lunes, 30 de agosto de 2010

Mi cita del sabado

Trabajo en una compañía de seguros. Estoy en atención al cliente. Al tratar con personas todo el día, con hombres especialmente, siempre estoy recibiendo alguna que otra propuesta indecente. Los más zarpados siempre resultan ser los tacheros, quienes no tienen ningún empacho en decirte con todas las letras que quieren llevarte a la cama.
Algunos son de esos típicos babosos a los que no vale la pena prestarles más atención que la debida, una sonrisita festejando cualquier ocurrencia que digan y se quedan contentos. Pero también están los otros, los que se voltean a medio mundo y tienen el levante entre ceja y ceja. A estos últimos corresponde Rubén: 40 años, casado, media docena de hijos, los reconocidos al menos, dueño de una importante flota de taxis. Aunque puede mandar a cualquier chofer a realizar el pago del seguro, todos los meses se aparece personalmente, no porque desconfíe de sus empleados, sino porque le gusta hinchar las pelotas.

Es un tipo simpático, de esos que hablan fuerte y cada dos o tres palabras te meten un chiste subido de tono o una frase con doble sentido. Ya me había tirado los galgos más de una vez, y aunque siempre estaba al borde de la grosería, se las arreglaba para salir siempre bien parado.
-¿Y flaca, te decidiste? Convéncete de que la vamos a pasar bien, nada de complicaciones, un polvo y cada uno a su casa- me decía cada vez que se sentaba frente a mí, guiñándome un ojo, sonriéndome como si fuera una broma aunque sabía que lo estaba diciendo en serio.
Supongo que su estrategia sería: “Si pica, pica, y sino, por lo menos le tiro onda”. Hasta el momento nunca había funcionado. No porque yo no quisiera o no me tentara la propuesta, sino que en algún momento había decidido que no iba a encamarme con socios de la compañía. Estaba dispuesta a no mezclar el trabajo con el placer, aunque… ¿conocen ese refrán que dice nunca digas nunca? Bueno, algo así sucedió esta vez.

Hacia ya un tiempo que venía con ganas de pasar una noche fuera de casa, algo así como una velada romántica, no con mi marido, obvio, para eso me quedo en casa, compro velas y todo eso que una hace cuándo quiere agasajar a su media naranja, esta vez la idea era estar con alguien más, con alguien que me hiciera pasar un buen momento y hacerme olvidar por algunas horas de algunos problemitas que vengo teniendo.
El sexo casual me satisface plenamente, por eso lo sigo practicando, créanme que no hay nada mejor que echarse un polvo furtivo a espaldas de todo el mundo para recargar las pilas, pero esta vez quería algo distinto, algo que fuera sin apuro, sin las típicas urgencias de quién esta haciendo algo a contramano de su propio matrimonio.
Cuánto más vueltas le daba al asunto y más candidatos evaluaba para que me acompañaran en ese gustito que deseaba darme, Rubén aparecía como el más indicado. Claro que si decidía aceptar de una vez por todas sus propuestas, debía hacerlo de una forma que mis compañeras de la compañía no se dieran cuenta. Me moriría de vergüenza si se enteraban que había salido con el zarpado de Rubén. Sobre todo por las promesas que me hacía el guacho.
-Dale flaquita- me decía a boca de jarro –No te vas a arrepentir, te aseguro que hasta el momento no tuve ninguna queja-
-Soy una mujer casada, Rubén- le decía yo, como si eso fuera un impedimento.
-¿Y? Yo también estoy casado, pero todavía no me castraron eh, siempre que pinta me doy algún gusto- insistía.
Yo me reía mientras le preparaba los recibos de los distintos autos. Aunque no lo demostraba, todo lo que me decía me incitaba en una forma que hasta había llegado a considerarlo como un potencial amante en algún futuro cercano. Pero por el momento seguía atada a ese mandamiento que me había hecho a mí misma: “No fornicarás con los socios de la compañía”.

Hasta que un buen día me dije, ¿Por qué no hacer una excepción? La verdad es que le tenía muchas ganas y en mi interior sabía que el era el hombre indicado para darme ese gusto que tanto necesitaba.
Tuve que esperarlo, por suerte esa semana, apareció puntualmente, cerca del mediodía. Como siempre me buscó a mí para que le cobrara las cuotas.
-¿Y flaquita, ya te decidiste a ponerle los cuernos a tu marido?- volvió a preguntarme.
-Dale Rubén no te pongas pesado, ya sabes mi respuesta- le dije del mejor modo posible.
-Bueno, te hago caso, pero cuándo te decidas ya sabes a quién recurrir- me dijo con una sonrisa.
Se sirvió un café y mientras yo preparaba los recibos hablamos de cualquier otro tema.
Al rato me levante para sacar los recibos de la impresora, debo aclarar que mi impresora esta a unos cuántos pasos de mi escritorio, por lo que debo caminar un trecho no muy largo, pero si lo suficiente como para que los ojos de Rubén se pasearán por toda mi retaguardia. Lo sorprendí mirándome cuándo saque los recibos y me di la vuelta rápidamente. Él solo se rió y siguió con lo que me estaba diciendo. Volví a mi escritorio, sellé los recibos, y se los dí guardando el dinero que me entregaba. Antes de irse me preguntó algo sobre los remolques, respondí su pregunta y ahora si nos despedimos hasta el próximo mes, con un beso en la mejilla, como siempre.

Mientras él saludaba a las demás chicas, tirándoles onda también, hice como que volvía a lo mío, aunque estaba atenta a sus movimientos. A toda prisa anoté algo en un papel y esperé a que saliera de la compañía. Cuándo lo hizo agarré el papel y haciendo como que era algo que se había olvidado corrí tras él. Lo alcancé justo cuándo estaba abriendo la puerta de su auto.
-Rubén te olvidaste un recibo- le dije a los gritos por si alguien me escuchaba.
-¿Estás segura?- me preguntó chequeando los que tenía en la mano.
-Si, te lo olvidaste- enfaticé al acercarme y le di el papel que antes había preparado –Toma y miralo cuándo te vayas- le dije en voz baja, casi en un susurro.
Me di la vuelta y volví a entrar en la compañía. Por suerte me hizo caso, ya que enseguida se subió a su auto y se puso en marcha. En el papel había anotado mi número de celular y una frase que prácticamente era una súplica: “¡¡¡Sé discreto por favor!!!”
Por la tarde recibí su llamado.

-¡Así que te decidiste mamita! Mira que me engatusaste bien, te hacía una esposita modelo- me dijo.
-Todas tenemos nuestro lado oscuro- le dije.
En ese momento estaba sola por lo que podía hablar con tranquilidad.
-¿Entonces? ¿Me vas a permitir el honor de hacer cornudo a tu marido?-
-Mira, no voy a arriesgar mi matrimonio por un polvo así nomás, yo busco otra cosa- le dije.
-¿Y que buscás, flaquita?- quiso saber.
-No sé… pasarla bien… tener una noche inolvidable- respondí.
-Estás hablando con la persona indicada, mamita, si me dejás te voy a dar la mejor noche de tu vida- me prometió.
-Mira que te tomo la palabra- le dije.
-Tomame todo lo que quieras, flaquita, pero te aseguro que de esa noche no te vas a olvidar más-
Seguimos hablando por un rato más, más que nada arreglando los detalles de lo que sería nuestro encuentro. La fecha sería este sábado 21.

-¿Y vas a poder zafar de tu marido?- se preocupó.
-No hay drama, invento algo y ya está- le aseguré.
-Flor de guachita resultaste- se rió.
-De las que te gustan, ¿no?- repuse.
-De las que me gusta coger- afirmó.
-Ya te vas a sacar las ganas- le dije y me despedí con un beso.
Quedamos en encontrarnos ese sábado a las nueve de la noche en la esquina de Independencia y Entre Ríos. Lo suficientemente alejado de mi casa como para que no me viera ningún conocido.
Esa misma tarde, al salir de la compañía, me fui de compras. Quería comprarme algo especial para estrenar, un conjuntito de ropa interior, algo sexy, lo adecuado para una ocasión tan especial. Luego de la compra me fui a casa. Durante la cena le comenté a mi marido que una compañera de trabajo cumplía años y que había decidido hacer una salida de solo chicas. La supuesta salida sería el sábado… el sábado 21.

-No te vayas a poner en pedo- bromeó.
-Jajaja…- me reí –Sabés que no tomó mi amor-
-¿Queres que te pase a buscar por algún lado?- se ofreció.
-No hace falta, si terminamos tarde me quedo en lo de Mariana y me vengo en cuánto amanezca- le dije.
-Dale, pero anda llamándome para saber que está todo bien- me pidió.
-No te preocupes mi vida- le dije levantándome de la mesa y acercándome a él para abrazarlo por detrás –Te voy a llamar-
Me senté en sus piernas y lo besé. Enseguida sentí su erección latiendo debajo de mi cola.
-¿Dejamos todo como esta?- le pregunté.
-Más vale…- me respondió.
Nos levantamos y fuimos derecho al dormitorio. Nos desvestimos e hicimos el amor con la misma intensidad de siempre. Pese a lo que muchos puedan suponer, disfruto cada vez que hago el amor con mi marido, lo disfruto mucho, el problema es que también disfruto con otros hombres, creo que ahí radica el origen de mis infidelidades.

Pero bueno, siguiendo con el tema, durante la conversación telefónica que habíamos tenido, habíamos arreglado que de ahí en más nos comunicaríamos solo mediante mensajes de texto. Tengo el celular en modo vibrador para los mensajes por lo que no correríamos los mismos riesgos que con una llamada.
El sábado, cerca de las siete de la tarde, comencé a prepararme. Me di una ducha, me afeité la conchita, me puse un poco de cremita para la irritación, me maquillé, y me tomé mi tiempo para seleccionar la ropa que habría de ponerme. No podía ir muy de gata porque mi marido sospecharía, aunque me moría de ganas por vestirme bien provocativa y revelar de una vez por todas a la puta que llevo adentro.
Primero me puse el conjuntito íntimo que había comprado para la ocasión. Corpiño y culote de seda color fucsia con encajes blancos. Me miré en el espejo y me felicité por la elección. El corpiño comprimía mis pechos y los mantenía afirmados como si fueran a explotar en cualquier momento, en tanto que el culote… bueno… resaltaba lo que tenía que resaltar.

Finalmente elegí como vestuario algo no muy llamativo, después de todo hacía frío y arriba tendría que ponerme un saco. Además quería que Rubén siguiera pensando que era esa esposita modelo que él había idealizado, la que por fin se decidía a aceptar sus tentadoras propuestas.
A las nueve menos cuarto me despedí de mi marido con un beso prometiéndole que estaría llamándolo continuamente. Salí a la calle y tomé un taxi. Ni bien le indiqué la dirección al taxista saqué mi celular y le mandé un mensaje a Rubén: “Estoy en camino”.
“Muero por verte mi Reina”, me respondió enseguida. Por lo visto ya estaba entonado. Cuándo me bajé en la esquina de Independencia y Entre Ríos, le mandé otro mensaje: “Ya llegué”.
“Te veo, estás hermosa”, me contestó. En ese mismo momento una 4 x 4 se detiene a mi lado.
-¿Te llevo flaquita?- me pregunta el conductor por la ventanilla. Es Rubén. Le sonrío y me subo por la puerta del acompañante. Cierro y lo saludo con un beso en la mejilla.
-Pero flaca…- me reclama –Me parece que esta noche estamos para más que un simple beso en la mejilla-
-Tenes razón- le digo.
Me acerco y nos besamos en la boca, no con un chupón, sino con un pico, apenas un leve anticipo de lo que vendría después.
-¿Ves? Así está mejor- me dice y se pone en marcha.
Cenamos en Puerto Madero, y luego fuimos a tomar unos tragos en “Asia de Cuba”. Ahí fue que comenzó realmente la noche para nosotros. Hasta el momento habíamos estado hablando como dos buenos amigos, sin que pasara nada aún, pero ya en el boliche, nos dejamos llevar por el frenesí del ambiente y terminamos, o mejor dicho, yo terminé, de espalda contra una pared, con él apoyándome, y comiéndome la boca con una avidez que delataba las ganas que me tenía.
-¿Nos vamos?- me preguntó luego de ese enfervorizado y caliente chupón.
-Dale, vamos- asentí.
La humedad en mi conchita me decía que ya era el momento apropiado.

Salimos del boliche y fuimos a buscar la camioneta que todavía estaba en el estacionamiento del restaurante. Antes de subir le pedí por favor a Rubén que me diera un minuto para hacer una llamada. Saqué el celular y llamé a mi marido. Todavía estaba despierto.
-Hola… si… recién terminamos de cenar… si, estuvo rico… ahora no sé, creo que vamos a ir a tomar algo… si, por mi parte agua mineral, jajaja… después por ahí vamos a la casa de alguna de las chicas, ya veremos… cualquier cosa te aviso… te mando otro mi amor, y dormí que ya es tarde… becho…- me despedí haciendo el ruido de un beso y corté.
Rubén se me acercó y me abrazó por detrás.
-¡Que turra sos… y como me gusta que seas así de perra!- me susurró a la vez que me apoyaba y me hacía sentir su inquieto paquete entre las nalgas.
La falda de mi vestido se ceñía a mi cintura, de modo que la dureza de su pija se hacía aún más notoria y palpable.

