me senté en la cama y sin querer ni poder evitarlo comenzaron a salir lagrimas de mis ojos, lagrimas de rabia, de celos sin saber de que la celaba, pero lo extraño es que la cama estaba todavía caliente, me acerque al edredón y olía a ella, su perfume era inconfundible, incomparable; me parecía estarla oliendo a ella
Cual sería mi sorpresa y porque negarlo mi MIEDO al sentir dos manos sobre mis hombros que me abrazaban
Pensando que era no sé un espanto me volteé rápidamente y dios mío, no podía ser, era ella, solo con una batola, sonriéndome con esa mirada tierna y triste que tanto amaba, sus ojos brillaban a la luz de la luna llena que se filtraba por la enorme ventana
Iba a decirle algo pero me llevó sus dedos a mis labios invitándome a callar y me dijo al oído:
- Mi tía (o sea, MI MAMÁ) regreso antes que todos porque le dolía la cabeza, cuando llegastes le estaba llevando una pastilla a su cuarto, te vi pasar pero no te dije nada sabía donde ibas
Y sin más se sentó a horcajadas sobre mis piernas y comenzó a besarme de una manera salvaje, me dijo de nuevo al oído:
-aunque sea, solo una vez quiero ser tuya y tu seas mio
Me besaba, me lamía, sentía el sabor de su saliva en mi boca, su lengua metiéndose hasta dentro de mis encías, a los lados de los dientes, chupaba mi lengua, me mordía mis labios, me tiró de espaldas sobre la cama, me quito uno a uno los botones de la camisa, suavemente la dejó deslizar por mis brazos hacia atrás, en esa posición pude ver sus lindos pechos por el escote del camisón, acarició mi pecho, mis pelito, reclinó su cabeza y chupaba y mordisqueaba mis tetillas, yo solo sentia que aquello era zúrrela, lamía mi abdomen, mis cuadritos, metía su lengua en mi ombligo; se incorporó y se quitó el camisón
Por primera vez en mi vida la vi totalmente desnuda, era como la Venus de Milo, solo que aquella era solo pintura en el lienzo, ella era era un cuerpo perfecto, acaricié su piel pero se retiro y comenzó a desabrochar el botón de mi pantalón y saco la correa al tiempo que sacaba mis pantalones, quede en bóxer, pasó l mano sobre mi pene semidespierto (yo creo que el todavía estaba asombrado) y bajó mi bóxer dejándome totalmente desnudo, me invitó a acostarme en la cama de largo y accedí prontamente, inclinó la cabeza pasando la lengua sobre mi abdomen, bajo al ombligo siguió a mi vello púbico y al llegar al pene, le dio un beso y se lo tragó todo completamente en su boca, subía y bajaba creando en mí sensaciones nuevas llenas de inmenso placer, sentía hormigueos y una sensación hiper agradable e irresistible cuando ella comenzó con su lengua a lamer mi glande, de un lado a otro, de manera circular, lo tragaba, lo lamía, con sus ojos cerrados pero iluminados a la luz de la luna, ese vaivén iba y no paraba, pasaba la punta de la lengua dejando escurrir su saliva al glande exactamente en la unión de la parte trasera de la cabecita.. me estaba matando en vida
Decidí hacer algo al respecto, me paré ella sorprendida, la voltee con dulce violencia y la coloque de espaldas a la cama y yo en cima, me giré dándole mi trasero, y bajé a su sexo comencé a lamerle su vagina, la cual me percaté estaba como hinchada, lamía con suavidad dentro de sus labios y logré ver su clítoris al apartar su capuchón que lo recubría, era como un botoncito, esperando que le dijesen PLAY, comencé a lamerlo suave y pausadamente mely se quejaba de placer más inmediatamente se metió mi pene en su boca, comenzamos a comernos mutuamente, sentía través de la ventana ese olor del cercano mar, la humedad presente en nuestros cuerpos, mely estaba calientísima (tenía fiebre) y noté como de su vagina comenzó a votar fluídos a más fluídos, con un olor salvaje pero rico, sus labios estaban tan hinchados que casi estaban deformes, el clítoris se le había hinchado enormemente, se estaba revolviendo de placer; al igual yo sentí de nuevo que mi pene palpitaba en su boca sentí que había llegado el momento..
Retiré mi cabeza de su sexo, ella sacó el pene de su boca estaba durísimo, me dolía. Me coloqué de frente a ella, vi su sexo, acerque mi pene enhiesto hacia su vagina y presentó leve resistencia, ella se quejo yo le dije que si le dolía no continuaba, pero me dijo:
- Por mi vida HAZLO! Hazlo Ya! Me estoy muriendo dios
Hice un poco más de fuerza con mi pene hacia delante y por fin pasó, al tiempo que sentí como era atrapado por la estrechez de su sexo, comencé a moverme lenta pero rítmicamente en un calido vaivén, y mely sollozaba de placer, colocó una almohada en su cara y gemía para no ser oída de esa manera, me miraba mely comenzó a gemir de placer y una y otra vez me acariciaba, me arañaba, de verdad nos estábamos matando
Caí a horcajadas sobre ella, nos besábamos, y ella cruzó sus piernas sobre mi espaldas atrayéndome su cuerpo, nos amabamos sin medida, ella estaba hirviendo de fiebre y placer, de su vagina chorreaban fluidos, (lo sentí entre mis piernas), me dio la vuelta y encima de mí se lo metió ella misma y subía y bajaba con fiereza, sentia como se chorreaba sobre mi pene y mis bolas, tenia los ojos cerrados y los labios apretados, ya yo no aguantaba más..
-me vengo mely.. debo sacarlo está dentro de ti
-No primo, culmina lo que empezaste
-No mely mely ahhh
Que explosión, ni cuando me masturbaba había sentido algo parecido, ella se reclinó sobre mí y me sintió palpitar, retorcerme, oleadas y oleadas de semen quedaban sembradas en lo mas profundo de su sexo Ella sollozaba, reía, me decía que esto no podía ser real era hermoso Nos quedamos abrazados besándonos todavía ella se tocaba y seguía saliendo de su sexo el semen inexorablemente. Al rato ella se fue a lavar y yo a mi cuarto, esa noche no pude dormir.
Al día siguiente, al desayuno cada quien comentó su rumba, me preguntaron porque me fui yo dije a otro sitio a rumbear con una chica que me esperaba. Supusieron lo bien que me había ido por la cara de satisfacción que tenía. De mely, solo se contentaron al verla levantada y ya no enferma; pero lo que más los impresionó es que hacía años -dijo mi tía- que esos ojos tristes no brillaban de esa manera. Ella y yo nos miramos, ambos sabíamos el motivo de esa felicidad. Por fin fuimos el uno del otro. Actualmente ella se fue a vivir a España al morir mi padre y yo rehice mi vida y me casé con una linda y bella mujer. Pero todavía recuerdo y lloro de nostalgia cuando voy a Margarita, me escapo a Pampatar y visito el resort donde está el chalet, ese chalet donde una vez conocí lo que era el verdadero amor, el sitio donde una vez amé con sinceridad.