miércoles, 27 de octubre de 2010

Mi Jefe

Secretaria SexyHola a todos, soy Alejandra, aca les traigo un relato nuevo, yo era muy joven y apenas comenzaba a trabajar de camarera en un camping.
Espero que les guste, comenten y escriban cosas lindas.


Durante un tiempo trabajé como camarera en un camping donde se hacían eventos grandes durante todo el fin de semana. Se hacían fiestas de casamientos, eventos políticos, de deportes, etc. Una tenía que ir bien temprano el sábado, preparar el desayuno, después limpiar, preparar el almuerzo, limpiar, preparar una merienda, o ir a atender en la pileta del lugar, después la cena, y finalmente la fiesta hasta el domingo a la madrugada. Eran muchas horas, demasiadas. Pero pagaban muy bien, y la propina era mucho mejor. Hacer eso 3 veces por mes no significaba ningún sacrificio.
Diego era el encargado del lugar. Tendría unos 32 años. Yo lo conocí por su mujer, Laura, porque íbamos juntas al mismo gimnasio, y conseguí el trabajo gracias a ella.
Diego era de aparecer poco durante la jornada laboral. Estaba en el lugar, pero casi que no nos prestaba atención a las camareras. Si podía pagarnos antes era mejor, de esa forma se evitaba tener que vernos luego. Además siempre iba con su esposa a una cabaña del camping a descansar.
Una tarde un alto dirigente político me habló que se sentía muy conforme con el servicio, y que quería felicitar en persona al encargado del lugar, por lo tanto tuve que salir a buscarlo por todas las inmediaciones del camping.
Busqué en la pileta, en los kioscos, en el salón, en la parrilla. Finalmente lo encontré, estaba en la cabaña con su esposa. Vi su silueta por la ventana, estaba de pie, de espaldas. Yo tuve que dar la vuelta, la puerta estaba del otro lado, y encima estaba casi abierta de par en par, por lo tanto no tuve la delicadeza de golpear antes de entrar.
Abrí lo que quedaba de la puerta e ingresé. El levantó su vista y antes de que yo pronunciara palabra alguna quedé muda y roja de vergüenza y muy incómoda. Laura, que por suerte no me escuchó entrar, estaba de rodillas frente a él, vestida, Diego estaba con sus jeans por las rodillas. Su mujer le estaba practicando sexo oral, y yo estaba a unos pocos metros de la situación. Yo podía oír el chasquido de la saliva de Laura cada vez que su boca chupaba el pene de su marido, acompañado por pequeños y eróticos gemidos. Diego sujetaba con ambas manos la nuca de su mujer, y me miraba con ojos de pervertido, mientras su boca hacía muecas de placer. El pelo de Laura era largo, de un rubio oscuro, y ondulado. Su cabeza se movía hacia atrás y adelante. Yo permanecí de pie, anonadada, sin saber qué hacer, ya era tarde para salir corriendo y fingir no haber visto nada. Luego de un par de minutos de ver aquella escena, me alejé caminando hacia atrás tratando de no hacer ruido, y me quedé en la puerta.
Luego de un ratito los dos salieron caminando de la cabaña. Diego me saludó como si no hubiese pasado nada, fingiendo muy bien. Yo estaba muy nerviosa. Le dije que el político lo estaba buscando y se fue, dejándome a solas con su mujer. Laura me saludó alegremente con un beso en la mejilla, pude sentir que de su boca salía un aroma a semen muy fuerte, y una parte de su mejilla estaba craquelada debido a que el semen se había derramado allí y ya estaba seco. Ella se excusó diciendo que iría al baño. Era lo más lógico, pensé, tenía que ir a lavarse.

Durante la semana, en las clases del gimnasio, cada vez que veía a Laura con sus calzas ajustadas, mi excitación se incrementaba notablemente. Le miraba con atención sus labios, su boca, donde había estado el pene de Diego. Me volvía loca el hecho que ella me hablara como si yo no supiera nada, y lo había visto todo, la había escuchado gemir de rodillas, y eso me incitaba demasiado.
Al siguiente fin de semana se hizo la reunión previa a cada evento, donde Diego nos indica que hacer a cada una, y cual será nuestra tarea. Como lo sospeché, me dejó para lo último. Quedé sola en su oficina.
- ¿Te gustó lo que viste el otro día? – me consultó.
- Ay, Diego, por favor…
- ¿Te gustó o no?
- Fue un momento incómodo.
- ¿Te gustó?
- Si.
Me indicó cual sería mi labor. Solo tenía que estar detrás de la barra para preparar los tragos de la tarde y de la noche. El resto del día solo debía hacer acto de presencia y atender a quien lo necesite, no debería armar las mesas ni lavar las vajillas. Además me puso a cargo del resto de las camareras, cosa que molestó bastante el resto de las chicas.
- Te estás cogiendo al jefe trola…- me decían, mitad en broma, mitad en serio.
Esa tarde Diego me pidió que le llevara un trago a su cabaña. Cuando entré volvió a preguntarme.
- ¿Qué tanto te gustó lo que viste el otro día?
- Diego, basta, por favor…
- ¿Cuánto?
- Diego…
- ¿¿??
- Un poco – dije mirando hacia abajo y corriéndome el flequillo.
- ¿Pensaste en eso en la semana?
- Si.
- ¿Te excitó?
- Si.
Diego se puso de pie.
- Vení – me dijo – Arrodillate.
Yo sabía lo que me pediría. Traté de poner la excusa que su mujer era mi compañera, y que me llevaba bien con ella, pero él no comprendió, volvió a exigirme que me arrodillara frente a él. Una vez que lo hice, Diego sacó su miembro, que ya estaba erecto, y lo introdujo en el vaso trago largo, mojándolo con el trago de frutilla que me había pedido.
- Chupá puta, chupá…
Yo se la chupé. Un poco porque estaba excitada por recordar lo que había visto y porque la charla previa que había mantenido con él me mojó, y otro poco porque Diego estaba muy bueno, y su pene era estéticamente hermoso. Gordo, largo, una cabeza linda, prolijamente depilado, con una vena que sobresalía en uno de sus costados.