Subimos a la camioneta y salimos del estacionamiento. Tardamos apenas unos minutos en llegar a “Osiris”, un albergue transitorio que, según parece, Rubén frecuenta asiduamente.
La suite egipcia estaba disponible y debo decir que me sentí Cleopatra al verme rodeada por aquella ambientación, aunque en un primer momento no pude disfrutarla demasiado, ya que ni bien cerramos la puerta empezamos a besarnos y a acariciarnos por todos lados, tocando esas partes de nuestros cuerpos que hasta entonces, por haber estado en público, no habíamos podido reconocer.
Luego de unos cuántos besos le dije que se pusiera cómodo mientras yo me preparaba. Entré entonces al baño y me desvestí, quedándome tan solo en ropa interior. Me miré al espejo y me arregle el pelo, el cuál había quedado algo alborotado después de aquel reciente desborde pasional. Cuándo ya estuve lista, salí del baño y… Rubén se había tomado en serio lo de ponerse cómodo.
El zarpado ya estaba en bolas, en la cama, la espalda apoyada contra el respaldo, sobándose la pija. Mientras caminaba hacia él pude observar con mayor atención los detalles de la habitación. Las columnas que rodeaban el lecho, los espejos en forma de pirámide, los motivos egipcios, todo era un encanto, aunque lo que más atraía mi atención era lo que Rubén ostentaba entre sus manos.
Así que haciéndome la gata, me subí a la cama y fui gateando hacia él, ronroneando dulcemente, mirándolo a los ojos, cuidando que mis pechos, todavía contenidos por el corpiño, le ofrecieran el mejor panorama. Mis labios buscaron los suyos y se fundieron en un beso rebosante de saliva y pasión.
Mientras nos besábamos le agarre la pija y me puse a frotársela sintiendo enseguida como la palma de la mano se me humedecía con el líquido que le salía por aquel “tercer ojo” que supuraba ya de excitación.
De a ratos dejaba de besarlo para lamerme en forma incitante la mano y los dedos, tras lo cuál volvía enseguida a su boca, ya que él no tenía problema en seguir besándome pese a que mis labios estaban empapados con su virilidad.
Yo seguía sacudiéndole la poronga, arriba, abajo, endureciéndola, sintiendo como crecía, como aumentaba de volumen, como engordaba, como el glande se transformaba en un corazón pulsante a punto de estallar. De su boca fui bajando lentamente, siempre con besos y lamiditas, lo besaba aquí y allá, le mordía despacito las tetillas y seguía bajando, le hurgaba el ombligo con la lengua, y así hasta encontrarme de frente con el astro de la velada: una verga de contundentes proporciones, con una incitante comba en el medio que hacía que se torciera hacia un costado.

No me hice de rogar, enseguida apliqué mis labios sobre esa tersa superficie, besándola a lo largo y a lo ancho, acariciándola con la lengua, subiendo y bajando, sintiendo como la piel se le tensaba mucho más todavía. Estaba caliente, jugosa, rebosante, ideal para una mamada. Sin soltársela abrí la boca y me la fui comiendo despacio, de a poco, chupando cada vez un poquito más, sorbiendo con avidez hasta el último trozo de tan elemental atributo.
-¿Es la primera vez que se la chupás a alguien que no sea tu marido?- quiso saber Rubén mientras su candente pedazo se deslizaba entre mis labios.

-¡Mmmmmhhhhh…siiiiiii…!- asentí sin soltársela, mamándola con el mayor de los entusiasmos.
Si supiera…, pensaba. Garganta profunda es un poroto al lado mío… jajaja. Aunque creí que lo mejor era que siguiera pensando que aquella era mi primera infidelidad. El hecho de que creyera que él era mi corruptor, el que me había incitado a ponerle por primera vez los cuernos a mi marido le agregaba a esa ya de por si excitante noche un morbo especial.
Se la seguí chupando por un buen rato más, segregando la mayor cantidad de saliva posible, la que mezclándose con sus propios fluidos formaba un caldito de lo más delicioso. Cada vez que me separaba de su verga para recuperar el aliento, un hilo de ese fluido quedaba colgando uniendo mi boca con su sexo, entonces se lo escupía y esparcía la escupida por todo el contorno, volviendo a prenderme como una ventosa de esa carne turgente y viril que parecía prenderse fuego, sorbía y succionaba prácticamente sin respiro cada pedazo, bajando cada tanto hasta las bolas, las que también atendía con el mayor de los gustos. Rubén tiene unas bolas preciosas, gordas, peludas, calientes, que en ese crucial momento estaban bien cargadas de leche, se las besaba, lamía, chupaba, y hasta mordía, para luego subir por el tronco, con la lengua, siguiendo siempre la sinuosidad de la curvatura, llegar así a la punta y volver a chuparla sin descanso. Él, por supuesto, no se quedaba quieto. Mientras yo se la chupaba aprovechaba para manosearme las tetas, para apretármelas, para amasármelas, poniéndome los pezones en punta, como dos dardos a punto de ser lanzados.

Entonces se incorporó, buscó mi boca y me la comió. Me senté sobre sus piernas y deje que jugara con mis pechos. No me quitó el corpiño, tan solo lo bajó un poco para liberar apenas la carne que este contenía, y ahí empezó a devorarme las tetas, me las mordía y chupaba con fuerza, estaba segura de que iba a dejarme las marcas de sus chupones, en ese momento no me hice problema, ya me preocuparía por eso más tarde, así que mientras él se empalagaba con mis pechos yo seguía bien aferrada a su manubrio de carne, se lo agarraba como si del mango de mi felicidad se tratara, no lo soltaba, más que dispuesta a irme con él adonde hiciera falta.

Dispuesto a compensarme Rubén me recostó de espalda en la cama, me abrió de piernas y se lanzó a la captura de mi atributo más íntimo. Tampoco me sacó el culote, lo hizo a un lado, apartándolo levemente, lo suficiente como para dejar al descubierto esa herida natural de mi cuerpo cuyo ardor se hacía más intenso a cada instante. Su lengua hizo estragos en esa zona. Rubén sabe realmente como complacer a una mujer sin tener que recurrir necesariamente a la penetración, creo que si hubiera querido me habría hecho acabar solo proporcionándome sexo oral. Su lengua me punteaba en el sitio exacto, ni más allá, ni más acá, justo en el centro, regalándome unas sensaciones exquisitas, de esas que te sitúan al borde mismo del delirio.
Sus dedos no se quedaban atrás, sin dejar de lengüetearme en esa zona tan álgida, alcanzaba a meterme un par bien adentro, y los revolvía como si hubiera perdido algo y esperara encontrarlo en lo más profundo de mi concha. El jugo que me salía de adentro era incontenible y él lo degustaba sin reservas.
Para entonces yo ya estaba desesperada, me salía de la vaina porque me cogiera, y debió darse cuenta de ello, ya que entonces se levantó y sacándome ahora sí el culote, enfiló su rígido miembro hacia mi caliente abertura.
Previamente lo charlamos y de común acuerdo decidimos hacerlo sin preservativo, aquella noche así lo ameritaba. Así que antes de que me la metiera se la agarré en carne viva y se la froté con una mano, acomodándola justo en la entrada, un sutil empujón y la pija se me clavó hasta lo más profundo. La humedad de mi concha era tal que la verga de Rubén se deslizó hasta los huevos en mi interior, llenándome de una sola vez en esa forma que nos resulta tan satisfactoria. Al sentirla eché la cabeza hacia atrás y solté un gemido que debió de escucharse en todo el hotel. Las piernas me temblaron y la humedad de mi sexo se hizo aún más fluida. Recién me la había metido y ya estaba teniendo mi primer orgasmo. Por suerte Rubén no se apuró, dándose cuenta de la situación me la dejo ahí quietita, dejándome disfrutar el momento, tras lo cuál si, empezó a moverse, lento primero, mucho más fuerte después, haciéndome sentir en todo momento esa consistencia que desde el vamos prometía una noche a puro polvo.

Cada clavada me arranca un suspiro, cada clavada repercute en mi cabeza, mareándome de placer, embriagándome con esas sensaciones que se multiplican por millares. Cuándo me cogen me gusta ver como la pija entra y sale de mi concha, por eso de a ratos levantaba la cabeza para ver el continuo fluir de ese trozo de carne por entre mis labios vaginales.
Las mujeres que lean esto me sabrán entender, resulta estimulante ver como tu hombre te la mete, como la pija entra y sale de tu cuerpo, como tu sexo se abre para recibir aquello por lo que tanto se humedece y calienta. Resulta algo mágico… ahora esta, ahora no, aparece y desaparece, como si de un prestidigitador se tratara. Adentro y afuera, la saca y me refriega el glande por sobre los labios y me la vuelve a ensartar, de nuevo hasta lo más profundo, rubricando cada ensarte con un empujoncito final con el que parece llegarme más adentro todavía. Él esta ubicado de rodillas, mis piernas a ambos lados de su cuerpo, yo también me muevo con él, no me gusta quedarme inerte en un momento así, y cuándo él se queda quieto me ensarto con todo en esa vigorosa arma buscando por mí misma la tan necesaria penetración.
-¡Así flaquita… así… clavátela toda… es toda tuya… gozála…!- me decía Rubén, agarrándome de la cintura, acompañándome en mis excitados movimientos.

De mi cintura sus manos subían hasta mis pechos, amasándomelos con furor, apretándome la carne, como dispuesto a deshacerla, y aunque me dolía yo seguía y seguía, empujaba hacia delante, ensartándome una y otra vez, golpeando su pelvis con mi sexo, rebotando contra su cuerpo, hasta que me aferró fuertemente de la cintura y manteniéndome bien sujeta se tumbó de espalda, colocándome sobre él, haciendo que lo montara. Bien acomodada ahí arriba empecé a subir y bajar, con más ímpetu cada vez. Ahora si, me solté el corpiño y liberé mis pechos para que saltaran y se sacudieran de un lado a otro ya sin contención alguna. Subía, bajaba, subía, bajaba, meciéndome con gusto en esa vigorosa montura sobre la cuál iba en busca de un nuevo estallido.

Las manos de Rubén se paseaban por todo mi cuerpo, libre e impunemente, acariciándome, manoseándome obscenamente, de nuevo aprisionaba mis tetas, me las estrujaba, me tiraba de los pezones, llevaba un dedo a mi boca y hacia que se lo chupara, para luego volver a mi cintura y aferrándome de ella ayudarme con tan empeñosa cabalgata. Yo estaba como en trance, no dejaba de moverme, seguía subiendo y bajando, sin respiro, sin detenerme, hasta que… el chorro de leche que me soltó pareció llegarme hasta la garganta. Quería sentir ese momento, así que me detuve.
-¡Ahhhhhhhhhhhhh…!- suspiró largamente Rubén mientras acababa.
La leche se filtraba por cada resquicio de mi concha mientras yo me quedaba bien clavada a él, frotándome rítmicamente, sintiendo el lento y sinuoso discurrir de su esencia por todo mi interior.
-¡Me… llenaste de leche!- alcancé a suspirar, derrumbándome sobre su pecho entre jadeos cada vez más pausados.
-¡Flaquita… flor de cogedora resultaste!- exclamó mirándome como si recién me estuviera conociendo.
-Todo gracias al acompañante, sabelo- le dije.
Volvimos a besarnos con frenesí, mordiéndonos prácticamente los labios, frotándonos el uno contra el otro, entonces sucedió, lo que en un momento fue algo apenas perceptible fue haciéndose mucho más nítido cada vez. Sin haberla sacado todavía, la verga de Rubén volvía a ostentar una dureza considerable, la ideal para seguir fifando casi sin interrupciones. Reinicié entonces la cabalgata, retomando el ritmo perdido, volviendo a sentir esas pulsaciones latiendo en lo más profundo de mi intimidad.
Al rato me la sacó, me puso de costado, se tendió tras de mí, y levantándome una pierna me la volvió a clavar. De nuevo aquellas mismas sensaciones volvían a renacer en mí, extendiéndose por todo mi cuerpo, más aún cuándo sus movimientos se hicieron más intensos y acelerados.
-¡Ahhhhh… ahhhhhh… ahhhhhh… ahhhhhh…!- gemía yo, acompañando cada clavada con una exclamación.
Desde atrás, y sin dejar de penetrarme, me amasaba las tetas, me las apretaba en esa forma suya, tan violenta y enérgica, ya tenía algunos moretones de un rato antes, pero él seguía sobándome con violento frenesí, retorciéndome los pezones como si quisiera arrancármelos.
Yo me abría toda para él y hasta empujaba la colita hacía atrás, frotándome contra su pelvis cada vez que me la metía bien adentro. Me gusta sentirme llena de esa manera, a rebosar, sentir sus huevos rebotando contra mis labios. El ruido húmedo de la penetración dominaba el ambiente, junto con nuestros suspiros, los que se iban intensificando a medida que nos acercábamos a un nuevo orgasmo. Ya podía sentir esa deliciosa vibración, ese furioso palpitar que presagia tan sublime momento, pero esta vez quería llegar junto a él, quería poder disfrutar de su acabada al mismo tiempo que yo disfrutaba de la mía.
-¡Más… más… más…!- le pedí a la vez que comenzaba a frotarme el clítoris.
Rubén entendió perfectamente lo que le estaba reclamando y aumentó de repente el ritmo, haciendo resonar la carne de mis nalgas con cada golpe de su pelvis.
-¡Si… siiiii… siiiiiiiiiii…!- estallé poco después fundiéndome con él en un polvo de proporciones épicas y majestuosas, acorde a la ambientación egipcia de la habitación.
Dejándomela clavada bien adentro Rubén acabó en una forma por demás cuantiosa, podía sentir el torrente de semen derramándose en mi interior, mezclándose con mi propio flujo, formando un solo caudal, el que parecía llegarme hasta las entrañas.
-Por Dios Mariela… no te voy a mentir… hacia rato que no me echaba dos al hilo- me aseguró mientras disfrutábamos de los últimos espasmos de ese nuevo y rotundo orgasmo.