Cuando la introduje en mi boca el sabor a frutilla me excitó más. Yo succionaba su miembro con mis labios, lo metía y lo sacaba, todavía no era el momento de jugar con mi lengua ni de masturbarlo con mis manos, una buena mamadora mama usando solo sus labios. Luego movía mi cabeza en círculos, raspando con mis labios y la parte interna de mis mejillas todo el tronco de su pene. Llegó el momento de jugar con mi lengua, con mi mano, apenas con la punta de los dedos, sujeté el pene para que quede quieto, mientras con la carne de mi lengua lamía desde la base hasta la puntita, donde me quedaba jugando en el ojito, robándole el primer gemido y su primer temblor de piernas, hice ese movimiento varias veces, cada vez comenzaba la lamida desde más abajo, desde sus testículos, desde la parte trasera de sus testículos, hasta que llegué a su ano, que por suerte estaba depilado, y permanecí allí, chupando su culo un rato largo, mientras con mi mano pajeaba su pija, y con la otra acariciaba sus huevos. Volví a lamer su tronco, me detuve con mis labios en su punta y la raspé con toda mi lengua, toda la carne tibia y húmeda de mi lengua apoyada sobre la cabeza de su pene. Él lanzó un gemido enorme y por un segundo creí que iba a eyacularme en la boca. Me alejó y comenzó a desvestirme.
Cuando empezó a chuparme las tetas mis pezones ya estaban erectos, duros, apuntando hacia el techo de la cabaña. Él los lamió, jugó con su lengua en la puntita más sensible de mis pezones, yo me estremecí, comencé a jadear, mi piel se erizó y mi vagina chorreó un pequeño hilo de flujo que recorría mis muslos. A medida que chupaba mis tetas mi jadeos se convirtieron en gemidos, él metió su mano en mi vagina, primero la estimuló con un dedo, hasta que se abrió un poquito y pudo meterme dos, los metía y los sacaba, los metía y una vez en mi interior los doblaba de tal forma que quedaban como un gancho, y al sacarlos rozaba mi clítoris, haciéndome gemir con fuerza y pasión. Me vi rápidamente moviendo mi cadera sobre su mano, masturbándome, haciéndole el amor a su mano. Finalmente acabé, lancé un gemido largo a la vez que mis piernas temblaron y de mi vagina salió un tibio y pegajoso flujo que bañó su mano.

Llegó el momento del cunnilingus. Me recostó en el sillón, yo aun tenía mis piernas y mi vagina dormidas por el orgasmo reciente. Sentí la humedad de su lengua deslizarse por mis labios vaginales, me perdí en el placer, sujeté su nuca con ambas manos y comencé a gemir a los gritos y mover mi pelvis al compás de sus lamidas, ahora le estaba cogiendo la cara, y me gustaba, era una putita entregándose a su jefe, y eso me excitó mucho. Mi clítoris estaba sensible, y no tardé en volver a llegar al orgasmo, esta vez fue su cara la que se vio bañada de mi flujo.
Conmigo aun tirada en el sillón al borde del desmayo por el placer, Diego se reposó sobre mí y comenzó a penetrarme. Su pene ingresó sin inconvenientes en mi vagina, todo estaba muy bien lubricado. Yo agarré sus glúteos con fuerza y el comenzó a jadearme en el oído, yo gritaba…
- Ahh, ahh, así, así, me gusta, ahh, así…
Sus muslos goleaban la parte interna de mis piernas, me estaba dando con bastante fuerza, eran penetraciones lentas, no rápidas, pero profundas y fuertes, él quería que yo sintiera toda su pija en mi interior. Se movía en círculos, de frente, lamía mi cuello y mis orejas y me decía al oído que era una puta…
- Que puta que sos pendeja, como te gusta…
- Sí, me encanta, no parés, así, así…
Cambiamos de pose. Me tocó a mí ir arriba suyo. Llegó mi hora de demostrar mis cualidades como amante, de mostrarle que no era una pendeja, que era una mujer que sabía cabalgar a un hombre, tenía que demostrarle que sabía coger.
Sujeté su tronco por la base y me lo froté en la entrada de mi orificio vaginal, los flujos que salían de mi cuerpo hacían ruidito. Introduje solo su puntita, la parte más sensible, él jadeó y me agarró del culo con fuerza, como tratando de mermar el placer que le estaba generando. Luego metí su pija hasta la mitad y bailé en círculos sobre ella, me meneaba, siempre sujetándolo desde la base del tronco. La saqué y volví a meterla hasta la mitad, me fascinaba ver su expresión, sus ojos se cerraban con fuerza, fruncía su frente y abría la boca, yo me encontré inconscientemente imitando esa mueca de extremo placer.
Finalmente metí su pija en su totalidad, gemí, a pesar que mi vagina ya estaba abierta y lubricada, sentí un pequeño ardor que me hizo gemir. Comencé la montada de la mejor forma que pude. Coloqué mis manos en mi propia nuca, me senté en su pija con la espalda bien derecha, como una señorita inglesa que se sienta bien en una silla, tiré el culito para atrás, y desde allí me movía hacia arriba y hacia abajo, meneándome también a la vez para adelante y para atrás, un movimiento muy desgastante desde lo físico, ya que al no apoyarme con mis brazos toda la fuerza la estaban haciendo mis muslo y mis glúteos. Eso me gustaba. Yo gemía, gritaba de placer, me mordía mis labios y entrecerraba los ojos, estaba gozando mucho. Él cada tanto me daba una nalgada y yo lanzaba al aire un grito y alguna que otra obsenidad.
- Sí, pegame papito, pegame…

Comencé a transpirar y mis piernas temblaban, mitad placer mitad por el cansancio, estaba llegando al límite, debía apoyar mis manos en su pecho o en el sillón para ayudarme, pero mi orgullo femenino me lo impidió, mis movimientos ya no eran tan sexys, sino más bien bruscos producto del cansancio. Cuando mi cuerpo ya no pudo más caí desplomada sobre su pecho, y continué haciendo pequeños movimientos desde allí, hasta que mi fatiga y mi falta de aire fue tal que permanecí quietita sobre él, aproveché para besarlo, sus labios y su lengua, su cuello.
Diego se incorporó y se paró detrás de mí, hizo que apoyara una de las rodillas en el sillón, mientras que la otra pierna estaba apoyada en el suelo, mis manos se sostenían del respaldo del sillón, quebró mi cintura haciendo que mi culito quedara bien parado. Jugó con su pija en la entrada de mi anillo anal, generándome mucho placer, jugó allí un rato, como esperando mi aprobación.
- Sí papito, damela, dame ahí…
Fue todo un caballero. Rompió mi culo con mucho cuidado. Primero me lo chupo hasta que sus glándulas salivales se secaron, luego introdujo un dedo, luego dos y los movió un círculos, haciendo una especie de cono para ir abriéndolo, luego comenzó a pujar con su pene, sentí su cabecita dentro de mí, la sacó, presionó un poco más, hasta que ese CRACK que indica que la pija ya está adentro se hizo presente. Aun así, volvió a sacarla y meterla hasta la mitad, hizo eso varias veces, hasta que mi ano ya estuvo bien abierto. Finalmente la metió toda. Yo grité, sentí un dolor inmenso, pero el placer que me genero fue terrible, sentía un palo raspándome la parte interna de mi estómago, su pija me estaba cogiendo por el culo y eso me volvió loca. Empezó a bombearme cada vez con más fuerza, con sus manos separaba mis glúteos, me sentí muy puta, muy sucia, mi jefe me estaba abriendo el culo, me estaba dejando humillar, estaba indefensa, sometida a su sano antojo, mi culo estaba cada vez más abierto, por lo tanto la penetración era cada vez más profunda, y sus nalgadas cada vez más fuertes. Mis nalgas ardían, y me las imaginé rojas debido a los golpes.
Él me habló entre chirlo y chirlo.
- Tomá puta, como te gusta la puta madre, aaarrggg……
Mi desesperación producto de la calentura fue única. Hacía rato que había dejado de gemir eróticamente y sexy para estar gritando como una perra cogida por un caballo, parecía (y me sentía) una actriz porno fingiendo. Se me cruzó por la cabeza que mis gritos seguramente se escucharían en los alrededores inmediatos de la cabaña, y eso en lugar de intimarme, me calentó aun más, y me estimuló a gritara más fuerte.
Finalmente sus movimientos se fueron desvaneciendo a la vez que sus jadeos eran más fuertes, yo estaba esperando su leche en mi espalda, pero no, prefirió acabarme adentro del culo, me di cuenta cuando por mis muslos comenzó a caer como una babosa los restos de su semen mezclado con mis flujos. Él metió y sacó su pija de mi culo un par de veces más, como para saborearme por última vez, y quedamos los dos recostados en el sillón unos momentos.
Me besó, me indicó que me vistiera y que vaya a trabajar.
Desde esa vez, durante muchos meses, cada fin de semana que yo debía trabajar de camarera, terminaba cogiendo con mi jefe, hasta que nos descubrió la esposa, pero eso es parte de otra historia.


Besitos!!!!!!!!!!!

lunes, 18 de octubre de 2010

Mi Prima Mellissa


Nunca crei q mi primera vez seria con mi prima
Espero que les guste mi relato ya que es totalmente veridico.

Bueno esto me paso cuando tenia 17 años, yo nunca me he llevado bien con mi prima pero esto cambiaria y cambiaria nuestra relacion, mi prima melissa una chica de 24 años, de muy buena figura, un buen culo , unas buenas tetas, de estatura normal y blanquita.

Mi PrimaEsto paso en este verano, ya que hacia mucho calor mi familia y la familia de mi prima quedamos en ir a la playa para el dia siguiente, yo como tenia que ayudar a mi tia en su casa un ratito me fui a su casa de mi tia a ayudarla, termine de ayudarla a las 8pm mas o menos y al terminar me fui directo a su baño, entonces toco la puerta y me responde mi prima melissa que me dice que esperara un poco porque necesitaba terminar de ducharse, cuando salido de la ducha estaba envuelta con una toalla, cuando la vi se me pusieron los pelos de punta al ver el rico cuerpo que tenia mi prima.

Tenia un cuerpesito bien rico con una colita levantadita y bien durita, ella salio y se fue a su cuarto entonces entre yo a limpiarme y vi que habia dejado su hilo dental, al verlo no aguante las ganas y me lo puse a oler, tenia un olor bien rico lo que hizo que se me ponga bien dura, termine de limpiarme y me fui a mi casa, esa noche no podia dormir por lo caliente que me puso mi prima, esa noche me masturve dos veces con el recuerdo de mi prima y su lindo cuerpo.