No le respondí, me limité a girar la cabeza hacia él y buscar su boca para besarlo con la misma avidez que habíamos degustado durante toda esa noche.
Ya era tiempo de un relax. Nos metimos en el hidromasaje y brindamos con unas copas de “Moet Chandon”, gentileza del hotel. Cuándo salimos, un buen rato después, llame a mi marido y le dije que como ya era tarde me iba a dormir a lo de Mariana. No me puso reparos.
-Buenas noches mi amor- le dije al despedirme.
Aquella situación, que en plena situación de infidelidad, en un telo y luego de habernos echado dos polvos, estuviera llamando a mi marido, pareció estimular a Rubén, que de un momento a otro volvía a hacer gala de una erección prodigiosa
La habitación tiene junto al hidromasaje una especie de trono, con bordes de madera y detalles egipcios a los costados, Rubén hizo que me sentara en el mismo, como una Cleopatra reencarnada, y abriéndome de piernas se sitúo entre ellas, penetrándome limpiamente. Apoyé la cabeza en el respaldo y lo recibí con el mismo gusto de la primera vez, enlacé mis piernas alrededor de su cuerpo y disfruté de los empujes que inició a continuación, moviéndome con él, dejando que me cogiera con un ritmo vertiginoso y enardecido. Me sujeté entonces de un par de anillos que había al costado y entre a darle, los dos nos agitábamos con violencia, los jadeos y gemidos se hacían más intensos, se exacerbaban a cada instante, de nuevo volvíamos a situarnos al borde del colapso.
-Avisame cuándo estés por llegar… ¿si?- le pedí.
Unos cuántos ensartes más y ya Rubén estuvo a punto caramelo.
-¡Ya… ya voy a llegar!- me anunció.
Sus palpitaciones me lo corroboraban. No perdí tiempo, ahí mismo lo empujé, me bajé del trono y postrándome de rodillas ante él me metí la pija en la boca, una par de sacudidas y la leche se disparó en mi paladar. Mi orgasmo llegó cuándo sentí su semen derramándose por mi garganta. No me tragué todo, retuve un poco, el cuál me dedique a saborear haciendo buchecitos para luego escupirlo sobre mis pechos y esparcirlo por sobre mi piel, impregnando mis pezones con ese fluido que ya en su tercer eyaculación aún seguía espeso y caudaloso.

Rubén me miraba embelesado, como no pudiendo creer que la empleada de la compañía de seguros, esa mina que todos los meses le cobraba y atendía sus reclamos, pudiera ser tan pero tan perra. Luego de habérsela dejado bien limpia, me ayudo a levantarme, me tomó de la mano y me llevó a la cama.
Pernoctamos en el hotel y por la mañana bien temprano, tras ducharnos juntos, salimos en su camioneta. Rubén me dejo en la misma esquina en donde me había levantado. De ahí me tomé un taxi hasta mi casa. Cuándo llegué mi marido aún dormía. Me saque la ropa, me puse el camisón y me metí en la cama. Apenas me sintió me abrazó y me hizo cucharita.
-¿Y… como dormiste?- me preguntó entre dormido.
-Mal… es que te extrañaba, por eso vine temprano- le dije acurrucándome contra su cuerpo.
-Bueno, ya estás acá- me susurró abrazándome todavía más fuerte.
-Si mi amor, ya estoy acá- le dije y me dormí.
Mi cita del sábado había resultado perfecta.

lunes, 23 de agosto de 2010

Cogiendo a mi prima

Relatos EroticosHola, les contare un relato, quiero contar lo fantastico que a sido cojerme a mi prima estos ultimos años. Verán:

soy hombre en aquel entonces tenia 23 años y venia saliendo del gimnasio en la tarde, estaba callendo una tormenta espantosa, por lo k me di una buena empapada y lo unico k se me ocurrio es irme a refujiar a casa de una tia que vivia a unas cuadras del gym. Llegue y toque la puerta, note que se tardaron un poco en abrir ,...
pero no di importancia,despues de un par de minutos abrieron la puerta, era mi prima ivonne ( una chica de 19 años alta, blanca , cabello largo castaño claro, labios hermosos y un cuerpo talla media kon unos pechos riquisimos y culo
redondeado) llevaba puesto un diminuto vestido verde sin tirantes, andaba descalza , y traia el cabello perfectamente alaciado y pintada muy sobriamente pero lucia espectacular.

La note un poco espantada , le dije: Hola puedo pasar mira que ando todo empapado y no veo cuando termine de llover, me dijo: si claro jorge pasa. Enseguida pase y la seguia notando algo nerviosa, le pedi un poco de te caliente mientras ella me decia que mi tia habia salido fuera y que llegaria hasta noche. mientras ella estaba en la cocina preparandome el te, yo subi con toda confianza a su habitacion a buscar algo con que secarme, abri la puerta de su recamara y quede impactado con lo que vi: una tanga blanca tirada en el piso, un par de zapatos de tacon altisimos negros, en el computador una pelicula porno cojiendose a un par de nenas, y tenia abierto el msn con la camara puesta donde habia un tipo jalandose la verga fuertisimo.

Al ver tremenda escena mi cerebro se calento mil y aparte estaba sorpendido de aver cachado asi a mi primita fresa. En eso ella entro con mi te con cara de susto y grito: jorge que haces aqui!! yo ya estaba mas que poseido por aquella pelicula porno que estaba espectacular, mi verga se empesaba a inchar lo cual por ensima del pantalon mojado me empesaba a tocar, voltie y la mire y le dije: prima, siento mucho haberte interrumpido en un momento asi , me gustaria mucho ver lo que estabas haciendo nena! ,me paré , y la mire a los ojos, la sujete de los brazos y la acomode frente a la camara web y le dije: anda ivonne termina de darle show a tu amiguito no vez como se jala la verga sin parar. me sente en la cama a gozar del espectaculo, y mis ojos no daban credito de ver que ivonne se empezaba a desvestir como vil puta haciendo tremendos movimientos dignos de cualquier perra barata, se levanto el vestido y quedo al descubierto su coñito perfecto y depilado que ya estaba bastante mojado ya que empezaba a escurrir un poco por sus muslos, se empino frente de mi y tuve la vista perfecta , sus perfectas nalgas y su coñito humedo e inchadito de las ganas que traia mi salvaje prima, woww aquello era un goze tremendo !mi verga comenzo a crecer , ya traia semejante bulto por lo cual mi prima, asi empenada como estab ase dirigio hacia mi y abrio el cierre de mi pantalon y saco a mi gran pedazo de carne con las venas muy marcadas y empezo a tocarlo con las manos, yo inmediatamente baje su vestido para poder tocarle esos perfectos Pechos , sentí sus pezones durísimos y calientes, lo que me dieron unas ganas increíbles de chuparlos,; la tome de los hombros , la levante un poco, le quiete todo el vestido de un tirón y embestí esos pechos a chupadas , y suaves mordidas, esos pechos sabían a miel de dioses , y empecé a manosear su culo perfecto , era toda mía!.

Ivonne empezaba a gemir de una manera tan cachonda y con una voz muy quedita y cachonda me susurro al oído: móntame! , móntame jorge!!. AL escuchar sus palabras supe que mi prima era una súper puta ,de esas que tenía que gozar despacito y lento para poder saborearla completamente. Me pare , me quite por completo el pantalón , mientras ella quitaba mi camisa, y la arrodille frente de mi y le dije, ; si quieres que te monte como una rica yegua primero tienes que comerte mi verga primita. Ella me miro a los ojos y sonrió de manera que supe que le encantaba que la tratara salvajemente y le hablara vulgar. Abrió su boca y empezó a darme una mamada de alfombra roja, pasaba por mis huevos, se los metia a la boca, se metía toda la verga hasta topar con la garganta, mientras yo la agarraba de la cabeza y hacia unos ruidos de placer. La agarre de los brazos y la levante, la lleve hacia la pared, la puse de espaldas mio y me agache para besarle el culo y el coño , al bajar quede sorprendido de ver como mi prima chorreaba por los muslos, estaba extremadamente mojada, era un liquido transparente espectacular! Eso me puso como un animal, solo quería cojerla , hacerla mia, y terminar corriéndome en ella, .me puse de pie y lentamente le fui metiendo mi cabeza del pene en su conchita mojada, ella lanzo un grito suavecito diciendo: follame ya jorge! , anda primo ¡ métemela completa!

Enseguida, la agarre de la cintura y me deje ir hasta chocarle mis huevos en la concha, fue una sensación tan rica sentir como mi verga entro en esa conchita caliente y húmeda y apretadita, podía sentir sus paredes vaginales temblando de placer . asi la folle unas 6 embestidas mientras con una mano le estimulaba su clítoris, ivone no hacia nada mas que gemir un rico SI, SI , SI ASI ¡! . al sacar mi verga de su húmedo coño, salió escurriendo de sus transparentes liquidos , fue impresionante ver mi verga asi de brillante y escurriendo, si escurriendo liquido transparente de su coño!. La Sente en el borde de la cama, le abri las piernas y me arrodille, metiéndole mi pedazo de carne , mientras con la boca yo comia de sus dulces y deliciosos pechos, ella con sus manos agarraba mis nalgas y las empujaba hacia dentro , Asi cogimos unos minutoss hasta que ella me susurro: -Quiero montarte primo!.

Asi que inmediatamente me tumbe en la cama mientras ella se preparaba para darse unos tremendos sentones en mi verga durísima que estaba al tope. Se abrió de piernas y se dejo caer lentamente , sentía como atravesaba su coñito delicioso, al llegar hasta abajo se acomodo , se inclino un poco hacia enfrente , me tomo de mi cuello y empezó a cabalgar como puta extrema, se terorcia y meneaba sin parar, empezó a subir y bajar , mientras gritaba: duro asi duro quiero que me folles duro primo! Estaba mas que caliente, al ver comos e daba de sentones sobre mi verga y sus pechos se bamboleaban frente de mi , era delicioso aquello. Despues la puse en 4 sobre la cama y le dije: Prima ahora si te voy a montar como puta que eres! Le di un par de naldadas, tome mi pedazo de carne y se lo meti de un jalon completa por su coño, mi prima lanzo un grito de placer y gemia como cerda: dame mas primo , mas ¡ follame , rompeme el coño, no tengas piedad jorge, hasme tulla!

Esas palabras me ponían como un verdadero animal, la coji por la cintura y la embesti tan fuerte como podía, mis huevos chocaban con sus nalgas haciendo un ruido esquisito, además de que ella estaba mojadisima, escurría por sus muslos esa deliciosa aguita, . Era un placer indescriptible , me estaba follando a la prima! Que deliciosa estaba, era toda mia , y la zorra me pedia mas!.
De pronto sentí mi verga como sentía unos pequeños espasmos : Mi prima se había corrido ¡ dios fue tan rico sentirla correr, sentir como se vino de placer , se mojo aun mas , ya chorreaba hasta sus rodillas, y ella seguía pidiendo mas!.
Saque de nuevo mi verga de su coño chorreando de sus liquidos y ella enseguida me la mamó de una manera salvaje , quería mas la puta de mi prima!

Asi que la tire en la cama , la abri de piernas y comencé a comerle su conchita , Ivonne se movia de una manera espectacular, meti toda mi cara en ella, subi y baje con mi lengua, la mordí, chupe toda su concha hasta dejarla un poco ,mas seca. Me prepare de nuevo para embestirla , me subi arriba de alla, la abri toda de piernas y la folle despacito mientras le comia el cuello y sus pechos deliciosos, mi verga ya no podía mas, sentía como su concha de nuevo estaba inundada ¡ comencé a follarla mas rápido mientras ella eccajaba en mi espalda sus uñas de una manera tan cachonda y me lamia las orejas, me pedia mas!: follame prmito, correte , hasme tulla! Hazme gozar de placer!.

Al escuchar esto la agarre del cuello y le di tremendas embestidas , veía su carita de placer , sus gemidos, sus tetas paradas , su cuerpo sudando, su coño húmedo embebesido de mi verga .
Ivonne subió sus piernas arriba de mis hombros , de esta manera mis huevos chocaban de una manera espectacular en sus nalgas , yo yano podía mas, mi verga quería derramarse, ya no aguantaba mas y con toda la furia de un animal empece a ensartarla lo mas rápido que mi cuerpo podía ¡ mientras ella lanzo un grito: -HAAHAHAHAA SIIII TODA , DAME TODA!, me corri tremendamente dentro de mi prima! Lance litros de semen rico dentro de ella, que mesclados con sus liquidos vaginales hacían una sensación deliciosa dentro de ella, nos quedamso asi abrazados unos instantes con mi verga insertada adentro de ella, la saque lentamente y ella se dispuso a mamarmela tan lentamente.!
Nos quedamos silenciosos por unos minutos………..ella sonrio y me dijo: Que bueno que llegaste primo, no la hubiera pasado así sin ti. La abrace y lami sus pezones y le dije que quería seguirla haciendo mia, y ella contesto que le encantaría!
Me levante de la cama para vestirme y me percate que la cam web estaba enviando señal al tipo con el que mi prima estaba teniendo ciber sex, el tipo nos pillo completamente todo, vio como cogíamos como credos sin piedad, ………Al saber esto me calente de nuevo, la sensación de haber estado follando y que alguien mas viera y se masturbara me calentó de nuevo, pero era tarde y mi tia podía llegar en cualquier momento.

Me despedí de mi prima con un beso delicioso, y un mordisco en su cuello, Este fue el principio de años cogiendo a escondidas con mi prima, encuentros que poco a poco ire relatando..
Espero que lo disfruten ….no hay como cogerse a una prima

martes, 17 de agosto de 2010

Mi cuñadita 9

Mi CuñaditaLa semana transcurrió con normalidad, casi ni cogimos, la verdad me tenia harto mariana pero si la dejaba se pudría todo, el grupo de amigos se iba a dividir las situaciones iban a ser incomodas, maldecía el hecho de haberme puesto de novio con una compañera pero era tarde y tenía que asumir el hecho.
El sábado volvía mi mejor amigo Cristian, que cumplía sus 15 días de trabajo en las minas (Alumbrera) el loco ganaba un montón de guita era de la primera tanda de egresados en Catamarca en esa carrera así que consiguió laburo y pagaban más que bien, Llevaba ya casi dos años laburando, tenía un Peugeot 307 0km en esa época y cada vez que venía salíamos a buscar minas, y la verdad con ese auto las minas subían solas.