A la mañana todos nos alistamos y nos preparamos para ir a la playa, yo fui a la casa de mi prima y todos hay se estaban alistando, pase por el cuarto de mi prima y vi que ella estaba elijiendo unas tanguitas y me vino a la mente la imagen de ella con esas prendas, no aguantaba las ganas de llegar a la playa, ya cuando todos terminamos de alistarnos nos fuimos a la playa, cuando llegamos yo me cambie y me fui directo al mar a nadar, cuando regrese a donde estaban todos ya habian armado la carpa y todos ya estaban con sus trajes, mi prima estaba con su bikini tan chiquito que hacia resaltar sus buenas piernas que ella tiene y sus lindos senos, ella se puso a tomar el sol y le pregunte que porque no iva a nadar y me dijo que no savia, yo le dije que le enseñaba a lo que ella apsedio, fuimos al agua y la agarre de la cintura y la fui llevando las dentro del agua, mientras mi miembro erecto chocaba con sus nalgas, ella se dio cuenta de eso y me dijo:

- Alexis mira tu eres mi primo y lo que estas ahiendo esta mal, ademas de que eres menor que yo y esto que haces es algo que va contra mis principios y se fue con la familia, yo no dejaba de pensar en lo que me dijo y me arrepentia de tratar de tener ago con mi prima.

Ya a las 5pm nos pusimos a tomar unas cervesas , como mi prima melissa no es de tomar estaba un poco mareadita.

A las 6pm mi prima dijo que tenia que ir al baño de alguna tienda pero como sus padres no querian qui ella fuera sola yo la acompañe, fuimos a una tienda y ella entro al baño, cuando salio nos fuimos, en el camino estabamos conversando , antes de llegar a donde estaba la familia habia una montaña de piedras con escaleras para llegar al ultimo piso del monte en donde se podia ver todo, subimos los dos arriba y nos pusimos a ver el paisaje, yo me disculpe por lo que habia pasado y ella me dijo que esta bien mientras no vuelva a ocurrir, estuvimos hay hasta que se hizo de noche y en eso le dije que ella me gustaba muxo y que aunque sea me permitiera besarla solo por una vez, ella dudo un momento y luego acepto, nos acercamos y nos besamos, estuvimos asi un buen rato, yo entonces comense a acariciarla mientras la besaba y note que ella se exitaba, yo estaba con mi short y ella estaba con su traje de baño pero con una de esas faldas para tapar su calsonsito.

Yo comense a frotar su seno un rato pero ella se me alejo y me dijo que no hiciera eso o se lo diria a mis papas, yo entonces la bese a la fuersa y comense a frotar su vagina y me lleve con una gran impresion al notar que estaba bien mojadita, ella se me alejo y me tiro una cachetada, me dijo que nunca hiciera eso nunca mas , entonces le dije a ella:

-porque estas mojada entonces porque no aceptas que te exito
-no hables tonterias alexis
-es la verdad acabo de tocarte y lo note
-alexis somos primos
-tu me gustas muxo y lo que pase ahora no se los voy a contar a nadie
-alexis pero....
-esta tal ves sera la unica noche q estemos solos asi que xq no la aprovechamos.

Ella se me alejo y se volteo, yo entonces me di cuenta de que no queria hacer nada entonces me puse a ver el paisaje nomas y en eso ella me volteo y me beso en un beso bien apasionado, entonces nos hechamos en el suelo y comensamos a acarisiarnos y besarnos, le quite la parte superior de su bikini y comense a chupar sus senos que estaba bien erectos, ella comenso a gemir, me dijo -alexis esto no se lo cuentes a nadie
- no te preocupes nunca lo dire.

Comenze entonces a quitarle la faldita y su calsonsito desgadito, y asi vi su linda vagina que estaba sin ningun pelito, le pregunte que porque se habia rasurado y me dijo que asi era mas facil masturbarse con sus deditos, comense a lamer su conchita humeda mientras ella gemia como una loca, comense a lamer su clitoris y acariciando sus muslos entonces ella se paro y me quito el short, entonces comenso a lamer la cabesa de mi verga , lo sentia bien rico, ella comenso a lamer y luego se lo metio todo en la boca como una experta, comenso a chupar y yo gemia de placer, la agarre de la cabesa para que no la sacara de su boca, ella lo chupaba bien rico y el placer que me daba era inmenso ademasdel morbo que me daba de follarme a mi prima de 24 años.

Melissa comensaba a chupar mas salvajemente mienrtas me masturbaba, luego ella me tumbo en el piso y me dijo si era virgen y yo le dije que si, entonces ella me dijo que ella me desvirgaria, entonces asi como estaba hechado en el piso ella se sento ensima mio y comensamos a hacer el amor, no podia creerlo, la agarre de los muslos y ella comenso a moverse, tenia unos lindos muslos y la imagen de sus senos moverse a la altura de mi cara me calentaba mas, yo los chupaba sus senos y ella gemia y gemia, me decia que mas mas mas mas y que estaba a puntode llegar, comesamos a gemir y a movernos cada ves mas rapido nos dos, entonces ella arquea su espalda y da un gemido como un ultimo aliento y siento que ella tiene una eyaculacion femenina porque salio con fuersa como en las pelis xxx lo cual yo creia q era imposible, al senti ese chorro y ver su cuerpo y su cara llena de placer yo tambien me corri dentro suyo, me corri como nunca me he corrido con otra chica

Los dos quedamos asi un buen rato hasta q recobramos las energias y saqe mi verga de su vagina yella prosiguio a limpiarla por completos con su boquita, nos cambiamos y nos regresamos con la familia, en el camino ella me pidio un favor, me pidio que esta no fuera la ultima vez, que lo volvamos a hacer de nuevo ya que ella habia estado con muchos chicos pero yo fui el primero con el que ha llegado al orgazmo hasta la eyaculacion, yo la bese y le dije q cuando regresaramos a nuestras casas volveriamos a hacerlo.