Le avise a Mariana que volvía mi amigo, la verdad es que a ella no le gustaba ni un poco que salga con él, pero sabía que es mi mejor amigo así que se la tenía que bancar, me había gastado toda la guita del mes con Steffy, así que ese sábado obviamente pagaba mi amigo, Mariana siempre salía a los lugares más “chetos” siempre con sus amigas a tomar algo y a bailar al boliche de Moda…
Con Cristian todo lo contrario para no cruzármela cambiábamos de ambiente, los más populares bailantas, u algún boliche fuera de la ciudad, donde había pendejas fáciles, esa noche nos fuimos a una villa veraniega a 40 o 50 Kmts. de Catamarca Capital, tocaban unas bandas de Cuartetos , y como las minas aquí son cuartetera, el lugar explotaba, era la primera quincena de enero y el calor se hacía sentir, las pendejas sueltas de ropa y tomando cervezas bailando, era algo espectacular estar en la villa repleta de gente, sobre todo lleno de mujeres, no sé cuantas minas chapamos esa noche, tomamos cervezas hasta emborracharnos, buscamos las mejores minas del boliche y teníamos que llevárnoslas, sobre una tarisma un grupo de minitas espectaculares bailaban, de abajo un ejércitos de hombres las miraban y gritaban de todo, ellas los ignoraban la verdad es que las minas llamaban la atención estaban buenísimas y encima re trolas para bailar.

Nos dirigimos a la barra y compramos 2 botellas de espumantes, nos acercamos les di uno y gesticule que se las regalaba, luego le dimos la espalda y nos hacíamos de hablar con mi amigo…
Habíamos tirado el anzuelo faltaba esperar si resultaba, a los 5 minutos se bajo una rubia y me dijo.
-¡Hola! ¿Te puedo preguntar algo? Me dijo con acento porteño (aquí se les dice porteños no importa si son de provincia o de capital)
-¡si obvio! Conteste con sonrisa tenue
-¿Por qué nos diste la botella? pregunto
-¿vi que no estaban tomando nada? ¡Y qué se yo… por eso! Dije confundido
-¡Bueno Gracias entonces chico de ojos lindos! ¡Soy Euge! ¿Vos? Pregunto con una sonrisa y beso en la mejilla
-¡soy Tobías, y él es Cristian! Dije presentando a mi amigo
Nos quedamos charlando un rato, había funcionado el anzuelo que tiramos, era obvio que iba a bajar otra en cualquier momento y no me equivoque, otra rubia bajo y nos presentaron, las minas ya estaban regaladas, y nosotros los mismo así que empezamos a apretar, Eugenia estaba vestida con una musculosa verde, y una jean ajustado, tenía un culo impresionante, pero Impresionante en serio…

Male, la otra rubia estaba vestida casi igual solo que la musculosa era blanca, estaban divinas las minas, tenían 19 años las dos y estaban de vacaciones, la verdad no recuerdo de que zona de buenos aires eran pero eran de Provincia… el boliche termino a las 7 AM estaba de día ya y empezaba a hacer calor, las minas estaban con todas las pilas (mesclamos el vino con energizantes) gracias al Bendito energizante, y tenían toda las ganas de seguir de caravana(Seguir de Joda) nos subimos al auto y teníamos 2 opciones, o ir a la quinta de mi viejo que estaba a 60 kmts. Y no había nadie (era finde y ellos estaban en Capital) u ir a otro lugar así que decidimos ir a la quinta, compramos mas alcohol y nos fuimos los cuatros, el sol estaba alto por suerte tenía unas gafas en el auto así que no me molestaba tanto, el reggaetón sonaba a todo volumen y las minas cantaban enfiestadas.

Llegamos y pasamos directamente a un rio que pasa por el costado de la quinta, allí nadie nos veía…
Las minas eran divinas súper simpáticas y estaba que partían la tierra, el sol estaba alto mientras apretaba con la porteña sentí un chapuzón, cuando mire estaban los otros dos en el rio, no sé en qué momentos desvistieron pero estaban en ropa interior, euge me miro cómplice y se saco la musculosa y se desabotono el jean, me desprendí la camisa torpemente, el jean voló al instante
Eugenia tomaba el espumante y se reía mientras me dirigía una mirada sexy, lentamente empezó a mostrar más piel, tenía una bombachita blanca con tiritas súper finas a los costados, su culo era impresionante, me provocaba un furioso de deseo de cogerla ahí mismo.

Camino lentamente hacia el rio dejando la majestuosidad de su culo frente de mis ojos, sentí ese calor que me invade cada vez que me excito, la piel blanca pálida de su rostro estaba tomando color, por la exposición al sol, antes que se note mi excitación por sobre el bóxer me tire como desesperado, el agua estaba un poco fría a pesar del calor que hacía a esa hora…
Nos besamos charlamos, la cosa estaba caliente, mi amigo Cristian me gano de mano y me dijo que se iban a la quinta, le dije donde escondía la llave (para casos como este) y se fue
-¡Que hijo de puta! Dije sin darme cuenta
-¡jajá y bueno quieren privacidad! contesto ella sonriendo
-¿Nunca tuviste sexo en un rio? Conteste como apresurado
-¡No nunca! ¿Vos si? Contesto con sonrisa picarona
-¡no, pero estas a punto de cumplirme una fantasía! Dije riendo
La atraje hacia a mí con violencia y la note excitadísima, mis manos se habían librado ya de su corpiño, tenía unas tetas hermosas, redonditas y paradas, pezones chiquitos y rosaditos como me gustan, como los que tiene Steffy, ella rodeo sus piernas en mi cintura y salimos del agua, la solté un segundo buscando desesperado los forros en mi pantalón, por suerte tenia.
Sin mediar palabra la di vuelta, todavía conservaba su bombachita, que estaba repleta de arena, su cola también tenía arena, tenia piel de gallina por que al salir del agua se sintió una brisa fresca, me puse el forro con una facilidad asombrosa, y corrí su tanga mientras le decía que me hable, me gustaba su acento y me excitaba.
Ni lenta ni perezosa la mina era una especialista en hacer parar pijas, paraba el culito y me decía cosas sucias pero sin perder la sensualidad, su rostro apoyado en la arena mirando hacia tras mordiéndose los labios y hablándome me volvía loco. La penetre violentamente como me gusta hacerlo para ver su reacción, cerro sus ojos y de su boca salió un gemido excitante, la tenía en cuatro dándole duro en medio de la nada, los cachetes de su cola tenían arena, y después de unas palmadas que les di se ponían colorados, tenía el agujerito del culo en un tono más oscuro que de su piel, no aguante y le cole un dedo, la pendeja gemía y gemía cada vez más fuerte, para los costados se podía ver la curiosidad de algunas vacas o caballos que estaban por la zona, por los gritos de la porteña,
Cambiamos de posición jamás le saque la bombachita, tengo una obsesión con las bombachitas puestas, y se subió arriba mío, se movía como los dioses, la mina, gemía y se apretaba las tetas meneaba su cabeza con su pelo rubio al aire, era una escena digna de una buena película, erótica la levante entre mis brazos mi piel estaba repleta de arena, la suya también sudábamos y el sol pegaba bastante fuerte así que me levante sin sacársela y nos metimos al agua, la hice dar vuelta nuevamente, su cola apenas sobresalía del agua, se podía ver cuando entraba y salía mi pija que rozaba el agua, estaba agotándome de tanto coger, siempre que me emborrachaba tardaba muchísimo tiempo en acabar, me tenía que concentrar al máximo.
Comencé a darle duro, el agua quitaba toda la lubricación natural de la porteña, creo que empezó a sufrir más que a gozar, eso realmente me excitaba (Siempre tuve ese toque sádico), la sujetaba con fuerzas de su caderas y mis arremetidas eran más violentas, el agua saltaba por todas parte y mi esfuerzo físico era mayor, la tome fuerte de los pelos e intente penetrarla por el culo pero era imposible, así que con saliva me moje el pene hice que sacara mas la cola del agua y volví a ensartarla por su conchita, los gritos de la mina no cesaban, el sudor corría por mi espalda, no aguante mas, me saque el forro y acabe en su espalda desnuda, todavía agitado le dije:
-¡Espera quedate así un rato! dije casi sin respiración el sol hacia brillar su piel y mi semen estaba desparramado por su espalda
-¡¿te gusto llenarme de lechita?! Me dijo pasándose la lengua por los labios con ese tono de gata que tienen algunas minas
No conteste nada solo asentí con la cabeza, la verdad estaba destruido, coger en el agua no había sido una gran experiencia, me degasto muchísimo…
Volvimos a la quinta, comimos y nos tiramos a dormir los 4, eran las 14Hrs. Y todos estábamos rendidos…
Ese día nos levantamos a las 20hrs, intercambiamos números con las chicas que se quedaban 15 días en Catamarca y recién iban por el tercero.
Llegando a la ciudad, mi celular volvía a tener señal, me llegaron 15 llamadas perdidas y un montón de sms de Mariana tenía que dar una explicación y no sabía qué carajo decirle, ya que todo sonaría a mentira…

La hija del jefe

Relatos EroticosHace ya algo de tiempo que dejé de trabajar en aquella empresa. La verdad es que nunca he contado esta experiencia tan fuerte porque vivo en un lugar pequeño, y todo esto siempre se llega a saber. Te puedo asegurar que esto es real, y aprovecho el anonimato que me da este relato para contar mi pequeño triunfo. Era una empresa un tanto grande y yo trabajaba como administrativo en el departamento contable. Llevaba trabajando unos dos años cuando destinaron a la hija del jefe en nuestro departamento. Nadie sabia en realidad de que se ocupaba y aunque se suponía que era una curranta cualquiera, pero al ser hija de quien era, la tía tenia un despacho propio mientras nosotros compartíamos un garito para varias personas. Te cuento como era la chica. Debía tener 28 años, bajita, con el pelo teñido ligeramente de rubio, unas buenas tetas, y un culo que sin ser nada especial me gustaba mucho por lo redondo que era.

Vamos, seguro que lo has visto de esos que asoman como piedras cuando los miras de perfil. Sus labios tampoco estaban nada mal y siempre que me hablaba me hacían sentir que era una comedora de pollas de primera. La verdad es que hasta aquí quizás puedas pensar que no era nada del otro mundo pero la verdad es que despertaba el morbo en mi y sensaciones muy fuertes. Los motivos eran claros, era la hija del mayor cabrón que he conocido, y además era la típica niña pija con aires de tirarse pedos con olor a violeta. Siempre pensé de alguna manera sacar a la guarra que aquella niña de papa llevaba dentro. Esta vez una de mis fantasías se iba a hacer realidad cuando nunca lo hubiese esperado.

Teníamos una relación un tanto superficial y la verdad es que nunca se me hubiese ocurrido haberme insinuado. Si que me había fijado que muchas veces al girarme al pasar ella me estaba mirando mientras paseaba aquel culo. Algo me decía que mi persona no le pasaba desapercibida. Un día su padre vino y me pidió que realizase un trabajo en el archivo que estaba situado en la planta superior, un sitio polvoriento y lleno de trastos. Tenia que pasar por la trituradora de papel unos documentos viejos, y hacer espacio para meter más cosas. Nada una mierda de trabajo que me iba a ocupar varios días cuando era el mes de Mayo y el calor ya iba a hacer más insoportable el encargo. 
 Nada empecé el día indicado y estaba media mañana trabajando lleno de mierda como no te puedes imaginar cuando me paré a tomarme una coca-cola fumarme un cigarro, y desabrocharme la camisa para refrescarme un poco. Allí arriba no iba a subir nadie porque era el culo de las oficinas y me podía escaquear un rato. Cuando estaba unos minutos la vi aparecer por la puerta y pegué un salto del susto, más que nada porque sabia que aquella puta me iba a tirar una bulla. Cuando ya estaba poniendo cara de cordero degollado dispuesto a recibir el puro cuando, me empezó a pedir unos documentos.

Me quedé muy sorprendido por su reacción y me fijé que iba bastante más provocativa que lo normal. Recuerdo que llevaba una muy falda muy cortita y un top de lycra que le sostenía a duras penas aquellas dos tetas, y aquellas plataformas que hacían que su culo mirase muy alto. Le dije donde podía encontrar lo que buscaba y que yo mismo se lo bajaba porque estaba en lo alto de una estantería. Ella sorprendentemente me dijo que ella mismo los cogería aunque yo me presté a ayudarla a subir. Al verla encima de la escalera la muy guarra me dejó ver las minúsculas braguitas que llevaba y que dejaban salir los mofletes de aquel culo. La polla se me puso al mil, y se me marcaba descara-damente en el fino pantalón. La tía lo hizo increíblemente largo para asegurarse que no me perdía nada y la verdad es que no la defraudé.

Cuando bajó se arrimó demasiado cerca y notó el pollón que tenia. Me puso una mirada de perra en celo y me pregunto que pasaba, a lo que le contesté que me había puesto muy caliente. No me dejó acabar la frase porque se me abalanzó me cogió del culo y se apretó contra mi cuerpo para sentir mi barra de fuego. Le empecé a besar por el cuello y empezó a suspirar como un fuelle cuando le sobé las tetas. La pija me apartó y se fue hacia unas cajas que estaban unos metros atrás. Se subió encima y me miró con ojos de loba y las piernas abiertas. No pude aguantar más y me lancé hacia ella y le arranqué de un tirón las bragas y me bajé los pantalones. Ella ya estaba como una moto porque se ve que le iba el rollo violento.