Cuando llegamos con la familia ya se estaban preparando para dormir asi que nos fuimos a dormir, y le dije "porque no nos dormimos juntos mi primita" ella acsedio gustosa y nos metimos a mi carpa, pero esa ya es otra historia

Espero que les haya gustado mi experiensia que paso en febrero y con mi primita, es una historia completamente real,  espero sus comentarios.

Simplemente Laura

Chica Sexy
Desde pequeñitos Laura y yo hemos estados muy unidos. Nacimos el mismo día, cosa que hizo que nuestras madres se hicieran amigas con el correr del tiempo, ya que compartieron la misma habitación del sanatorio. Como este es un pueblo que recién esta creciendo, por aquella época no era difícil volver a encontrarse, y eso ayudo también. La considero casi una hermana..., y es así, porque lo hemos vivido casi todo juntos, crecimos juntos, fuimos juntos a la misma escuela, vivimos la adolescencia juntos, cuando cumplimos 18 años pude ver como Laura pasaba de ser una niña a una atractiva chica, y luego llegar a ser una bella mamá y esposa como es ahora. La verdad es que el cambio ha sido maravilloso.

Pero volviendo en esa época, (los 18), a pesar que todavía no estaba totalmente desarrollada, mi hermana "elegida" era una mujer deliciosamente formada. Se podría decir, que para estas épocas, seria la típica lolita o pendeja que se exhibe en Internet. Era y es alta, mide 1.78, delgada (no flaca esmirriada), y con un cuerpo muy bien definido. Si, ya se que los hombres sólo nos fijamos en las tetas y el culo, pero ella tenia mucho más aparte de eso (aunque las todavía tiene bien grandes y en su lugar). El culo era firme, compacto, apetecible hasta el hartazgo..., de esos bien redonditos que dan ganas de estrujarlo, manotearlo, aunque menos sea, mirarlo..., las piernas largas y perfectas, una melena casi rubia (un castaño muy claro), ojos color miel, donde podes perderte eternamente..., una verdadera musa calienta hombres. Ella era consciente de ello aunque no se vistiese de forma provocativa, sabia que tenia a varios pibes a sus pies, rogando por un instante de su atención (cosa que nos provocaba mucha gracia). Y sobre novios de juventud, se que tuvo solamente tres, que duraron poco, las causas del rompimiento eran siempre las mismas..., celos enfermizos hacia cuanto hombre la mirara. Por suerte nunca estuve involucrado en dichas peleas.

Nuestra relación siempre fue excelente, obvio, con discusiones como todos, pero terminaban casi al instante. Fui su paño de lágrimas cuando se peleo con sus novios..., si... las tres veces estuve ahí.
Ya me imagino lo que están pensando..., "este hijo de puta aprovecho ese lado flaco para entrarle... hincarle el diente".
Pero no..., nada mas alejado a eso...; nunca había sentido una atracción física hacia ella, aunque en los típicos años de la adolescencia en los que te matas a pajas no había dudado en mirarle las tetas, el culo y demás, incluso, en varias oportunidades, ella se había paseado flojita de ropa (bahhh... casi en bolas), delante mío, pero no le había dado mayor importancia, como si fuera algo natural entre nosotros. Por mi parte, se podría decir que he tenido bastantes novias, tranzas, aprietes y amigovias, aunque no se porque Laura nunca las aceptó, de hecho cuando se las presentaba me solía decir que era muy hábil en rodearme de las chicas más estúpidas y boludas del pueblo. Nunca comprendí esa reacción, ni tampoco quiero hacerme la cabeza a esta altura.

Esta historia tuvo lugar hace muchos años atrás. Era viernes, estaba en la casa de Laura, como era habitual (era mí otra casa). Mí "casi" hermana se disponía a salir con sus amigas, yo en cambio no salía y debía quedarme en mi casa, amargado, porque estaba sin un puto mango y mi vieja no me había habilitado un mísero billete.
Mientras volvía de la cocina, gaseosa en mano, por el pasillo observé la puerta del baño entreabierta y ví a Lau maquillándose y dispuesta para salir. La verdad es que estaba preciosa.
-No traigas a ningún machito a casa eh… - le dije sonriendo
-Que boludo sos..., ¿que? ¿Te molestaría encontrarme acostada con un chico? - contesto, haciéndose la seria
-No para nada..., pero si es un pibe, lo cago a piñas... y si es una piba me prendo yo también...- conteste largando una carcajada que fue correspondida de la misma manera.
La verdad es que este tipo de conversaciones con Laura eran muy frecuentes, siempre nos estábamos jodiendo sobre temas referidos al sexo.

10 minutos mas tarde, entró al comedor donde estaba con Hilda y Juan, sus padres, para despedirse y se fue sonriendo y mirándome. Creo yo, que era por lo que habíamos charlado un rato antes.
La siguiente hora me la pasé lidiando con el T.E.G., que jugábamos, tratando de zafar y evitar lavar los platos de la cena que habían quedado como castigo para el que perdiera. Obvio que no lo logre y tuve que ponerme a limpiar toda la cocina, pero con la ayuda de Juan que también había perdido.

-che... si no salís, porque no te quedas acá a dormir y mañana temprano nos hacemos un asadito - me dijo Juan.
- dale... - respondí.