La verdad es que a mi no me va ese rollo aunque dada la situación y por ser ella el objeto del cariño que sentía por su papá, y con ganas de domar a una niña pija, me porté como un verdadero bestia. Empecé por lo que más me gusta de una mujer: su coñito. Al principio no pude verlo bien porque empecé a chuparlo como si me fuese la vida en ello y pudiéndolo sentir todo en la boca con un sabor y un olor que me volvía loco. Estuve un rato haciéndole este trabajo y ella suspiraba y se retorcía, aunque me dediqué a hacer mejor mi chupada y le abrí al máximo las piernas apoyándolas en las cajas. Aquella hembra me ofrecía ahora su chocho en todo su esplendor y podía ver sus labios entreabiertos y muy rosados por la excitación. Me dediqué a recorrer los pliegues de aquel aromático coño con mi lengua de arriba a bajo una y otra vez. Me paraba en clítoris y ella gemía de manera un poco exagerada y cerraba algo las piernas para que no me despegase de allí. Me estaba poniendo las botas y tenia que hacer esfuerzos para que mi polla al máximo de su tamaño no tocase con nada porque me podía correr de la excitación. Lo mejor iba a llegar entonces porque cuando no lo esperaba baje mi lengua llena de su flujo hasta su agujerito del culo.

No se esperaba esa caricia y se corrió al introducir mi dura lengua en su ano y presionar toda mi cara en su coño. Fue una buena corrida porque ella se cogió a mi cabeza como si estuviese al borde de un precipicio. Ahora era mi turno y me incorporé yo para dejarla buena. La verdad es que entonces la picha me dolía de la excitación pero cuando la vi abierta de piernas, sudorosa, su faldita remangada, y con todo aquel coño dilatado delante mío me llegaron a temblar las piernas. Su gesto de perra viciosa, mordiendose el labio, sudorosa y despeinada me incitó a una penetrada total. Se la metí de un golpe con mucha facilidad porque estaba mojadísima, y fui yo quien soltó ahora un gemido porque aquel coño era una delicia. Estrechito y muy mojado, y lo que más me gustaba, era que parecía que había metido la polla en el mismo infierno.

No te puedes imaginar lo caliente que estaba el coño aquel. Empecé a empujar y ella se movía como una marioneta porque las cajas se movían bastante con mis embestidas. Le levanté las piernas todo lo que pude para sentir aun más su coño, mire hacia abajo y vi mi reluciente picha mojada por su flujo y me corrí solo con verlo. Ella se dio cuenta y me apretó contra ella para que no escapase ni una gota de mi leche. Fue una corrida brutal y nos quedamos un rato parados recuperando el aire pero a los pocos minutos ella todavía quería más. Saqué la polla y de su coño salió un borbotón de mi semen ella se levantó se quitó la falda y se fue hacia su bolso. Sacó un paquete de pañuelos y algo más que no vi lo que era. Se limpió el coño de mi semen y vino hacia mí, se agachó y también me dejó la picha limpia.

Entonces me demostró que aun tenia más ganas de guerra, porque empezó a besuquear mi polla. Me lo hacia como a mí me gustaba chupadas lentas, y húmedas a la punta de mi pene. Costó un poco ponerme en forma porque la excitación anterior había sido muy fuerte y larga. De todas maneras ver aquellos morritos que tanto me gustaban trabajar con tanta voluntad me pusieron a cien. La incorporé para colocarla encima de las cajas otra vez para perforarla cuando me pidió que quería jugar a algo. Me dijo que le había gustado porque tenia una cara de vicioso total y que quería que le hiciese una cosita especial. La muy zorrona me pidió al oído que utilizase su juguetito y dándome un lametazo en la oreja eliminó cualquier posibilidad de que yo dijera que no.

Me enseñó entonces aquello que había extraído de su bolso y que tenia escondido, un estrecho y pequeño vibrador de látex. Me dispuse a no defraudar a aquella zorra de primera y me dediqué a admirar aquel culete redondo cuando ella se puso a cuatro patas. Me arrimé y le comencé a chupar el ojo del culo, mientras ella me lo agradecía con grandes suspiros. Pasaba mi lengua por los alrededores del agujero donde la zona es tan sensible, y luego lentamente introducía mi lengua todo lo que podía en aquella cueva. Cuando hacia eso la muy zorra hacia fuerza para ayudarme y decía entre susurros cochinadas que no llegaba a entender del todo. Me chupé un dedo lo pasé por su coño mojado y se lo metí en el culo. Joder no había visto a una tía tan encendida y se mordía la mano para no gritar.

Le dije que si quería que utilizase su vibrador lo que tenia que chupar muy bien. Se lo puse en la boca y lo succionó como una niña un polo mientras mi dedo hacia movimientos para dilatar aquel agujero. Cuando ya la vi bastante excitada me puse detrás puse en marcha el vibrador y se introduje con delicadeza. Le hice algo de daño porque la lubricación no era la perfecta pero una vez se había acoplado al esfínter lo pude meter y sacar con más facilidad. Aquel culito se movía de manera muy sugerente y me cambié de postura para encañonarla por detrás. Esta vez se la metí más despacio para disfrutar aún más del calor de aquella cueva. Quería sentir cada centímetro de su coño y que mi polla la llenaba por completo. Ella comenzó a mover su culito en lentos movimientos circulares y yo cogí su ritmo acompañando sus movimientos. No le hice el típico mete y saca porque me excitaba sentirla mía al llenarla al completo con mi polla.

Por supuesto mi mano derecha no paraba con aquel consolador en su culo aunque ahora lo movía de manera circular para que las paredes de su culo sintiesen las vibraciones del juguete. Ella se puso muy cachonda con esa sensación en su culo y aceleró su respiración. Cuando noté que estaba a punto de venirse le introduje el vibrador en toda su extensión y empecé a meter y sacar mi polla de su coño con verdadera furia. Ella se corrió entre estertores y gruñidos. Yo al comprobar su orgasmo me puse ya demasiado excitado y después de penetrarla durante unos minutos me corrí apretando con fuerza mi polla dentro de su coño para llenarla de leche hasta el útero. Ella se limpió de nuevo y se puso la ropa que había quedado desperdigada por varios rincones. Se arregló el pelo en una coleta me dijo que había estado muy bien y se marchó sin decir nada más. Yo mientras también me había vestido y la verdad es que la situación era un poco violenta y yo no sabia donde mirar. Yo comprendí que aquello no volvería a repetirse y que ella se avergonzaba un poco de mostrarse tan puta.

Pasaron tres días y aunque me obsesionaba la idea de aquel polvazo y no podía evitar recordarlo a todas horas. De todas maneras durante esos días ella me esquivaba completamente y cuando se dirigía a mí era con una indiferencia total y con muy mala leche. Hasta los compañeros se dieron cuenta de esto y me preguntaban que le había hecho para que me tratase de aquella manera. Yo capté el mensaje e intenté apartarla de mi cabeza, y pensar en que me había vengado en su cuerpo de su papi. Que equivocado estaba porque era entonces cuando iba a venir lo mejor, algo que yo nunca hubiese esperado en aquellas circunstancias.
Habían pasado ya cinco días de aquel encuentro en el archivo cuando salió como una furia de su despacho y diciendo mi nombre con un grito. Me empezó a tirar una bulla tremenda y me di cuenta de cómo mis compañeros agachaban la cabeza pero no perdían nada de lo que me estaba diciendo. Me decía no sé que sobre unas gestiones que no se habían hecho y que iban a suponer un pastón para la empresa. Yo me sentí tremendamente humillado al ser reñido de aquella manera delante de todos mis compañeros y me hubiese levantado para pegarle un puñetazo a aquella niñata. Me contuve y me fui con ella a su despacho cuando me lo ordenó. Ella entró primero y yo la seguí cerrando la puerta una vez pasé.

Cual fue mi sorpresa al girarme para tomar asiento que se abalanzó sobre mí dándome un abrazo. Me dio un morreo con su húmeda lengua y me pidió que la follase. Yo me puse bastante caliente porque con el cabreo que había pillado después de la bulla delante de toda la gente quería portarme como un animal con ella. Sin embargo el poco sentido común que me quedaba en aquellos momentos, me decía que no debía hacerlo porque su despacho estaba pegado a la oficina y allí fuera estaban mis compañeros que podían oir perfectamente todo lo que pasase allí dentro. La puerta no se podía cerrar por dentro y era muy fácil que alguien entrase en la habitación sin llamar. Además en aquel despacho había una ventana que daba a la oficina y solo estaba pasada por una cortina. Yo le dije que no podía ser, y que hiciésemos algo para irnos al servicio y hacer allí guarradas. Ella estaba encendida a tope y me dijo que no, que lo quería allí y en ese momento. Se separó de mí, se fue hacia la ventana y pasó la cortina, se colocó encima de la mesa, se subió la falda y abrió completamente sus piernas.

No llevaba bragas la muy guarra y pude ver la misma y excitante imagen de aquel coñito tierno y carnoso de excitación. Desde donde estaba podía ver su humedad y me dejé llevar cuando me susurró que fuese. Nos dimos unos ardientes besos y me bajó la cabeza hacia aquel coñito. Aspiré aquel olor a hembra de verdad que tanto me había gustado la otra vez y me dispuse a hacerle otra vez una comida de primera. Le abrí las piernas por completo para ver aquellos labios y su clítoris en toda su belleza y me llevé una gran sorpresa. De su vulva salía un cordel y de ano otro, yo tonto de mí le pregunté si tenia la regla y se había puesto un tampón. Ella con aquella mirada de perra en celo me dijo que lo averiguase yo mismo. Comencé a estira del cordel del coño y note como sus labios se iban abriendo y por su vagina aparecía algo blanco. Al estirar por completo salió una bola del tamaño de una pelota de ping pong. Ella dio un profundo suspiro cuando hice esto y entonces lo comprendí, llevaba un buen rato unas bolas chinas en su coño de esas que estimulan tanto a una mujer. Saqué la segunda bola y volvió a pegar un pequeño grito y yo levanté aquel juguete a la altura de mi cabeza para que ella lo viese también. Lo chupé sin pensarlo dos veces dejándolo bien limpio porque debía haberlo llevado durante toda la mañana y estaba embadurnado de flujo, y melo guardé.

A ella le gustó ese gesto que aumentó más su excitación. Ahora iba a buscar que sorpresa se escondía en su culo, y al tirar de la cuerdecilla también salió una bola pero de un tamaño mucho menor. Eran una ristra de unas bolas del tamaño de una canica que se introducen en el ano. Viendo aquello le hice un trabajo del cual me siento orgulloso. Le paseé mi lengua por su coño con mucho cuidado de no tocar su clítoris, y cuando menos lo esperaba presionaba mi lengua en aquel botoncito con mucha fuerza mientras que mi mano tiraba del cordel y sacaba bruscamente una bola de su ano. Ella acompañaba cada uno de estos movimientos con un grito y se mordía el dorso de la mano para que no nos escuchasen fuera. Su excitación era total porque recuerdo que mi cara estaba toda mojada de su flujo. Cuando acabé este juego me levanté con las piernas temblando de excitación y con mi polla dispuesta a romper aquella zorra. Me desabroché el pantalón y allí mismo, subida cara a mí encima de la mesa, la penetré sin emplear ni las manos de lo mojada que estaba. De nuevo el meter bruscamente mi polla en aquella vagina que era un horno, y el sentir las paredes de su coño que me aprisionaban me hizo soltar un profundo gemido de placer.

Ella me tapó la boca para evitar que nos oyesen fuera, y empecé a bombear con furia. No te puedes imaginar el clímax que se alcanza tirándote a la zorra del cabrón de tu jefe, en un sitio que te pueden ver desde fuera o cualquiera puede entrar en el momento más inesperado. Una fuerza diabólica se apropió de mi persona y en muy poco tiempo se me nubló la vista y apreté aquel cuerpo descargando mi leche hasta en el último rincón de su coño. Tardé un minuto en recuperar el aliento, quedando como muerto encima de ella, pero ella pronto me movió porque no se había corrido y quería recibir su parte. Le dije que no podía echarle otro polvo en tan poco tiempo. Ella no se cortó ni un pelo y me hizo sentar en un sillón, se puso medio desnuda delante mío, levantó una pierna y la puso entre mis piernas.

A continuación tomo las bolas pequeñas y se las introdujo con furia en el culo. Cuando las tuvo todas dentro se monto a horcajadas sobre mi pierna y empezó a restregar y apretar su coño en mi muslo. Yo mientras ella hacia ese movimiento de masturbación le había subido la blusa y le chupaba los pezones, mientras mis dedos cogían su culo y acariciaban su ano. Esto le gustaba mucho porque esa zona debía ser muy sensible para ella. Busqué el extremo de del cordel y lo tomé con fuerza, ella me cogía la cabeza para hacer mas fuerza en su movimiento y suspiraba como una loca en mi oreja. Cuando por su respiración noté que se corría estiré con fuerza el cordel y saqué las bolas de su culo. Ella tuvo un orgasmo con una furia increíble y me marcó sus uñas en mis hombros semidesnudos. Recobramos el aliento y nos arreglamos la ropa, aunque se volvió a repetir lo mismo de la anterior vez. A ella le gustaba como le follaba pero era claro que entre nosotros había un mundo y yo no era el tipo que le convenía. Salí de allí sin decir nada pero contento porque había descargado mi cabreo con ella. Entonces vino lo peor, salir fuera sin que mis compañeros notasen el tomate que había tenido en esa habitación. Puse lo mejor que pude cara de cordero degollado y dando a entender que estaba derrumbado por la supuesta bulla que había recibido. Por suerte nadie pareció notar nada y en cuanto pude me escapé al lavabo para limpiarme y comprobar que mi aspecto no delatase mi gloriosa follada. Aquellos encuentros no se volvieron a repetir nunca más pero guardo muy buenos recuerdos de ellos. Al par de meses, por varios motivos, me marché de aquella empresa para entrar en otra. Todavía conservo las bolas que le robé a aquella zorra y alguna vez oliéndolas me he vuelto a excitar recordando aquello y me he masturbado. No las pienso lavar nunca porque todavía guardan el aroma. En la empresa que trabajo ahora, también hay una chica que es la hija del jefe. Éste es muy majo y agradable pero su hija es una cabrona de primera, y tiene un orgullo increíble. Esta chica tiene un cuerpo de verdadero infarto y es verdaderamente guapa, aunque estoy planeando algo para poder domarla como a la otra. Espero pronto te pueda contar otra experiencia como esta.

jueves, 5 de agosto de 2010

Compañeros de Estudio

Relatos EroticosMe llamo Liliana. En la época de la facultad, en el último año,estudiaba para los examenes con mi novio y 2 compañeros más. Yo tenía 23 años, soy bajita, bastante linda de cara y con muy lindas piernas y sobretodo muy lindo culito.