Tampoco era la primera vez que me quedaba a dormir en la casa. Era como un hijo más, así que era como mi casa también.
Después de terminar, y hacer café, nos pusimos a mirar una peli y luego nos fuimos a dormir. Tire un colchón en la pieza de Lau y me prendí un pucho a la luz del velador.
Un pensamiento se instaló en mi cabeza, ¿algo interesante debería tener Laura en su habitación? Así que, con el mayor cuidado empecé a rastrear por la habitación. "algo tiene que haber"- me decía. Por más que busqué no logré encontrar nada. Ya estaba por resignarme, cuando, debajo del colchón de su cama, ví un cuaderno, del tipo agenda personal y un video cassette (de los de filmadora). Deje de lado el cuaderno y me dedique al cassette, quería a toda costa saber que era lo que allí se había grabado. Seguro que seria algo muy íntimo, por como había sido escondido.
Gracias a dios, por la tarde habíamos estado pelotudiando con la filmadora y había quedado en el living.
Salí de la pieza, como quien va al baño... un silencio profundo reinaba en la casa, ya Hilda y Juan dormían.
Recogí la cámara y me fui rápidamente al cuarto. Realmente me moría por ver que carajo había en ese video.
Ya con todo listo, lo primero que ví fue una grabación de Lau, común y corriente que duro apenas un minuto, dónde se apreciaba que estaba en un "asalto" con sus amigas, luego como si fuera un corte de la transmisión, apareció en los primeros segundos sólo la imagen de su cama, pero después vino la verdadera fiesta: Laurita aparecía completamente desnuda, sólo llevaba puesto un antifaz, tratando de ocultar su identidad. Mi corazón se aceleró cuando ví que al subirse a la cama, llevaba en su mano un pepino (si... UN PEPINO), de respetables proporciones. Prendió el grabador y empezó a sonar música y mi "casi" hermana se introdujo sin ningún tipo de preludio, ese armatoste en su vagina.
Siento el deber describir como era la escena, no solo para que ustedes se hagan una imagen casi vivida de la situación, sino para que yo también vuelva a disfrutar de ese excelso recuerdo, mientras escribo, como lo hice aquella noche:
"lo primero que me sorprendió fue ver que Lau se había depilado con forma de corazón su vello púbico, no tenia en mente haberla visto totalmente desnuda desde que éramos muy pequeños, y la verdad, reconocí en ese momento, que su cuerpo se había desarrollado mas de lo que podía notarse: sus pechos eran sencillamente espectaculares, grandes pero sin llegar a gigantes, perfectamente redondos y firmes. Su cuerpo delgado estaba tenuemente bronceado, delatado por las marcas de su traje de baño; y su cola aparentaba estar dura como una piedra. Pude ver su manchita de nacimiento, con forma de almendra, en la nalga derecha (me contó que la tenia, pero nunca me había dejado verla).
A todo esto, ella continuaba con su masturbación frente a la cámara, y a juzgar por su cara, a pesar del antifaz, lo estaba pasando francamente muy bien.
Es mas que obvio, decir, que mi pene pugnaba por salir de mi calzón, Que lo parió…! me había excitado con mi “casi” hermana!
Quiero aclarar, que por aquellos tiempos, este tipo de vínculos, aun sin haber lazos sanguíneos, se respetaban a rajatabla, como si realmente existieran. De más esta decir entonces, que pensar en esta situación, se consideraba prohibitiva, rayando casi el “incesto”.
El video duraba solamente tres minutos, pero lo tenía que volver a ver. Rápidamente rebobine y me dispuse a verlo de nuevo. Me prometí mil veces que no me masturbaría pero no lo cumplí, fue mas fuerte mi calentura. Saqué la pija del calzoncillo y comencé a pajearme mientras veía a Laurita meterse ese enorme falo vegetal. No tardé ni un minuto en acabar; como nunca, echando chorros de semen por todos lados.
Me sentí muy culpable por haberme pajeado con Laura, pero quien podía resistirse ante tal infernal pendeja.
Esa noche no pude dormir, le daba vueltas y vueltas al dichoso video, de hecho, de madrugada, encendí la filmadora de nuevo y volví a masturbarme, de lo caliente que estaba.
La verdad es que ese video era, para ese tiempo y particularmente para mi, pura dinamita. A las 6 de la mañana, escuche como Laura llegaba a la casa, pegué la cabeza en la almohada, haciéndome el dormido, sin desestimar el mínimo ruido que se originaba, para no perder detalle alguno. Entro en la habitación, y me imagino, que al verme acostado, saco su pijama y fue a cambiarse al baño.
La sola idea que Lau estuviera a metros mío, sacándose la ropa para acostarse, provoco una erección en mí ya, manoseado pene. Volvió y con sumo cuidado, sin hacer ruido, se metió en la cama.
No había caso, no me podía quitar de la cabeza la imagen de ella desnuda, masturbándose, gozando irreverente frente a la cámara. Asumí, en forma concreta, que Lau, definitivamente me gustaba, me excitaba..., y además, tenia algo que me daba una posición de ventaja sobre ella, había visto su video, sabia su secreto. Era mi deber sacarle partido.
Pasé el resto del fin de semana escudriñando lo que podía hacer, como haría para tenerla a mis pies. Mi plan era más que claro: acostarme con Laura.
No solo se trataba de tener sexo, de coger..., descubrí que sentía algo más por ella, que hasta ahora había permanecido oculto muy dentro de mí ser.
Empecé a ponerme celoso con solo pensar que ella se desnudaba ante otros hombres, podía (o mejor dicho, puede, aun hoy) sonar muy machista esta actitud, pero así era.
Tenia que lograr que Laura, de alguna manera, cayera en mi trampa, así que opté por chantajearla, para lograr mi objetivo.
Esperé hasta el miércoles por la noche, cuando pasé por su casa para dar una vuelta en coche. Pergeñe mil y una de posibilidades, pero elegí ir de frente y deseché lo del chantaje, no me dejaba satisfecho esa postura ni ella se lo merecía.

- Lau, la otra noche cuando saliste y me quede a dormir, encontré algo que no tenia que haber visto. Ya sabés a lo que me refiero.
- aja… y? – preguntó con total tranquilidad y desinhibición.
- bueno…, ehhh, quiero decirte que me gustó mucho lo que ví, nunca te imagine así, y que me calentaste tanto que me hice varias pajas en tu honor – continué, con un dejo de vergüenza, por como me estaba exponiendo ante ella, no solamente en mi rostro sino en mi voz entrecortada.
- no era la idea original de ese video que vos lo vieras… es mío y solo mío… , no se que carajo tenés que andar revisando mis cosas, pero como ya lo viste, no hay nada mas que hacer… solo te pido que no cuentes nada… - termino bajando el tono de enojo con el que había comenzado.
- no Lau, mi boca esta cerrada…- le contesté.

Nos quedamos en silencio por un buen rato, casi sin mirarnos...
Repentinamente, Lau se abalanzó sobre mí, abrazándome y dándome un tierno y húmedo beso en la mejilla.

- no te pongas así, no estoy enojada... tonto!!! -dijo y agrego - solo que no quería que nadie lo viera...- para culminar con - estuviste revisando todo, porque?

Ahí fue que a duras penas le comente lo que me estaba pasando antes y después de ver el video. Nada de lo que le dije le llamo la atención. Si tuvo especial reparo en mis sesiones masturbatorias.

- así que te pajeaste muchas veces? - pregunto
- si... tres veces esa noche antes que llegaras y después un par de veces mas...
- y como fueron???..., porque?..., como lo hiciste? - acoto insistentemente.

Le conté con lujos y detalles. Pude ver en sus ojos cierto brillo de orgullo y fascinación por sentirse sexualmente irresistible.

- hagamos un trato - me dijo.
- yo también quiero verte, pero no hoy ni ahora... - culmino
- cuando entonces? - pregunte, tragando saliva e intentando no demostrar mi asombro.
- yo te aviso.

Paso la semana sin dar indicios de nada, y por consiguiente yo daba por finiquitado el tema. Seguí yendo a la casa y viéndola como lo hacia siempre, y cuando teníamos la oportunidad de estar a solas, tanto ella como yo, obviábamos tocar ese punto.
Era un miércoles por la tarde, estaba en mi casa solo, había vuelto del laburo y me preparaba para darme un baño cuando llegó Laura.
No la esperaba ni tampoco habíamos arreglado algo, solo llegó como lo hacia habitualmente. Le grité, ya desde la ducha, que me esperara que ya salía.
Estaba secándome cuando Lau entró al baño.
Iba envuelta en una toalla blanca que apenas le cubría el cuerpo, me sorprendió de sobremanera, ella no parecía nerviosa. En silencio quedé mirándola.

-Perdóname, pero cortaron el agua en casa y no pude ducharme

Hubo varios segundos de silencio y de miradas entre nosotros.
Ante tal situación, Laura se encaminó hacia la ducha, dejo caer la toalla, mostrando la totalidad de su hermoso cuerpo desnudo, y se metió en la bañera. No podía reaccionar, estaba como congelado, y encima, el único que si había dado señales de vida era mi pene que ya estaba en plenitud ante ese espectáculo que disfrutaban mis ojos.
Ella viéndome así, se sonrió, me miró y dijo…

- que parada la tenes…!!! Quiero verte como te pajeas…

Comenzó a tocarse el cuerpo bajo la lluvia, estrujaba sus pechos y apretaba sus pezones, con dulzura…Dos de sus dedos empezaban a rozar su vulva que continuaba depilada con forma de corazón, mordiendo su labio inferior, sin dejar de mirarme.
Para ese momento yo, había comenzado a acometer contra mi pene con movimientos bruscos. Con un vaivén bien marcado le mostraba la totalidad de mi glande, que estaba casi morado. Gotas de fluido seminal se escapan y humedecían toda la cabeza.
Ya sentía que estaba por acabar, y ella también lo percibió y empezó a meterse sus dedos más profundamente y con mayor intensidad. Un chorro de espeso elixir masculino salio disparado en su dirección, y un ahogado gemido exhalaron sus labios. Habíamos llegado juntos al clímax.
Me tendió su mano para que volviera a entrar a la ducha.
Abrazados bajo el agua, nos quedamos en silencio, sintiendo cada uno de los espasmos que recorrían nuestros cuerpos, deseosos el uno del otro.
Cruzamos nuestras miradas y nos besamos apasionadamente, con mucha dulzura, mas como una demostración de entrañable afecto que por excitación.
En silencio, salí de la bañera, con el sentimiento de haber hecho algo que deseaba, pero que podría causar muchos problemas posteriores si alguien se enteraba.
Terminó de ducharse; mientras me secaba y me giré para no verla desnuda. Oí como se enrollaba en la toalla, pasó a mi lado, una nueva erección me abordaba y cuando ví su cuerpo mojado apenas cubierto por la toalla, con el rabillo del ojo, estuve a punto de explotar.
Durante el resto del día no cruzamos palabra aunque a veces nos mirábamos divertidos y expectantes por como seguiría la cosa de ahí en mas. Yo a pesar de mi sentimiento de culpa, intuía que tarde o temprano tendríamos un encuentro sexual y ella seguro que pensaba lo mismo.
Fui al gimnasio y volví a casa a las 21 horas y ella todavía estaba, charlando con mi vieja y ayudando en la cena.
Después de comer, mi madre, se fue a su cuarto a descansar y volvimos a quedamos solos Laura y yo. Estaba un poco arrepentido y culposo por haber propiciado lo del baño. Así que decidí llevarla a su casa.
En el camino no nos dirigimos la palabra ni cruzamos miradas.
Al llegar a su casa, baje a saludar a Hilda y Juan, pero ya estaban acostados.

- hacete un cafecito, que voy al baño, Lau...-le dije, dejándola en la cocina.
Cuando salí, no la encontré. Fui hasta su habitación...
- Permisoooo...
-Pasa - me dijo

Abrí la puerta y la ví tumbada en la cama mirando tele, ya se había cambiado, estaba vestida con una larga camiseta, y nada más.