Con mi novio hacíamos de todo, le encantaba cogerme por el culo, y hacer un buen 69. Teníamos como cábala antes de ir a los examenes que le diera una buena mamada de pija y huevos, le sacara toda la lechita y me la tomara junto con el café con leche del desayuno. Con esa cábala nos iba bien. En cuanto a los otros 2 compañeros estaba muy bien, sobre todo uno de ellos que tenía un bulto llamativo. de todas maneras yo me mantenía fiel aunque cuando mi novio no estaba era bastante histérica, me agachaba bien para que me miraran el culo, si estaba con pollerita disimuladamente abría las pienas para que me vieran la tanguita y cosas así.

Ellos por su parte solían decirme guarradas tales como: no me la chupas?, que culito! y cosas asía. A veces disimuladamente me apoyaban, como jugando, y yo me reía. me gustaba. tambuién, siempre cuando no estaba mi novio me acribillaban a preguntas sexuale: te da por el culito?, te tragás la leche?, cmo te gustan más las pijas gordas o largas? generalmente me sonreía y no les contestaba, pero a veces mme cansaban y les contestaba: sí, me revienta el culo, sí me trago toda la leche, me encantan las pijas gordas y cabezona!!, etc. Los tenía re-calientes y eso me gustaba. Una noche previaa un examen difícil, era como las 3 de la mañana y mi novio y uno de los chicos se tiraron a dormir. Quedamos estudiando en la cocina el del bulto y yo. había un tema que yo no entendía y no entendía.

Entonces le pedí a mi compañero que me lo explicara (el sabía más que yo). Me dijo: te lo explico si me mostras la colita. estás loco, le dije, dale explicame esto que no lo entiendo. Solo si me mostras la colita. Le dije: bueno está bien, pero de esto ni una palabra eh!! Fui a ver al dormitorio y mi novio y el otro estaban bien dormidos. Volvía a la cocina, cerré la puerta y me bajé despasito el jogging que teníapuesto y me quedé de espaldas en tanguita que además era de encaje transparente. El flaco me miraba desesperado. Me dijo: agachate un poquito. Yo la verdad que tammbién estaba caliente, pero quería terminar pronto con esto y seguir estudiando, estaba nerviosa por el examen. Me agaché bien cerca de su cara.

Seguro que me podía ver bien el culo y también la concha de esa manera. Bueno ahora bajate la tanguita. No!! le dije acá paramos. Entonce no te enseño nada. Me baje la tanga hasta los muslos y le mostré bien el orto. De bronca (y de calentura) le dije: seguro que querés queme abra los cachetes. Claro,medijo,. Me separe bien las nalgas y ahí sí, me vió bien el ano. Me dijo: se ve que lo usás eh!! Claro, casi todos los día mi novio melo hace. Bueno, basta. me levante la tanga y el jogging. Vamos a estudiar. No, para, ahora me dejaste muy caliente, así no te puedo explicar nada, no puedo razonar!! Ahno, ese era el trato. Bueno pero así no puedo. Bueno andá y hacete una paja y volvé. Tengo una idea mejor: chupamela la pija!!! está loco mira si vienen, mirá si viene mi novio. no ni loca te la chupo. En ese momento el muy hijo deputa se sacó la pija afuera. era una pija enorme, re gorda, con una cabeza roja bien inflada y llena de venas (la verdad, una flor de pija)Dale,chupamela un poquito.

Yo dudaba. Fui de nuevo a ver si los otros 2 dormian y los 2 roncaban. Volví a la cocina. Bueno, te la chupo rapidito, pero no me acabes en la boca eh!. Dale vení y arrodillate acá, bajate el pantalón y quedate con la tanguita. Así lo hice y se la empezé a chupar, al principio nerviosa, y para cumplir, pero la verdad es que me empezó a gustar. Me la metía todo lo que podía en la boca, le lamía la cabeza y lo pajeaba. El me apretaba la cabeza para abajo y gemía despacito y me decía: dale putita chupamela pija, asi, así. Yo le masjeaba los huevos y me dijo: lameme las bolas. No!!, eso no me gusta. Lameme las bolas o no te enseño nada. Le lamí bien las bolas. En eso estaba cuando zas, se abre la puerta. Mi novio!! dije, pero por suerte era el otro que me encontró en plena faena. Yo no sabía que hacer. El dijo sigan tranquilos, yo me vengo a tomar un café. Dude un poco y después seguí chupandole la pija. Le dije avisame cuando acabés, acordate. Si mamita, me dijo. Pero en un momento que la tenía bien adentro me empezó a largar unos terribles chorros deleche que casi me ahogan, mientras me mantenía la cabeza agarrada y no podía sacarmela de la boca. metuve que tragar todo.

Creo que fue la acabada más grande que me tragué en mi vida!! Sos un hijo de puta, te dije que no me acabaras en la boca!! El se sonreía, satifecho. Mientras tanto el otro que miraba todo dijo: ahora me toca a mí. Estás loco, andá que te la chupe tu hermana (a esa altura estaba enojada). Me dijo: no, si no quiero que me la chupés. Y que querés?? Te quiero hacer la colita, me vuelve loco tu culo!! Ni loca, se van los 2 ya mismo. Si nos vamos, no pasás el examen, acordate. No sabía que hacer. le dije, bueno te la chupo rapidito y basta. No, quiero darte por el culo!!. Pero en la pieza está mi novio!!, mira si viene. Esta profudamente dormido, andá a ver. Fui, y seguía roncando. Evalué la situación y vi que no tenía alternativa. Fui al baño, agarré el pomo de vaselina y volvía a la cocina. Bueno dale, haceme el culo, pero despacito y no más de 5 minutos. caá tenés vaselina. Me bajé el jogging y la tanga y me icliné sobre la mesa dejando el culo bien parado. Me empezó a poner vaselina en el culo con uno y después con 2 dedos. Des pués se llenó de vaselina la pija. Se la agarré y me la puse en el agujero del culo. Empujó y entró de una (la tenía bastante grande pero no como el otro)Me empezó  a dar bastante fuerte, la verdad es que me gustaba pero tenía miedo que viniera mi novio. En menos de 3 minutos me llenó el culo de leche. Qu suerte pense, acabó pronto. La sacó, pero ante que me levantara, vino el otro y me ensartó el culo de nuevo,: Hijo de puta le dije y pensaba (que asqueroso con la leche del otro) Me bombeó unos minutos y volvió a acabar como un burro. Me fui al baño como pude, me senté en el inodoro y me salió una cantidad increible de leche. Por suerte no me dolía el culo. Bueno dspués volví a la cocina y entre los 2 me explicaron todo para el examen. No hablamos de lo que pasó.

Cuando se levantó mi novio, tuve que cumplir el ritual de chuparsela, y esta vez me gusto porque pensaba en lo que había pasado y me sentía bien putita. Con la boca bien llena de restos de leche, me tome el desayuno con los demàs y nos fuimos a la facultad. En el examen me saque un 10. Pero bien que me costó!!!

Mi novia Caliente





Bueno a pedido de todos ustedes que nos mandan mensajitos y de los chicos y chicas que se animaron a empezar a conocernos por aca les dejamos una nueva historia que paso el finde pasado...y ademas algunas fotitos de la nenita mas linda...

El finde pasado se recibio la novia de un amigo, por lo que nos invito a los dos a que fueramos a la casa que hacia una fiestita y despues saliamos de joda. Me estaba cambiando, cuando veo que mi nena aparece con un pantalon blanco muy ajustado, que le marcaba la cola y la concha de una manera hermosa!!! en ese momento me di cuenta que iba a ser una noche muuuuy especial... aparte les cuento un nuevo detalle... se hizo la lolas naty, asique imaginense el combo que es ahora jeje 



Tenia puesto arriba una blusa negra que le marcaba las tetas increible y abajo el pantalon blanco con unos tacos bastante altos. LLegamos a lo de esta mina y me gusta hacerla entrar primero siempre a mi chica, porque asi veo la cara que ponen los demas cuando la ven jeje saludaba a mis amigos y sus novias uno por uno y veia como no aguantaban a mirarle las tetas nuevas... las cosas que deberian pensar pero que todavia (todavia je) no se animan a decirme de mi novia.
Comimos, bailamos, nos re mamamos y decidimos ir a un boliche. Nos fuimos en mi auto, ella y yo adelanta, y atras otra pareja. Ibamos escuchando musica y fumando fasito, asique veniamos muy locos... en un momento mi novia me manotea la pija y los mira a los chicos de atras riendose y los chicos se reian....lo que nunca me imaginé que la novia de mi amigo iba a hacer lo mismo!!! es una morochita, chiquita, con carita de viciosa pero que siempre es muy tranquilita (que son las peores despues jeje). Estaba vestida con unas calzas claritas y una remera larga, pero a esta altura se le levantaba y me permitia ver todo cuando me asomaba a mirar jeje... siguio un ratito mas la joda pero quedo ahi. 


Entramos al boliche, explotaba!! imaginense que aca en mardel en vacaicones de invierno viene mucha gente.... entramos muy mamados y naty con muchas ganas de bailar. Eramos mas o menos 10 y la muy putita de naty era la que siempre estaba en el medio moviendo la cola, bailando sin parar....en un momento me le acerco al oido y le digo "mostrale la colita a mis amigos, haceme quedar bien jeje"...me miro con esa carita hermosa de putita que tiene y emepzo a perrear de una manera increible...un amigo mio que ni aguanto mas, con la excusa de estar mamado aprovecho y se puso a bailar con ella y naty le apoyaba la cola en la pija y se movia de una forma incrieble... mi amigo estaba al palo, no la podia caretear mas jjaja...

En un momento prendieron las luces y se termino la joda, asique nos tuvimos que ir... nos subimos al auto como habiamos venido, con la parejita con la que habiamos venido... cuando los estabamos llevando a casa naty no tuvo mejor idea que invitarlos a casa a seguir tomando algo y escuchando musica... los chicos se prendieron enseguida.
Subimos al depto, escuchamos musica, fumamos otro y puse ac/dc... en ese momento naty se para en el medio del living y empezo a bailar bien perra, como stripper... la cara de mi amigo era terrible, no podia dejar de mirarla. En un momento la agarra a pau (la novia de mi amigo) y la lleva a bailar con ella... empezaron las dos a bailar como perras, moviendo la cola de un lado a otro, y nosotros dos sentados tomando una birra y mirando con la pija al palo...naty se le acerca a pau al oido y le dice algo... en ese momento pau se pone adelante mio y naty adelante de mi amigo y se ponen de espaldas... de a poquito se empiezan a bajar el pantalon muy suavecito.... naty tenia una tanguita negra hermosa y pau una blanquita muy pero muy chiquita...la colita de pau me sorprendio, chiquita, bien formadita, hermosa... y nos bailaban moviendonos la colita... nos mirabamos y no lo podiamos creer... 

Pero cuando quise tocar pau me corto el mambo y se fue con el novio y naty vino conmigo.... la agarre de la cola y le empece a comer la boca con muchas ganas, estaba muy caliente, con la pija al palo... en ese momento pau y mi amigo se levantan y se van para nuestra pieza y nos dejaron a nosotros en el living...le empece a colar los deditos, ella me tocaba la pija, nos besabamos, estabamos muy calientas... pero cuando se termino el cd quedo todo en silencio y empezamos a sentir lso gritos de la putita de pau... fuimos para la pieza a ver y estaba en 4 arriba de la cama y mi amigo dandole de atras totalmente caliente, ensima tiene una pija muy importante, asique naty se puso loquita cuando lo vio.... se paro adelante mio dandome la espalda y garchamos los dos parados viendolos a ellos garchar... fue hermoso...  

Cuando acabamos nos fuimos al living a esperar a que elos temrinaran.... el primero en aparecer fue el riendose y apu vino toda colorada, con mucha verguenza, pero le prometimos que eso iba a quedar ahi... claro ! jeje

Esperamos sus mensajes para ver quien quiere conocernos y ser parte de esto
Bsos

Mi cuñadita 8

Mi Cuñadita
Llego finalmente la despedida, estaba ansioso quería que sea perfecta, que no se olvide de mi… ¿pero como logarlo sin arruinar todo? La verdad no sabía… así que fui y compre aceites y unas esposas, también salames, varios quesos, snacks (papas, pringles, palitos etc.,) para hacer una picada (quería algo canchero) latas de energizantes, cervezas, unos vinos espumantes, gaseosas, etc., todo bien variado, me puse un traje,(Para rendir en derecho me exigen ir de traje) y tenia uno espectacular que me había regalado mi viejo, nunca lo había usado y la verdad me quedaba genial, prepare música estilo romántica, lo que se escuchaba en ese tiempo y algunos clásicos

Tenía todo perfecto, preparado solo restaba esperarla, llego puntual a las 22:00 hrs. Con un vestido color salmón, espectacular, sencillo pero espectacular… su pelo con bucles dorados con un prendedor que lo mantenía semis recogido, su piel como siempre lo más bello en ella, brillaba, me quede mirándola, admirándola por unos segundos, ella lo mismo se quedo mirándome, por un momento pensé que posaba para ella.

-¡Hola Bonita!... ¡Dios como te viniste! Dije asombrado
-¡Huuyy!! ¡Bebe como me gustan los hombres con traje! ¡Estas para comerte! Dijo mordiéndose los labios

-¡Gracias cosita bella! ¡Pasa que yo te voy a comer primero! Conteste sonriendo

Nos besamos en la puerta y paso, su andar hasta el living de la casa era majestuosamente sexy parecía que caminaba en cámara lenta, de fondo sonaba “Mi caramelo” de Bersuit Vergarabat, la verdad no me gustaba mucho la banda pero quedo inmortalizado en mi recuerdo ese tema al verla caminar, era una mescla perfecta de sensualidad.
Se sentó en un sillón, me miro sonriendo
-¡ay! ¡Me encanta ese tema! Dijo efusiva
-¡A mí también! Dije con cara de sorprendido aunque era la primera vez que me había gustado solo por esa escena de ella caminando.

-¡Te pusiste las pilas! ¿¡Te compraste todo el súper!? Dijo con cara de picarona al ver todo lo que había comprado y la picada que me había armado

-¡Bue… tampoco para tanto, no sabía que te podía llegar a gustar y que no, así que compre un poco de todo!…

Pasaron 2 horas vertiginosamente, habíamos tomados un espumante con energizantes hasta el momento, su piel ya estaba colorada, se notaba que ya había causado un efecto en ella
Se fue al baño mientras tanto yo buscaba un tema más rockero, en el equipo porque ya era mucho romanticismo entre nosotros y la verdad quería más acción.
Parece que leyó mi pensamiento, salió del baño puse “Deep Purple Sail Away” un tema tranqui como para no hacer un cambio rotundo de música, lo que vi me dejo asombrado salió con un Fino corsé negro, su pelo totalmente suelto unas medias negras hermosas y una tanga chiquita de encaje, me encaro, me beso y me dijo:
-¿¡me vas a hacer la despedida papito!? Adentrada en un personaje de gata, me llevo y me tiro contra el sillón violentamente, retrocedió unos pasos y comenzó a gatear avanzando lentamente

Yo miraba fascinado la escena y la disfrutaba al máximo, recorrió mi entrepierna desbrocho el cierre de mi pantalón, me desprendió la camisa con desesperación y me bajo los pantalones hasta las rodillas, saco mi pija que esperaba endurecida su boca húmeda, me miro a los ojos y con su lengüita recorrías toda la cabeza de mi pene, después de unos instantes con el mismo ritual pude sentir la humedad de su boca que invadía toda mi pija, y comenzó a chuparla con cariño, sus bucles por momentos, obstruían mi majestuosa vista de la escena, pero rápidamente, los recogía por sobre su nuca siguiendo el recorrido de su cabeza hacia arriba y hacia abajo, el placer de su chupada duro varios minutos, luego se subió encima mío y se corrió su tanga y comenzó a cabalgarme, estaba mojadisima, sus cachetes colorados, su piel quemaba sus gemidos constantes acompañados por algún gritito corto me fascinaba.

Cogimos un rato mas y la levante entre mis brazos sin dejar de penetrarla y la lleve a la cama, me encantaba tener sexo con ella porque era muy maleable, chiquitita para mi altura así que la levantaba con relativa facilidad, la puse en 4 patas, su corsé en alguna lado había desaparecido solo le quedaba la tanga negra y las medias, corrí esa tanguita lentamente, (siempre me gusto coger con las tangas puestas) su conchita perfectamente depilada era una obra de arte en esa vista, verla así me hacía sentir una furia descomunal, una energía tremenda, al instante un calor me recorría y salía de mi el tipo más bruto del mundo, la tome fuerte de la cintura y se la clave sin más preámbulos, un grito seco salió de su boca, mis arremetidas a toda potencia no se hicieron esperar, comenzó a gritar como loca diciéndome cosas sucias, cosas que no salían de su boquita de nena educada a menos que realmente se sienta una puta en la cama, y la verdad me la estaba cogiendo como a una puta, gritaba mordía las sabanas me insultaba, yo no me quedaba atrás y la trataba como a una puta.
-¡que se va a imaginar el cornudo de tu novio, que tenes otra pija adentro! No te coge bien por eso venís a que te la ponga yo! ¡Decime que nadie te cogió así! Dije sacado de la excitación
-¡Por qué no te callas y me coges como hombre, pelotudo! Me dijo con su voz sacada y entrecortada por algún gemido
-¡¡¡Ahh si!!??! Dije notando que realmente estaba enloquecida del placer y le gustaba mi lado salvaje
Y aumente mis arremetidas con más violencia, los minutos pasaban y las posiciones variaban, me di cuenta que estaba empapado en sudor y ella lo mismo, cerca de 40 minutos habían pasado y la verdad ya estaba rendido, aunque en ese tiempo tenía un estado físico increíble, me gustaba nadar mucho (Pero en ríos no en piscinas) y también jugaba al rugby y a veces al fútbol (Aunque para el fútbol era demasiado pata dura) así que físicamente estaba bien y eso ayuda un montón en el sexo.

Promediando los 45 o 50 minutos de sexo furioso, ella se la veía rendida, me sentí satisfecha porque era una competencia tacita de aguante, saque mi pija y rápidamente ante su asombro acabe entre sus tetas, y su cara… me miro un poco furiosa pero se tranquilizo al instante
-¡hijo de puta! ¡Me ensuciaste toda! Dijo sorprendida
Solo sonreí de satisfacción pero no le conteste nada
Fue al baño a limpiarse, aproveche y fui a buscar unas latas de energizantes y los aceites y las esposas porque la noche recién empezaba, lo deje al costado de la cama, salió como a los 10 minutos duchada, y en una toalla aproveche y fui a darme una ducha rápida para recargar energía, pero para mi sorpresa al regresar estaba completamente dormida, insulte en silencio a todo el mundo pero verla desnuda solo con su bombachita y con su pelo rubio desparramado entre la almohada era perfecto, la tenue luz que se filtraba por las ventanas le daba un matiz perfecto a la escena, disfrute en silencio lo que mis ojos veían, los lunares que adornaban su espalda, los pocitos que se formaban a unos centímetros arriba de su cintura, su tanga que se metía entre sus nalguitas redondas simplemente me fascinaba verla me acerque y lo que me volvió loco del todo fue ver que dormía con su trompita como insinuando un beso, dios que bellos se veían esos labios
No me quedo otra que dejarla dormir unas horas, la contemplaba extasiado por lo bella que estaba siempre tuve la idea que una mujer después de hacer el amor es más bella, cada vez que lo hacía con Steffy la encontraba más bella, su piel brillaba de otra forma su rostro tenía otra expresión.
Pasaron cerca de 2 horas desde que se durmió seguía de espaldas, recogí su pelo y tire aceite sobre su espalda y lo esparcí por su cuerpo lanzo un gemidito de excitación pero aun parecía semi-dormida recorrí todo su cuerpo me concentre en sus nalgas, rozaba sus labios vaginales a cada rato y cuando estaba en su espalda me dedicaba a darle besos en su nuca y orejas, todas sus partes erógenas estaban estimuladas, luego la di vuelta, estaba completamente despierta ya sus gemidos cada vez más excitantes y me dedique a ponerle aceite a sus pechos, su conchita, todo ese cuerpito brillaba más que nunca, no aguante mas y me tire un poco de aceite yo y (escena para nada sexy) y rápidamente me puse encima de ella y la penetre casi con desesperación, cogimos lentamente, era algo hermoso ver su rostro gozando, sentir su aliento caliente en mi cara, cogimos por un largo rato intercambiamos de posiciones, hasta la quise penetrar por la cola, pero me pidió por favor que no, y como no quería obligarla a hacer nada desagradable esa noche la trate como una reina…

Viajo ese día al mediodía, me sentí como vacio me había acostumbrado esa semana a tener sexo con amor y estaba genial, tenía que volver a mi vida normal, llamar a mi novia aunque no tenía ganas de verla pero, tenía que hacerlo…
Dormí todo el día, a la noche llame a mariana diciéndole que ya estaba en la city, me dijo que salía con las amigas, y algunos compañeros que me quería ver que salgamos todos, acepte de mala gana prefería quedarme en casa encerrado en mi tristeza pero hacia mucho que no la veía y tenía la obligación moral (Mi doble moral) de estar con ella…

Continuara…

lunes, 2 de agosto de 2010

Mi Compañera de Trabajo

Ya hacía poco mas de media hora que estaba en mi trabajo, un feriado, realizando un proyecto que me habían solicitado, cuando recibí un mensaje de Graciela, mi compañera de laburo, preguntando como estaba... Le conteste diciéndole donde me encontraba y que estaba haciendo. Al siguiente mensaje me escribió que si no le molestaba vendría para que no se me hiciera tan pesado y aburrido y de paso me ayudaría. Siempre fuimos bastante compinches, y ahora que yo estaba solo no me venia mal que estuviera para hacerme compañía. Hasta entonces nunca la había visto como mujer, sino, simplemente, como mi compañera de trabajo.

Me avisó que se atrasaría un poco, porque había pasado a la casa de su madre, pero que no me preocupara, porque era solo por poco tiempo y que se quedaría hasta tarde conmigo porque al otro día no debía levantarse temprano. Yo pedí al delivery empanadas y vino para matar el "ragu" que tenia y de paso la esperaba con algo de cenar.
Grace llego junto con la cena, así que lo primero que hicimos fue cenar y beber la botellita de vino entre los dos. Me fui al baño, y ella se quedó en la computadora revisando el trabajo. Cuando regrese, la encontré leyendo muy compenetradamente los relatos de mis experiencias que publique  en la web, me quedé paralizado sin saber qué hacer o decir, había olvidado de cerrar la ventana con todo ese material y ella lo había visto. Cuando se percató de mi presencia y de mi pronunciado color rojo de vergüenza, me dijo sonriendo.

- ¿Y esto? ¿Es cierto o los inventaste?

No pude responder, o mejor dicho, quise responder y comencé a tartamudear. Viendo lo nervioso que estaba, ella me tranquilizó con algo sumamente inesperado…

- ¡Están buenísimos! Realmente son muy excitantes tus relatos. Yo no puedo creer que seas vos. - dijo con entusiasmo y dulzura.
- Si, son ciertos - dije un poco más tranquilo y resignado a la situación de quedar en evidencia.
- Fíjate en la carpeta que dice fotos - continué señalándole en el monitor.

En esa carpeta estaban imágenes, de algunas de las chicas de mis relatos, que utilizo habitualmente para inspirar a mi "musa escritora". No están todas pero las guardo de
recuerdo.

- Ay! Qué bárbaro, boludo, no lo puedo creer…las miras y recordás? y después escribís? - preguntó asombrada.

Yo asentí con la cabeza.

- ¡Qué bueno! Las fotos no tienen nada de malo, algunas están buenas, pero los relatos están mejores, los leí casi todos. Mira que "chanchito" resultaste ser - me dijo socarronamente.
- Pero ya fue - dije - mis lectores se quedarán con las ganas porque por ahora no estoy escribiendo, me siento frente a la compu y me bloqueo.
- Y mira que tengo historias para escribir...!, pero no logro que salga nada... - acoté resignado.

Relatos EroticosMe senté a su lado y empecé a mostrarle otros post de amigos que estoy "siguiendo", recalando muy particularmente en uno de xrelatos.Grace leyó detenidamente el texto, y algo cambio en ella. Pude notarlo. Su expresión era distinta, su trato, sus movimientos, sus palabras y miradas eran otras. Quizás la conjunción de alcohol y excitación por lo leído, hizo efecto en su interior. Estaba a full... Se la notaba por demás caliente...Puedo asegurar que Morochoaltivo y su relato termino por perturbarla, al punto de sonrojarla de éxtasis...

- A mi me encantaría que me hagas un relato de estos - me confesó.

Me dejo perplejo tal confesión, no la esperaba..., pero a su vez, eso me encendió, fue como un “click” dentro de mi cabeza.
Hacía bastante tiempo que estaba sin tirarme una canita al aire y verla a mi sensual compañerita insinuándose de esa manera hizo que la temperatura se elevara.
Estábamos a "punto caramelo", cuando sentimos un ruido en la puerta de entrada.
Era el director, que al pasar y ver luces encendidas, entró para saber que pasaba.
A la mierda el clima, el punto caramelo y todo lo demás... El muy turro se quedo hasta que optamos por irnos.
Pasaron dos días, y no podía dejar de pensar en la situación vivida. De vez en cuando le escribía a Graciela, como para mantener sutilmente el tema. Y no se hizo esperar mucho el reencuentro. Quedamos en vernos en su casa, después que llevara a su pareja a la Terminal para tomar el colectivo que lo trasladaría a la mina, donde estaría trabajando por una semana.
Se me ocurrió comprarle algo, llevarle un regalito, no se porque surgió esa idea? Talvez por la cantidad de cosas que había imaginado que podrían ocurrir, la verdad que no se...,
Pero el regalito lo compre. Era un conjunto color negro, hilo dental y top... (Lo mío era de pajero calentón).
Llegué a su casa a las 21 horas aproximadamente, después de inventar en la mía, una reunión referente al proyecto solicitado. Me estaba esperando con un vinito abierto y algo para picar, pero a la que yo quería picotear era a ella.
Charlamos un rato, y enseguida salio el tema de los relatos y de su pedido.
Pero ella continuó subiendo la apuesta...