-Vengo a pedirte perdón por lo de hoy a la tarde. Y por lo del video... no tendría que haberlo visto...- dije, dando media vuelta para retirarme.
-Espera, quiero volverlo a ver, que no me acuerdo de cuando lo hice... - me contesto.

Ante mi sorpresa, ya tenia la cámara lista, para ver juntos el video que tantas pajas y excitación me había provocado.
La situación era de lo más excitante, los dos juntos viendo las imágenes de como se metía ese pepino en su hermosa y rosada vulva. Estaba tan caliente que a pesar de todos mis esfuerzos la erección fue inevitable. Para colmo, como llevaba puesto joggings no había manera de ocultarla.

- ehhh…!!!!, ya la tenés dura…??? - y sin mediar otra palabra, estrujó mi pene en sus manos. Parecía alucinada como si no hubiera visto una verga antes.

Yo intenté zafarme, más por reacción que por ganas, pero ella agarraba mi miembro con más fuerza, mi calzón estaba a punto de reventar.

-¿Todo esto es por mi?, ¿tanto te excito? – me pregunto

Yo ya no podía más y se lo acabé confesando.

- Si!!, es por vos…, desde que te vi en ese video no paso un día sin imaginarte y pajearme, estabas muy puta…!!!
-¿muy puta? Ahora vas ver. – dijo parándose…

Abrió el armario y ante mi sorpresa sacó el antifaz que usaba en el video, y luego buscó en una caja de zapatos y extrajo una enorme “garompa” de goma. Se desnudó completamente dejando ver su precioso cuerpo y se puso en la cama en cuatro patas.
Sin decir una palabra se empezó a meter el “vergon” en su rosada vulva, que empezó inmediatamente a drenar flujos a un ritmo acelerado.
Me miraba con una cara de atorranta indescriptible y se metía el dedo en la boca.
La situación estaba al rojo vivo y no dudé en sacar la pija del pantalón y empezar a pajearme nuevamente con esa escena.
Mi pene endureció como una roca… Nos masturbamos frenéticamente, mirándonos pero sin tocarnos… No tardamos mucho en acabar; primero fue Laura la que tuvo un orgasmo delicioso, empapando la colcha de su cama; luego yo… lanzando chorros de semen que me empaparon las manos, las rodillas y cayeron hasta al suelo.
Respiramos agotados por el esfuerzo que habíamos hecho, pero al mismo tiempo sabíamos que aquello no iba a culminar así.
Mi verga no perdió su plenitud eréctil y estuvo en posición de combate a los pocos segundos. Me desnudé y me acerqué a la cama, donde Lau me esperaba abierta de piernas.

-No sabes las ganas que tenia de cojerte - dije.
-Cállate y métemela ya, quiero que me llenés con tu pija – respondió, casi en forma imperativa.

Sumergí mi boca, en su empapada y ardiente vulva, jugueteando con mi lengua sobre su duro clítoris y labios…, provocando, que se arqueara y retorciera de puro placer y acabara llenándome la cara con sus flujos.
Loco de éxtasis, besé todo su cuerpo, su vientre, sus preciosas tetas y sus pezones que apuntaban al techo hasta que nos fundimos en un beso maravilloso.
El “Bombón” no perdió el tiempo y se puso a chuparme la pija frenéticamente, estábamos los dos enajenados, a pesar de nuestra edad se veía que Laurita tenia experiencia en el tema porque me hizo una mamada perfecta, se metió toda mi verga de una vez y me acarició los testículos suavemente. A veces lo sacaba y chupaba solo el glande mirándome con cara de puta. Estuve a punto de eyacular, pero la hice parar porque quedaba lo mejor.

-Quiero que cojerte, quiero metértela hasta fondo… toda… - le dije – llenarte la concha de leche…

Se la metí de un solo envión, entró a la perfección pues estaba muy lubricada. Empezamos a cojer a un ritmo acelerado, muy común para esa edad…
Yo estaba encima y ella me agarró el culo para que se la metiera hasta el fondo e intentaba aprisionar mi pene con las paredes de húmeda vagina.
A los pocos segundos se ruborizó y dio un largo suspiro, acababa de tener otro orgasmo…
Yo seguía penetrándola con dureza, aprovechaba para mordisquear sus pezones, pechos, orejas…y ella me atenazaba con sus piernas y tironeaba de mis cabellos, pidiendo más…
Cambiamos de postura, ella se puso en cuatro patas ofreciéndome una privilegiada vista de su empapada concha. La agarré de las caderas y la penetre de golpe, mientras sentía como mis huevos chocaban contra la entrada de su cueva.
Laurita inició un movimiento circular con su culo que me hizo estar al borde de la eyaculación muchas veces.
Nos entregamos a un polvo de escandaloso, evitando gritar y gemir de placer par no despertar a sus padres.

-Métemela más fuerte, mas…!!! – suplicaba con la vos entrecortada
-si… Lau…., si…. te voy a llenar de leche.

Poco tiempo mas estuve bombeando, estaba al borde del paroxismo…, en una embestida final, clavé mi pene en lo más profundo de su vagina y acabe como nunca, llenando su hermosa cavidad con mi semen que termino saliendo de su vulva y manchando todas las sábanas.
Nos besamos y nos acariciamos durante mucho tiempo después, desnudos, sudorosos, exhalando placer y lujuria en cada roce de nuestros labios y manos…, disfrutando del maravilloso “pseudo incesto” que acabábamos de cometer. Sabíamos plenamente que volveríamos tener sexo cuando lo quisiéramos, así que no hicimos la falsa promesa de dejar y terminar todo allí.
Y obviamente que eso ocurrió, pero mucho tiempo después… historia que relatare próximamente…