- Es más, vos no apareces en ningún video en uno de tus relatos, y yo no soy protagonista de ninguno de ellos (se refería al de Pato y sus videos), ¿No? - me dijo y continuó…
- Bueno, ¿por qué no matamos dos pájaros de un tiro y hacemos una historia con vos y yo de protagonistas, y de paso la filmamos...?, seguro que a tus seguidores y a mi nos encantaría, ¿te parece? - concluyó.

No tuve tiempo de contestarle, porque debajo de mi pantalón, mi miembro ya se estaba haciendo notar, cuestión de la cual ella se percató.
Y sin darme oportunidad a decir algo, Grace impuso condiciones...

- No nos zarpemos demasiado, ¿eh? Que ya bastante zarpados estamos..., hagamos algo bien caliente así nos sacamos las ganas los dos...que por lo que veo vos ya estas con ganas, cochino - me dijo, acariciándome el bulto en mi pantalón.
- Ok, vos dirigís - le dije con entusiasmo - ; pero antes tomá esto, es para vos, ponetelo… – entregándole el conjunto que le había comprado.
Me iba a entregar a los deseos de mi compañerita y míos, pero a la vez tenia miedo que ella se arrepintiera o que el video lo pudiera ver cualquiera. Como no tenía cámara filmadora, ella misma acomodó todo para que la Web cam de su computadora captara el sillón del living. Después se retiro a baño con el paquetito en la mano.
No sabia cuanto debía esperar, y con lo ansioso que estaba, comencé a ordenar un poco la “zona de combate”, para que nada interrumpiera o nos distrajera. Me acerque a la pantalla para chequear como se veía y prendí las lámparas del living, así habría una buena definición. Si bien sabíamos ambos, que era un video que después se tenía que borrar, para no terminar “pegados”, no quería que ningún detalle quedara librado al azar.

Puse la maquina a grabar y me senté en el sillón a esperarla…
Graciela apareció lentamente…, me quería morir… estaba tremendamente excitante…
Tenia puesto el conjunto y un par de zapatos taco alto negros… se acercó, parándose frente a mí… a distancia…, ofreciendo su cola a la cámara…
Estaba con las piernas entreabiertas, miro hacia atrás y mostró sus nalgas abiertas, meneándose provocativamente ante la lente. Volvió a erguirse y me miró. Yo estaba extasiado ante tal panorama, podía ver a través de las transparencias que su vulva estaba totalmente depilada y sus pezones erectos a punto de perforar el top. Mire por un costado la pantalla para ver esa magnifica cola que estaba siendo registrada…, todo era una maravilla, se me llenaban los ojos con ese cuerpo.
Se puso un dedo en la boca y comenzó a lamerlo, sin dejar de contonearse y mirarme fijamente, mientras se tocaba los pechos y la entrepierna.
Me encontraba absorto ante tal espectáculo, mi boca se había secado y mi respiración se agitaba y entrecortaba de a ratos. Abulonado al sillón, solo miraba sin atinar a nada.
Graciela con su dedo me indico que me parara. Lo hice, me acerqué y ella sentándose en el apoya brazo de un sillón individual, me bajo el cierre del pantalón y metió su mano para sacar mi pene de adentro. Sus dedos eran suaves y acariciaban mi pene erecto…, ella miraba el monitor para ver si estaba todo registrándose correctamente…

- ¡Epa! Papi, venís cargado, ¿eh?- susurró - Mirá que linda verga tiene mi compañerito - me dijo mientras se mordía el labio inferior y me miraba.

Entonces comenzó a masturbarme lentamente pero con firmeza, recorriendo todo mi miembro desde la base hasta la punta del glande. Mi pija, parecía que iba endureciéndose cada vez mas con cada vaivén de su mano y con cada palabra que me dirigía.

- ¡Qué perverso que sos, hijo de puta! Aprovecharte así de la calentura de tu compañera casada, es de muy chancho - dijo irónicamente, y continuó…
- ¿Me tenías ganas, guachito?, mirá que me acuerdo bien cómo me miraste y lo que me dijiste hace unos días…

Es verdad, yo también lo recordaba.
Estaba en el laburo y fui hasta la oficina de administración, para avisarle a Grace, que la llamaba su marido por teléfono. Cuando entré, estaba lleno de mujeres alrededor de una vendedora de ropa, pregunte por ella y me dijeron que estaba en la cocina, probándose algo. Allí me dirigí, como la puerta estaba entreabierta, pude verla sacándose una pollera. Tenía puesta una tanga diminuta, dejando ver ese hermoso par de glúteos redondos y blancos. Me di cuenta que mi compañerita había dejado de serlo para convertirse en una terrible yegua.
Cuando ella se dio cuenta de mi presencia me dijo sin ningún tipo de pudor…
- ¿Viste la bombachita que me compré?, estoy de estreno y sos el primero que la ve – girando para mostrármela completa.
- Con el lomazo y el culo que tense, mamita, seguro que tu “dorima” carga unos cuernos tamaño alce - le dije sonriendo
- Y hablando de cuernos, tenés telefono, es tu esposo - concluí y me retiré del lugar.

Mi pija ya estaba bien dura, ella comenzó a masturbarme con más vigor. Podía verla abrir la boca deseando comerse ese pedazo de carne caliente, venoso y húmedo. Ella no dejaba de mirarme sensualmente. “Mmmm, qué rico debe ser”, me decía, “que chupetín me estaba perdiendo”, bromeaba. Yo estaba que explotaba, tome su rubio cabello y la traje suavemente para que ella se introdujera mi pene caliente en su boca. Continuo mirándome fijamente mientras humedecía sus labios con la lengua y abría su boca para dejar entrar mi miembro.
A medida que sus labios rozaban mi piel, sentía un calor abrasador fluyendo por mis venas. Su lengua jugueteaba en mi glande dentro de su boca y con frecuencia se la introducía por completo.
Graciela es toda una experta feladora.
Jugaba con su lengua, haciéndome ver el cielo. Yo no podía contener mi excitación...

- ¡ay, mamita, qué bien la chupás!

Ella sonreía con mi verga en su boca mientras sus manos iban sacándome el pantalón y bóxer. La ayude con mi remera y comencé a quitarle el top, para liberar ese par tetas aprisionadas... Sus pezones estaban muy duros... eran prominentes y rosados... se los pellizque tiernamente y se estremeció de placer... ella también estaba disfrutando como un animal...
Se retiro de mi virilidad e introdujo su mano por debajo de la pequeña bombacha para comenzar a tocarse ella misma.

- Uff! Estoy re-caliente, no doy mas - susurró, entre gemidos - Vení, tocame vos, chupame la concha, comela, hijo de puta - me ordenó...

Llevó mi mano hasta su vulva.
Mientras corría hacia un costado la bombacha para lamer su dulce y caliente "tajo", introduje mi dedo anular, sintiendo la humedad y viscosidad de su interior.
Ella cerraba los ojos y gemía de placer...

- Seguí, por favor, seguí así que acabo

Sus gemidos eran cada vez más fuertes. Entonces la di vuelta, la apoyé sobre el sillón, dejando su vulva y cola completamente abiertas y a mi disposición…, le saqué la tanga (último vestigio de ropa que le quedaba) y comencé a lamer y sorber sus jugos...
Gemía y gritaba como perra...Yo estaba "sacado", le estaba comiendo la concha y el culo desesperadamente, mis dedos se introducían en sus agujeros muy fácilmente. Podía sentir su flujo escurriendo entre mis dedos y mi boca. ¡¡¡Quería cojerla ya!!! estaba dispuesto a penetrarla, cuando ella con la voz entrecortada por el gozo, me dijo

- Ni se te ocurra, pelotudo!!. Haceme acabar así, por favor!!

Consternado aplaque mis intenciones, y le metí tres dedos en su muy mojada vagina y con mi lengua jugaba en su ano. La masturbaba con fuerza y rapidez. Ella empujaba contra mi mano introduciendo aun más mis dedos.
Como una explosión repentina y sin dar lugar a nada, se desahogó en un orgasmo intenso. Yo seguía frotando mis dedos en su interior y podía sentir como ella apretaba sus músculos para retener ese clímax.
Se desplomó sobre el sillón un instante…
Rápida e intespestivamente la tome de la cintura, la di vuelta para verle la cara y sin mediar un instante, la penetre furiosamente…

- no me vas a dejar con las ganas, concha de tu madre…!!! – le dije.

Estaba enajenado…, con una calentura que me sobrepasaba. Bombeaba esa concha como si fuera lo ultimo que haría en esta vida… No pude contener toda la furia sexual que desbordaba mi ser y eyacule prontamente, llenando su vagina con mi esperma…
El ambiente se había impregnado de olor a sexo… Nuestros jugos escurrían por los pliegues de su vulva y mis piernas…
La bese apasionadamente…

- Que polvo, papi…!!! Me llenaste de lechita, mmm que rico… - dijo
- Estaba que explotaba, no daba mas… quería cojerte apenas entraste…- respondí
- Gracias, Marce, no sabés cuánto lo necesitaba, - me dijo relajada – te juro que si no me la ponías te violaba…
- Ahora quiero que no me la saques más… ja ja ja!!! – concluyó entre risas.

Estuvimos unidos por largo rato, hasta que mi pene salio por si solo de su embadurnada” vulva…
Nos incorporamos y Graciela fue a higienizarse, mientras yo buscaba algo para tomar.
Debo confesar que no me sentía a gusto con lo ocurrido, me habia “ido” muy rápido, no fue sido mi mejor perfomance…mas bien diría que fue de mediocre para abajo.
Estaba imbuido en esos pensamientos cuando Grace salio del baño y me tomo por detrás, me abrazó y dándome besos en la espalda, agarro mi flácido y “enchastrado” miembro, tratando de revivirlo… Me empujó para que me inclinara sobre la mesada y comenzó a bajar con su boca hasta llegar a mi esfínter…
Lo lamía con destreza, su lengua quería penetrarme, y su mano no cesaba en su intento de “activar” mi aparato nuevamente; y lo estaba logrando…
Pequeños espasmos recorrían mi cuerpo, y el calor volvió a surgir…
Me di vuelta, la tomé en mis brazos y la besé. Su cuerpo pegado al mío, me prodigó una sensación hermosa, era un bálsamo de placer… Graciela emanaba sexo por sus poros…Verla totalmente desnuda solo con los tacos altos, también activaba el resto de mis sentidos.
Toque su lampiña vulva y estaba nuevamente mojada, calida, deseosa…
La lleve al sillón y la senté sobre mi, penetrándola de un solo envión…

- Cojeme, mamita!!!
- Si papi, que linda pija tenés… como me gusta!!! – me respondió

Me cabalgaba cambiando de tanto en tanto la frecuencia de los embates… mi verga entraba y salía bañada en sus jugos que abundaban…
Lamía sus pechos con pasión y mordisqueaba suavemente sus pezones, mis dedos iban perforando su ano… y todo eso se estaba reflejando en el video…
Tuvo una sucesión de orgasmos, que no hicieron más que incrementar el deseo de seguir disfrutando.
Saque mi pene de su vagina y comencé a penetrarla de a poco por su dilatada cola.Grace de un envión se sentó, comiéndose por completo mi pija hasta los testículos, provocándole un nuevo orgasmo acompañado de un grito desgarrador.

- Ay, hijo de puta, me tenes ensartada hasta el fondo… Como me gusta tu pija!!! , te voy a sacar toda la lechita con mi culo, papi…!!! - sentenció
- Si bebe, ordeñame la verga… - ordené

Empezó a moverse con vehemencia, jadeando descontrolada, recibiendo en cada empujón mi caliente verga que estaba a punto de estallar.

- Dale, mi amor…, dale toda tu leche a esta putita …- me dijo, embistiendo cada
vez más fuerte
Y la reacción no se hizo esperar…la descarga de semen llegó a su interior en forma abundante, al momento que Graciela acababa por enésima vez.
Abrazados, sudados, y en busca de reponer fuerzas, nos quedamos quietitos en el sillón… tal cual habíamos terminado, sin emitir palabra alguna… un silencio reparador…
Al cabo de unos minutos nos paramos y nos besamos como si nada hubiera ocurrido. Yo encaré al baño a limpiarme para poder volver a casa. Ella optó por la comp., y verificar si todo había quedado registrado como quería…
Me vestí lentamente; el fragor del combate había hecho mella en mi cuerpo, estaba hecho un desastre.
Grace todavía desnuda, transpirada y oliendo a sexo, seguía sentada frente al monitor, absorta viendo el video…
Me acerque a ella y reaccionó, se levanto de la silla y me dijo

- ¿Te gustó?... Porque a mi me encantó - me besó los labios tiernamente, y concluyó
- Claro que me gustó…, menos mal que no teníamos que zarparnos… - dije sonriendo.
- Ahora a escribir, sin agregar o sacar un solo centímetro de lo que acá pasó, ¿eh?... Y hasta que no lea el relato no te voy a romper las pelotas ¿está claro? - sentenció, agregando…
- Y ojo…!!! Que tengo el video para verificar lo que escribís… ja ja ja
- No … ojo vos con el video, mira que estamos hasta las pelotas….gran quilombazo se puede llegar a armar si lo ven…- le dije
- Mi vida…. No te hagas problemas, lo grabo en un CD y lo borro de la compu...
- Bueno, pero cuidado
- Después lo vemos juntitos, que te parece??? - culminó con una sonrisa.

Me despedí y salí de su casa, pensando en como se habían dado las cosas…
Ahora sentado frente a la compu, imagino que pasara cuando estemos viendo ese “bendito” video…
Seguramente será otro relato que postearé próximamente.